El programa de Yolanda Díaz: subir más impuestos y "limitar la condición mercantil del trabajo"

Además, defiende que hay que limitar la "condición mercantil de la fuerza de trabajo". En ese apartado laboral habla de que la "democracia en la empresa" es una "exigencia constitucional" y defiende que los sindicatos desempeñen un papel clave. 

El boceto de programa electoral, que lleva el nombre de Un nuevo país. Resúmenes de los documentos iniciales para el proyecto de país, es una declaración de intenciones que parte de aquel "proceso de escucha" que propuso Yolanda Díaz y del posterior trabajo de grupos sectoriales.

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Se trata de una nueva fase en la construcción de Sumar en el que puede participar la ciudadanía para concretar propuestas. El siguiente paso será, previsiblemente, lanzar un programa electoral definido.

De todas formas, la vicepresidenta sí ha querido especificar algunos aspectos económicos. Apuesta por incrementar el número de tramos de IRPF para aumentar la progresividad. En concreto, habla del tramo entre los 60.000 y 299.999 euros para dividirlo en varios, ya que considera que ambos extremos están muy alejados entre sí.

Respecto al impuesto de sociedades, quiere revisar y recortar las deducciones, exenciones y correcciones, así como modificar el tratamiento fiscal de los beneficios de las grandes empresas españolas en el exterior. También busca introducir un tipo efectivo mínimo del 15% sobre los beneficios de la empresa para que ninguna sociedad tribute por debajo de dicho umbral.

"Entre los grandes impuestos, el que grava los beneficios de las empresas es el que va por detrás en la recuperación de la recaudación previa a la crisis financiera. De hecho, el impuesto de sociedades es el único que no ha recuperado el nivel previo. Sí lo han hecho los beneficios de las empresas, pero no la recaudación", se puede leer en el documento.

Díaz también apuesta por modular los impuestos a la riqueza. Quiere hacer permanente el impuesto a las grandes fortunas aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez y "recuperar la capacidad recaudatoria del impuesto sobre sucesiones y donaciones", un tema muy sensible y que genera polémica cada vez que se aborda.

En el plano laboral, su especialidad como ministra de Trabajo y abogada laboralista, la vicepresidenta segunda quiere crear un Estatuto del Trabajo que "articule la protección del trabajo a través del fortalecimiento de los derechos y profundice la democracia en nuestro país", una definición un tanto vaga sobre la que todavía no ha concretado nada más.

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Sin embargo, hace un año, Díaz ya hablaba de buscar una especie de modelo similar al alemán en el que los sindicatos tienen presencia en los consejos de administración de las empresas y se realiza una suerte de "cogestión". Era una de las ideas a desarrollar en una hipotética ley que nunca ha llegado y que da pistas de por dónde se puede acabar concretando el programa de Sumar.

"Del derecho al trabajo se deriva un proyecto igualitario, estructurado en torno a la intervención público-estatal, por un lado, y colectiva, por otro, para limitar la condición mercantil de la fuerza de trabajo", se dice en el documento.

Derechos de los animales

En unos aspectos de carácter más social, Díaz apuesta por profundizar en materia de derechos de los animales, una de las banderas actuales de Podemos, y habla incluso de promover "la conciencia sobre el cuidado y la tenencia responsable" en la educación escolar.

Propone también de revisar la normativa "para la regulación de la tauromaquia como patrimonio cultural". Aunque no habla de prohibirla directamente, lo sugiere, al asegurar en ese mismo punto que, en España, "se maltrata y da muerte a animales en espectáculos públicos como forma de ocio, cultura y entretenimiento, algo prácticamente inaudito en la Unión Europea".

Yolanda Díaz ha sido una de las grandes defensoras dentro y fuera del Gobierno del ministro de Consumo, Alberto Garzón, en su cruzada contra las macrogranjas y los hábitos de alimentación saludables. Y esa postura también queda recogida en el boceto de programa.

En esta base del programa se subraya que la alimentación no sólo afecta a la salud de las personas, sino del planeta, y hay que "convertir la alimentación saludable en un derecho" y promover dietas en las que primen "la soberanía alimentaria y la arqueológica".