El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido ante su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva que para lograr una "paz justa y duradera" es "fundamental" que la voz de Ucrania sea escuchada y su fórmula de paz sea tenida en cuenta. Es decir, no poner en cuestión la soberanía del territorio ucraniano. Mientras, Lula ha evitado reconocer ante Sánchez que Crimea es ucraniana.
Si bien Sánchez ha agradecido la "implicación" de Lula da Silva a la hora de poner fin a la guerra en Ucrania, ha dejado muy claro que para ello hay que "defender la integridad territorial" de este país, una cuestión, ha dicho, que Brasil "está defendiendo" frente a las dudas que el propio presidente brasileño ha expresado sobre esa cuestión en la rueda de prensa celebrada este miércoles tras su reunión en la Moncloa.
En ella, Lula da Silva se ha resistido a reconocer que los territorios ucranianos de Crimea y el Donbás pertenecen a Kiev, como señala el derecho internacional. "No soy yo el que tiene que decidir de quién es Crimea", ha afirmado, señalando, además, que ahora lo primero es "parar la guerra" para después "debatir sobre el territorio".
"Cuando uno se sienta en una mesa de negociación, tenemos que ser capaces de plantear estas cosas pero no soy el que va a debatir estas cuestiones. Son los rusos y los ucranianos los que deben tratar estos temas. No soy yo el que tiene que hablar de quién es qué. Primero que paren la guerra y luego empezamos a hablar", ha dicho.
Tras estas palabras, Pedro Sánchez ha puesto el foco sobre cómo "Brasil ha vuelto" a la escena internacional, aunque ha manifiestado "matices" con respecto a Lula. "Creo que lo importante es que Brasil está defendiendo la integridad territorial de Ucrania", ha dicho, a pesar de que Lula ha evitado reconocer que Crimea es ucraniana.
"Podemos tener matices"
El presidente del Gobierno también ha puesto el énfasis en que Brasil en la Asamblea de las Naciones Unidas "siempre ha manifestado su condena rotunda a la invasión", aunque ha asumido las diferencias con su homólogo brasileño. "Podemos tener matices. Yo los tengo respecto a alguna de las cosas que ha dicho el presidente Da Silva", ha afirmado.
Minutos después de estas palabras de Lula da Silva, el rey Felipe VI ha defendido, en un discuso en el Palacio Real, que para lograr la paz en Ucrania hay que respetar "la soberanía nacional y la integridad territorial" para que esta pueda ser duradera.
Esta cuestión pleanteada por Da Silva es totalmente rechazada por Ucrania, que exige poner fin a la guerra sin poner en cuestión la soberanía del territorio ucraniano, incluidos Crimea y el Donbás. De hecho, la posición de Europa y de Estados Unidos es que cualquier acuerdo o negociación debe contar en primer lugar con el beneplácito de Ucrania, el país agredido.
La posición del brasileño respecto a la guerra en Ucrania ha venido recibiendo críticas tanto de la Unión Europea como de EEUU y del Gobierno de Zelenski por considerar que pone a las dos partes en conflicto en igualdad de condiciones y por criticar que con el envío de armamento a Kiev se esté alimentando el problema.
Él ha querido despejar dudas recalcando junto a Sánchez que desde el inicio de la violación de los derechos de Ucrania por Rusia, Brasil lo condenó. Pero a renglón seguido ha considerado que "no sirve para nada" decir quién tiene la razón o no y que lo importante es parar la guerra porque sólo así se puede dialogar.
Lula da Silva propone un "G20 de la paz"
El presidente del Gobierno ha escuchado de boca de Lula Da Silva su propuesta de diálogo y de paz en Ucrania para evitar una tercera guerra mundial o el uso de armas nucleares. Dicha propuesta consiste en crear "un G20 de la paz" que esté formado por países y personas capaces de lograr "parar la guerra". Lula se ha mostrado "encantado" de que de ese grupo de países formara parte España, pero Sánchez no se ha manifestado al respecto.
Preguntado por la posibilidad de que haya pedido a Sánchez que cese el envío de armas a Ucrania, ha señalado que cada país sabe lo que tiene que hacer sin que Brasil interfiera. Pese a asumir que Ucrania es el país invadido, ha lamentado que ni Kiev ni Rusia estén dispuestos a ceder.
"Hay dos países en conflicto y cada uno dice que no va a ceder. Sabemos que no es correcto lo que ha sucedido pero la guerra está en un momento que necesita una intervención para sentar a los dos países a dialogar", ha opinado Lula da Silva, que ha insistido en condenar la "invasión" de Rusia en Ucrania y ofrecerse como mediador.
"Tienen que parar de destruir. Esto no puede seguir así. Hay que negociar porque es más barato y mejor para las personas que viven en esos países", ha proseguido sin poner sobre la mesa la necesidad de mantener la integridad del territorio Ucrania como pide Zelenski.
Felipe VI defiende la integridad
Tras su encuentro con Sánchez, Lula da Silva se ha reunido con el rey Felipe VI y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, en el Palacio Real.
Si bien Felipe VI Eha elogiado la defensa de la paz por parte de Brasil, ante Lula da Silva también ha defendido que cualquier acuerdo de paz debe respetar "la soberanía nacional y la integridad territorial" para que esta sea duradera.
Lula da Silva llegó este martes por la tarde a España tras visitar Portugal, su primer destino en Europa desde que llegó a la Presidencia de Brasil el pasado mes de enero en sustitución de Bolsonaro. A su llegada, se reunió con empresarios españoles a los que invitó a seguir invirtiendo en su país.
Esas inversiones, la negociación del acuerdo entre la UE y Mercosur, las relaciones en general entre Europa y América Latina, la lucha contra el cambio climático y la guerra de Ucrania han estado muy presentes en las conversaciones del presidente brasileño con Sánchez. Ambos han estado acompañados por varios de sus ministros y han firmado diversos acuerdos en áreas como Universidades, Trabajo, Ciencia y Seguridad Social.
Otro objetivo de la visita de Lula da Silva ha sido el de fortalecer también la relación entre la UE y América Latina, en cuyo contexto el Gobierno resalta el hecho de que España va a asumir el próximo 1 de julio la presidencia semestral comunitaria y eso va a coincidir con la presidencia brasileña de Mercosur.
Esta coincidencia podría permitirá que la cumbre UE-América Latina y Caribe que se celebrará los días 17 y 18 de julio en Bruselas tenga resultados palpables y sirva, por ejemplo, para impulsar un acuerdo definitivo entre la UE y Mercosur.