La Moncloa ha corregido el rumbo durante la campaña electoral: el miedo a la extrema derecha ha dejado de ser uno de los argumentos principales de Pedro Sánchez en sus mítines.
Vox apenas está presente en sus intervenciones de campaña y sólo aparece como referencia de pasada para criticar al PP. Por ejemplo, con frases como "la gran diferencia entre la derecha, la ultraderecha y nosotros es que ellos identifican las reformas con recortes".
Sánchez ha preferido hacer alarde de su gestión y anunciar medidas que días después son aprobadas en el Consejo de Ministros.
(Sánchez se empeña en convertir el 28-M en un plebiscito personal contra la opinión de sus barones)
Hace sólo un año, el presidente del Gobierno y líder del PSOE usó este argumento como mensaje principal en sus actos de la campaña de las elecciones autonómicas de Andalucía. Entonces, los socialistas, encabezados por Sánchez, repitieron en todo momento el miedo a un Gobierno en el que estuviera presente el partido de Santiago Abascal.
Finalmente, en esas elecciones, el PP de Juan Manuel Moreno logró la mayoría absoluta para gobernar con comodidad y sin necesidad de acuerdos con la extrema derecha. Un año antes, el uso del argumento del temor a Vox estuvo aún mucho más presente en la campaña de las autonómicas anticipadas del PP que terminaron con una contundente victoria de Isabel Díaz Ayuso.
Fuentes socialistas explican que sus estudios sobre esas elecciones mostraron que ese temor a Vox no logra siquiera movilizar al electorado de izquierdas. De hecho, sí logra que se agrupe voto útil de la derecha en torno al PP.
En el caso de Andalucía se produjo un efecto de última hora que llevó hacia el PP a ciudadanos que, durante el resto de campaña, aseguraban que votarían a Vox. Es decir, ese temor a la extrema derecha terminó por favorecer al PP.
Este cambio en el tiro de las campañas que dirige Moncloa es tan significativo como que Sánchez ni siquiera utilizó hace unos días en su favor la existencia de un Gobierno de coalición entre el PP y Vox en Castilla y León. La presencia de esa coalición provocó temor en el PP por el uso que se podría hacer en campaña por parte del PSOE. Sin embargo, los populares entienden que ha sido tan inocuo que Sánchez ni lo ha mencionado.
El asunto trasciende los mensajes de campaña porque es muy probable que el PP necesite de acuerdos con Vox para gobernar en comunidades autónomas y ayuntamientos y quizás pueda ocurrir después en las generales. Fuentes de los populares explican estos días que ese cambio en la estrategia de la dirección del PSOE muestra que esos acuerdos pueden haber dejado de ser perjudiciales para Feijóo.
La polémica de Bildu
Entienden también en Génova que la polémica sobre la inclusión de condenados por terrorismo en las candidaturas de Bildu y la constatación de que Sánchez quiere mantener el acuerdo con la coalición abertzale ha servido también para facilitar que el PP pueda pactar con Vox donde sea necesario.
Sin embargo, Podemos sí ha utilizado el argumento del miedo a la extrema derecha en la campaña. Lo ha hecho, por ejemplo, para vincular a Vox con el racismo mediante declaraciones que acercan al partido de Santiago Abascal a mensajes xenófobos.