El pasado domingo, cuando el mapa de España se empezó a teñir de azul, uno de los mensajes que recibió Alberto Núñez Feijóo en su teléfono móvil fue el de su antecesor: Pablo Casado, que le felicitó por el triunfo. A esa hora de la noche, eran muchos los que se preguntaban en Génova: "¿Qué pensará Casado de todo esto?". La mayoría de los candidatos, habían formado parte de su cuadrilla.
De los seis nuevos barones del Partido Popular, cinco son cosecha de la anterior dirección: María Guardiola, Carlos Mazón, Jorge Azcón, Marga Prohens y María José Sáenz de Buruaga, que en realidad no era la opción preferida en Cantabria, pero siguió en el cargo tras la negativa de la alcaldesa de Santander, Gema Igual, a ser la candidata.
Guardiola, próxima presidenta de Extremadura salvo sorpresa, fue la última elección de Casado. En enero de 2022, semanas antes de su abrupta salida, trascendió que el entonces presidente del PP preparaba un congreso para sustituir a José Antonio Monago por una concejal del Ayuntamiento de Cáceres entonces anónima. Feijóo, nada más llegar, se entrevistó con ella y decidió seguir adelante con el plan.
Pero estos nombres no son los únicos procedentes de la anterior etapa. Pocos recuerdan, a estas alturas, el revuelo que se generó en 2019 cuando Pablo Casado decidió situar como cabezas de lista al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid a otros dos desconocidos: José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso, ahora revalidados por mayoría absoluta.
De la misma forma, cuando Casado se hizo con las riendas del partido, decidió dar continuidad a algunos de los barones heredados de Rajoy: Alfonso Fernández Mañueco, Fernando López Miras —con el que tenía especial amistad Teodoro García Egea— y el presidente andaluz, Juanma Moreno, cuyo relevo nunca se llegó a plantear por su sorprendente asalto al poder en diciembre de 2018.
En cuanto al resto de presidentes regionales del PP, el de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, fue el primer nombramiento de Casado. Feijóo decidió apostar por él para los comicios de mayo, aunque su derrota frente a Emiliano García-Page deja la puerta abierta a una próxima sucesión.
De la misma manera, la actual cúpula popular tiene pendiente celebrar dos congresos territoriales para poner fin a los liderazgos en el País Vasco y Cataluña, donde permanecen Carlos Iturgaiz y Alejandro Fernández. En Cataluña, Génova se inclina por situar a la eurodiputada y exministra Dolors Montserrat.
Los nombres de Feijóo
Los barones que Feijóo ha elegido en el año que lleva de presidente son: Diego Canga, en Asturias; Javier García, en Navarra; Gonzalo Capellán, en La Rioja, y Manuel Domínguez, en las islas Canarias. Aunque, en realidad, la elección del futuro presidente riojano, que arrasó con mayoría absoluta el pasado domingo, corrió por cuenta de la secretaria general del partido, Cuca Gamarra.
A nivel local, otros dos nombres que han dado la campanada en estas elecciones y que provienen de Casado son los futuros alcaldes de Valencia y Sevilla: María José Catalá y José Luis Sanz. Sonoro fue el enfrentamiento entre el PP andaluz y Génova por el candidato hispalense, en el que se impuso el criterio de Madrid.
Con estos mimbres, hay quienes se afanan por reconocer a Pablo Casado parte del éxito en estas municipales y autonómicas, ya que la mayoría de los candidatos fueron designados por él. En su mandato, "no todo fueron sombras", insisten algunos dirigentes.
Los afines al anterior líder valoran especialmente que Feijóo, en este tiempo, no haya hecho tabula rasa con los dirigentes territoriales y ha optado por el continuismo. Es más, tampoco decidió cambiar a los portavoces en el Congreso y el Senado, Cuca Gamarra y Javier Maroto, como se dijo al principio; sino que reforzó a Gamarra situándola como su número dos en el partido.