Las ministras de Igualdad, Irene Montero, y Derechos Sociales, Ione Belarra, se han convertido en el gran obstáculo para pactar la incorporación de Podemos a la plataforma Sumar, antes de que este viernes concluya el plazo para registrar la coalición ante la Junta Electoral.
El concejal de Más Madrid Félix López-Rey ha pedido públicamente este martes que Ione Belarra e Irene Montero se aparten de las candidaturas, para poder desbloquear el acuerdo.
El edil del partido de Íñigo Errejón constata que se trata de las dos "ministras peor valoradas del Gobierno", por lo que pueden lastrar el resultado electoral de la coalición. Y les pide que sigan el ejemplo del titular de Consumo, Alberto Garzón, quien la semana pasada anunció que se retira de la primera línea política.
"Imponer a Irene Montero y Ione Belarra, las ministras peor valoradas del Gobierno, es un error de Pablo Iglesias que pone en peligro la construcción de una alternativa de progreso. Es tiempo de generosidad y altura de miras. Garzón marcó el camino. ¡Piensen en la gente!", ha escrito en Twitter el concejal del grupo que encabeza Rita Maestre.
Fuentes de la dirección de Más Madrid han dejado claro que no se trata de la posición oficial del partido, sino de la opinión personal de su concejal Félix López-Rey.
"La mesa de negociación continúa y Más Madrid va sin vetos ni líneas rojas, haciendo un ejercicio de generosidad y responsabilidad con el momento que vive el país", indican las mismas fuentes.
El exvicepresidente del Gobierno y líder en la sombra de Podemos, Pablo Iglesias, ha respondido de forma airada a este tuit. Iglesias reprocha a López-Rey que lleva más de 20 años como concejal (antes, por el PCE e Izquierda Unida) y sostiene que ha "faltado el respeto" a las dos ministras del partido morado.
"Estimado Felix (sic)", ha escrito Pablo Iglesias en la misma red social, "cuando te eligieron la primera vez concejal en el Ayuntamiento de Madrid, Belarra y Montero no habían nacido aún. Respeto tu trayectoria como líder vecinal y cargo público del PCE y MM pero aquí estás faltando al respeto a nuestras dirigentes. Abrazo".
Lo cierto es que el propio Pablo Iglesias desveló el lunes por la noche en la Cadena Ser que sus antiguos socios de Más Madrid, Compromís y Barcelona en Comú (el partido de la todavía alcaldesa Ada Colau) vetan la presencia de cualquier nombre de Podemos en las candidaturas de Sumar de sus respectivas comunidades autónomas.
Joan Baldoví que la coalición se llame Compromís Sumar en la Comunidad Valenciana, que candidatos de su partido encabecen las listas en las tres provincias y que no haya ni un solo nombre de Podemos, según ha desvelado Iglesias.
Tanto Más Madrid como Compromís consideran que los nombres de Ione Belarra e Irene Montero están demasiado identificados con el fiasco de la Ley del sólo sí es sí (que ha provocado rebajas de pena para más de un millar de agresores sexuales), por lo que su presencia en las candidaturas de Sumar resultaría extremadamente tóxica para sus resultados electorales.
Echenique tampoco cabe
Podemos también tiene dificultades para colocar en las listas de Sumar a su portavoz parlamentario, Pablo Echenique.
También el filósofo Santiago Alba Rico (que participó en la fundación de Podemos y ahora está alineado con Más País) rechazó el lunes rotundamente la entrada del partido morado en Sumar, en un artículo publicado en el diario de Jaume Roures.
"La marca Podemos", escribía Alba Rico, "está dañada para siempre y solo puede hacer daño a quien se aproxime a ella. No tiene futuro. Ya nunca será capaz de interpelar a una mayoría social que, injustamente o no, siente un odio irracional hacia Iglesias y Montero; y nunca será capaz de liderar a una izquierda que contempla con indiferencia, cuando no con alegría, su descomposición".
Y añadía el filósofo: "Los líderes de Podemos han hecho todo lo que ha estado en su mano para movilizar a la derecha con sus alertas antifascistas y se han malquistado con las izquierdas convirtiendo en enemigos a cualesquiera que no pensara como ellos. Su victimismo, su soberbia, su actitud regañona; su sectarismo creciente en pugnas bizantinas que la gente normal no comprende; los disparos indiscriminados —desde posiciones de gobierno— contra periodistas, jueces y tuiteros; su defensa dinamitera de leyes que había que saber explicar a las mayorías —por no hablar de su falta de autocrítica— han convertido a Podemos, en fin, en un comodín de Vox y del PP y en una molestia para la izquierda".