Irene Montero ha mostrado su cariño a Petro con un afectuoso abrazo antes del desaire de Vox

La ministra de Igualdad, Irene Montero, se ha fundido en un cariñoso y prolongado abrazo con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, durante la visita del mandatario al Congreso de los Diputados.

El acto ha resultado especialmente polémico, porque los diputados de Vox han decidido abandonar el Hemiciclo cuando se disponía a tomar la palabra Petro, quien durante la celebración del 1 de mayo en Colombia arremetió contra la herencia española en su país.

Petro destacó que los colombianos supieren en su día "liberarse del yugo español de la Corona, de destronar reyes, duques y príncipes, de acabar con privilegios que separaban unos seres humanos de otros".

El líder de Vox, Santiago Abascal, ha justificado así el desplante de sus diputados al presidente de Colombia: "Petro es a Colombia lo que Otegi es a España", "un terrorista no arrepentido" que "ha insultado" a nuestro país. 

La protesta de los diputados de Vox contrasta con el afectuoso abrazo con el que la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha querido mostrar su proximidad a Gustavo Petro. Tras firmar en el libro de honor del Congreso, el presidente de Colombia ha saludado uno por uno a todos los miembros del Gobierno español, acompañado por la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet.

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Al llegar ante la titular de Igualdad, Petro ha tendido la mano para saludarla. En su lugar, Irene Montero le ha dado dos besos en las mejillas, agarrándole del cuello, y luego le ha dado un largo abrazo. Al separarse, mientras intercambiaban unas palabras muy cordiales, ambos se han cogido de la mano y finalmente la ministra le ha vuelto a colocar la banda que llevaba en el cuello. 

Podemos ya intentó instrumentalizar la toma de posesión de Gustavo Petro como ministro de Colombia, en agosto de 2022, para acusar al Rey Felipe VI de haber insultado al pueblo colombiano por no ponerse en pie ante el paso de la supuesta espada de Simón Bolívar.

Sin embargo, los vídeos del acto celebrado en Bogotá demostraron que el Rey sí se había puesto en pie al paso del espadón, a pesar de que no es un símbolo oficial del país.