Política ENCUESTA SOCIOMÉTRICA-EL ESPAÑOL

La desmovilización de los votantes del PSOE y Podemos augura una baja participación en el 23-J

Entre los votantes de izquierdas, la fidelidad es menor que entre los electores de PP y Vox. La fecha veraniega también apunta a una baja participación.

5 junio, 2023 02:41

La fecha estival no es el único indicio que augura una baja participación en las próximas elecciones generales. La fidelidad de los electores de izquierdas a su mismo partido va en descenso.

Así lo demuestran los datos del último sondeo de SocioMétrica para EL ESPAÑOL. De acuerdo con esta encuesta, sólo un 59% de los españoles que votaron al PSOE en las generales del 10-N de 2019 volverán a hacerlo el próximo 23-J. Un 7,8% de los electores socialistas optarían, en las próximas generales, por la abstención.

En el caso de Unidas Podemos, únicamente un 30% de sus afines repetirán y cogerán otra vez la papeleta morada. En enero de 2022, esta cifra era de un 79%. Hace sólo un año, se situaba en el 64%. Desde entonces, se ha ido desplomando mes a mes. De cara a las futuras generales, los votantes de Podemos que se abstendrán representan un 4,1%.

[La ventaja de Feijóo sobre Pedro Sánchez se amplía a casi 8 puntos tras el adelanto electoral]

La fidelidad de los electores de derechas es bastante mayor: un 78% de los votantes del PP volverán a coger dicha papeleta. En el caso de Vox, repetirán un 73%. La abstención en el bloque de la derecha ronda el 4-5%.

También es reseñable el número de indecisos entre aquellos que votaron a la izquierda el 10-N. Un 8,6% de los socialistas no sabe qué papeleta escogerá el próximo julio (si es que acude, finalmente, a las urnas, en pleno verano). A un 4,1% de los afines de Podemos les sucede lo mismo. Entre los votantes del PP sólo hay un 3,9% de indecisos. Entre los de Vox, únicamente un 2,1%.

La fecha elegida para celebrar las elecciones generales también es otro de los datos que auguran una menor participación. 

La decisión de Pedro Sánchez no tiene precedentes en la democracia española. Nunca antes unas generales habían caído en julio o agosto, los dos meses en los que los españoles tradicionalmente se van de vacaciones. Sí que se celebraron en fechas veraniegas las últimas autonómicas de Galicia y País Vasco: el 12 de julio de 2020. En ambos casos, los comicios estaban previstos para la primavera pero se pospusieron por la pandemia de coronavirus.

En ambos casos, el voto por correo se disparó. En Galicia aumentó un 52% y en el País Vasco, un 129%. En esa ocasión hay que tener, no obstante, en cuenta que todavía había restricciones de movilidad a causa de la Covid-19, por lo que este sistema era el único posible para algunas personas que vivían fuera de la comunidad en la que votaban.

Otra de las lecciones que dejaron esos comicios apunta a la participación. En las dos cayó respecto a las autonómicas de 2016. En Galicia, del 53,63% al 48,97%. En el País Vasco, nada menos que del 60,02% al 50,78%.

[Podemos tira de prosa épica y apela a sus bases en la recta final de la negociación con Sumar]

Esta situación podría ser problemática para el PSOE, que apostará en su campaña electoral por tratar de movilizar a su electorado y conseguir una participación mayor que la del pasado 28-M. La baja participación suele penalizar a la izquierda.

De hecho, la estrategia discursiva de los socialistas pasa por azuzar el miedo a la ultraderecha, el temor a un hipotético gobierno del PP en el que deba integrarse Vox. Es más, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insiste en vincular a Alberto Núñez Feijóo con Santiago Abascal. Tal y como demostró este sábado la ministra Nadia Calviño, el Partido Socialista también intentará presentar el voto para sí como el único que es realmente útil.

"Es muy importante, de cara a las elecciones, que los ciudadanos sean conscientes de que un voto que no sea el Partido Socialista es un voto a una potencial coalición del PP y Vox", indicó la vicepresidenta del Gobierno.

Podemos y Sumar

Otro de los grandes problemas para Podemos es que un 15,2% de sus electores optarán el 23-J por otros partidos que no son los mayoritarios. Por otro lado, un 23,5% de los sufragios que obtuvieron en 2019 se marcharán, si se presentan por separado, a Sumar, el partido encabezado por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Esta semana que se inicia, de hecho, comienza la recta final de la negociación entre Sumar y Podemos para tratar de concurrir al alimón a las generales. El próximo 9 de junio vencerá el plazo marcado por la ley para que ambas fuerzas registren un acuerdo. Díaz se muestra optimista. El pasado viernes trasladó un "mensaje de confianza": "Habrá acuerdo".

Ahora bien, tal y como ha informado EL ESPAÑOL, la titular de Trabajo lleva desde el pasado lunes sin sentarse con los de Ione Belarra para negociar un pacto. Y, de alcanzarlo, se prevé una intensa pugna por los nombres que conformarán (y los que no) las listas electorales (y su orden y proporción).

Pese al mutismo, el reloj corre en su contra. Ya se han desperdiciado más de cuatro días. Entre tanto, el exvicepresidente del Gobierno y antiguo líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha acusado a Sumar de querer imponerles "el deseo de humillación y venganza".

Ficha técnica

1.140 entrevistas en toda España, extraídas mediante cuotas prefijadas y cruzadas de sexo, edad y provincia, de forma mixta CATI y CAWI, mediante plataforma Gandia Integra, entre los días 30 de mayo y 3 de junio de 2023. La muestra se ha ponderado por situación laboral, nivel de estudios, y recuerdo de voto en las elecciones del 10-N y analizada con tendencias al acumulado anual. La convergencia x iteracción del equilibraje es del 97% (error para intención directa=3%). Director del estudio: Gonzalo Adán. SocioMétrica es miembro de Insights + Analytics España.