El Gobierno justifica el acuerdo con EEUU para la acogida de migrantes en la necesidad de trabajadores

Hay tres razones, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL en fuentes de Moncloa: por el lado humanitario, impulsar un modelo pionero de "un problema global"; por el lado político, poner en práctica un compromiso y lanzar el siguiente; y por el económico, buscar "fuerza de trabajo" que nuestro país "necesita". 

Hace menos de un año que Joe Biden vino a España. Con la excusa de la cumbre de la OTAN en Madrid, el presidente de Estados Unidos visitó Moncloa. Y aprovechando la ocasión, Pedro Sánchez culminó el trabajo de meses firmando una declaración conjunta entre los dos países.

En aquel documento [consúltelo aquí en PDF] aparecía un capítulo humanitario que, entonces, no se entendió muy bien: Promover una migración segura, ordenada y regular. El acuerdo anunciado en la noche del pasado jueves empieza a dar las claves.

De momento, no hay cifras ni detalles. Simplemente, el acuerdo político de trabajar conjuntamente para "regular de una manera ordenada los flujos migratorios". Al menos, así lo refieren fuentes de Moncloa.

El texto de la declaración conjunta del pasado junio decía expresamente que España y EEUU se comprometían a "coordinar esfuerzos para abordar las causas fundamentales de la migración irregular y trabajar para fortalecer las vías legales, con especial énfasis en los países de América Latina y el Caribe".

El ejemplo español

Entonces, fuentes de Moncloa insistieron en que Biden se había interesado especialmente por el modelo español de "acuerdos con los países de origen y tránsito". Y ése es, de hecho, el enfoque principal que la presidencia española del Consejo de la UE -entre julio y diciembre- se propone llevar a sus negociaciones con los Veintisiete.

Este compromiso político de España con Estados Unidos debe servir de ejemplo y guía, según fuentes del Consejo de Ministros.

Joe Biden y Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa, durante la cumbre de la OTAN en Madrid. Eduardo Parra Europa Press

Y es que ahora, tras varios meses de conversaciones, el Gobierno español ha aceptado su participación en esta iniciativa impulsada por Estados Unidos para que migrantes que quieren salir de sus países en Latinoamérica sean asesorados en centros de migración ubicados en Guatemala y Colombia. Allí serán aconsejados sobre las vías legales para asentarse en otro país, tratando de evitar los peligrosos viajes que estas personas realizan por el continente para cruzar la frontera estadounidense. 

Y según las fuentes consultadas en el Ejecutivo de coalición, la parte económica: una vez identificados quiénes son migrantes y quiénes refugiados, se determinará, "conforme a las necesidades", cómo se pueden distribuir de una manera que no bloquee la situación en los países de tránsito y acogida en Centroamérica o México.

Precisamente porque uno de esos centros -que EEUU pretende que tramite hasta 6.000 expedientes al mes- se ubicará en Colombia, cobra especial importancia la visita de Estado de Gustavo Petro, la semana que viene.

El presidente colombiano pasará tres días en nuestro país, pero el día 4 de mayo será el de mayor calado político. Llegará acompañado de cinco de sus ministros, con cuyos departamentos se están negociando varios acuerdos y memorandos de entendimiento. Pero en la cita bilateral con Sánchez se tratará con detalle el "interés compartido" entre Madrid y Bogotá por "el complejo problema migratorio".

Otro de los expedientes que España quiere cerrar en sus seis meses al frente de las políticas de la UE es el Tratado de Libre Comercio con Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). También tratará este asunto Sánchez con Petro la semana que viene, ya que Colombia se vería afectada por el acuerdo. Y además, Bruselas acogerá una cumbre UE-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) por iniciativa española, los días 17 y 18 de julio.

El 'Título 42' 

Sánchez viajará a Washington el próximo 12 de mayo. Sólo un día después de que se levante una regulación llamada Título 42. Esta norma excepcional, decretada por la Administración Trump en marzo de 2020 con la justificación de la pandemia de la Covid-19, le ha permitido a Estados Unidos realizar "devoluciones en caliente" en la frontera con México de más de tres millones de personas.

Joe Biden, presidente de EEUU, en una visita a la frontera con México. EP

Biden ya pretendió levantar el Título 42 hace meses, pero se lo impidió el Tribunal Supremo, atendiendo las demandas de 19 Estados. Desde entonces, el presidente demócrata ha venido proclamando que su intención es "facilitar los procesos de migración legal y de solicitud de asilo" al tiempo que elevar "las restricciones a la entrada irregular" en territorio estadounidense.

El acuerdo impulsado por Biden, Justin Trudeau y Sánchez pretende minimizar la llegada irregular de migrantes y solicitantes de asilo a sus fronteras. Es decir, esencialmente, evitar las caravanas: se atacará, así, el negocio de las mafias de tráfico humano, y se aliviará la presión de los países de tránsito, facilitando las gestiones legales.

La medida contará con la colaboración del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que serán los encargados de asesorar a los migrantes interesados en abandonar sus países.

EEUU va a instalar, de momento, dos nuevos centros en Guatemala y Colombia, pero ya mantiene conversaciones para ampliarlo a otros Estados de la región. Fuentes españolas añaden que el modelo se pretende "ampliar" a otros países de destino, más allá de Canadá y España. 

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones considera que se trata de "una oportunidad para reforzar las alianzas históricas de España con los países de América Central y del Sur", y de impulsar "las vías de migración regular, ordenada y segura".

Porque no sólo Estados Unidos necesita fuerza laboral para decenas de miles de empleos que se quedan sin cubrir en la actualidad, "también España". Y además, los gobiernos de estos tres países comprenden que el hecho migratorio no sólo es "inevitable", sino "una oportunidad" si se gestiona de una manera "multidimensional".

Y esto se traduce, según Moncloa, en este tipo de acuerdos y con políticas de "capacitación profesional" en los países de destino, acuerdos de "migración circular" y, sobre todo, con "la creación de oportunidades económicas y laborales" en los países emisores. Es decir, con más intercambios comerciales y de inversiones... otro aspecto que discutirá Sánchez, primero con Petro en Madrid, y una semana después, con Biden en la Casa Blanca.