El PP intuye que la marca de Pedro Sánchez puede ser un lastre electoral en algunos territorios y se ha lanzado a jugar con la idea. Los populares de Cantabria han presentado este jueves una serie de carteles lenticulares –aquellos en los que cambia la imagen según desde dónde se mire– en los que asocia al presidente del Gobierno con el cántabro, Miguel Ángel Revilla.
Bajo el lema Son lo mismo. Si apoyas a uno, apoyas lo otro, los rostros de Revilla y Sánchez van superponiéndose, como por arte de magia, según se mueve el cartel. Se trata de una estrategia efectista que ya ha llamado la atención en las redes sociales. Es, hasta el momento, la campaña más llamativa de las que se van conociendo para el 28-M.
Al margen del chascarrillo, hay un argumento político de fondo. Según denuncian desde el equipo de María José Sáenz de Buruaga, la candidata del PP en Cantabria, el PRC de Revilla es el partido que más ha apoyado a Pedro Sánchez después de Teruel Existe.
El único diputado del PRC en la Cámara Baja, José María Mazón, ha secundado el 93% de los decretos promovidos por Sánchez, según aseguran desde el PP. Esto le sitúa en una lealtad mayor a otras formaciones como ERC o EH Bildu, muy por detrás en su apoyo a las medidas impulsadas desde el Ejecutivo.
Los populares hablan de un apoyo "incondicional" por parte de Revilla. Además, según denuncian, ha sido "gratis", ya que "ninguno de los proyectos que el Gobierno de España había comprometido para Cantabria están en funcionamiento".
A ello hay que sumar que el PSOE en Cantabria es el actual socio de Revilla en el Ejecutivo autonómico. Sin embargo, podría dejar de serlo dentro de poco: el presidente cántabro, el pasado mes de marzo, se abrió a pactar con el PP un nuevo gobierno después del 28-M.
Y es que el PP en Cantabria está viviendo un momento dulce al albur de las encuestas. Los últimos sondeos muestran un crecimiento casi exponencial –de 9 escaños en 2019 pasarían a 14– que lo sitúan como primera fuerza política, por encima del PRC. Sin embargo, los populares sólo aventajan a Revilla por un escaño, por lo que la batalla aún está muy ajustada.
En cualquiera de los casos, los dos partidos están aún lejos de los 18 escaños necesarios para gobernar y van a tener que buscar apoyos. La suma de PP y Vox –2 escaños– no es suficiente, por lo que la llave puede seguir en el partido de Revilla, que sí sumaría con PSOE –6 escaños–, pero también con los populares, que quedarían como el partido más votado.