UPN mueve ficha. A 24 horas de cerrar las coaliciones electorales para los comicios del próximo 23 de julio, el partido de Javier Esparza ha propuesto al PP reeditar la confluencia en los mismos términos del año 2015. ¿El objetivo? Concurrir de manera conjunta a las elecciones generales y rentabilizar todos los votos del centro derecha en la Comunidad Foral.
En 2015, Mariano Rajoy y Esparza alcanzaron un acuerdo que consistía en un reparto de las listas, donde UPN ocupaba los puestos de salida en el Congreso (números uno y dos para UPN, el tercero para el PP) y los populares encabezaban la candidatura del Senado (los dos primeros para el PP y el tercero para los foralistas). El PP, asimismo, se aseguraba el apoyo de UPN a su candidato en la investidura en caso de gobernar. En ese acuerdo se contemplaba que los diputados regionalistas podían pasar a integrar el Grupo Mixto.
"Acabamos de proponer al Partido Popular reeditar la coalición UPN-PP en los mismos términos del año 2015 con el fin de concurrir de manera conjunta a las próximas elecciones generales", escribió el jueves por la noche la cuenta oficial de Twitter de los regionalistas navarros.
Contraoferta del PP
El acuerdo de 2015 se reprodujo de nuevo en junio de 2016 con la repetición electoral, y también en 2019, tanto en los comicios de abril como en los de noviembre. Es decir, primero el equipo de Mariano Rajoy y después el de Pablo Casado dieron el visto bueno al pacto. Ahora, la nueva dirección del PP, capitaneada por Alberto Núñez Feijóo, no lo ve con buenos ojos y pide un mayor protagonismo en una hipotética candidatura integrada, en base a sondeos internos que manejan en Génova y dan buenos resultados a los populares en Navarra.
Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL de fuentes cercanas a la negociación, el PP ya ha respondido con una contraoferta: se muestra partidario de ir en coalición pero bajo la fórmula de 2011, es decir, dando más peso al PP. Se garantizaría al menos un diputado porque ocuparía el número dos al Congreso (números 1, 3 y 4 de la lista para UPN, números 2 y 5 para el PP) y dejaría que UPN liderara la lista de la Cámara Alta (los dos primeros senadores serían de Esparza y el tercero dependería de Feijóo). En esta coalición de 2011 que reclama el PP, además de prestar el apoyo en la investidura al candidato popular, UPN debía respaldar, en su tramitación parlamentaria, los Presupuestos Generales del Estado que ese hipotético Gobierno encabezado por el PP remitiera a las Cortes Generales.
Sobre los nombres que baraja UPN, suenan ya Alberto Catalán para la Cámara Baja y María Caballero para el Senado. Por parte del PP, el escaño que reclaman iría a parar seguramente para Sergio Sayas, ex de UPN que ahora milita en el partido de Feijóo.
En UPN ven "inasumible" la contrapropuesta del PP. "En 2011 cedimos porque el PP estaba fuerte y Rajoy acabó consiguiendo la mayoría absoluta. Feijóo no está en ese escenario", afirman fuentes cercanas al partido a este periódico. "O se repite la fórmula de 2015 o no hay pacto".
"Creo que no son conscientes de que el centroderecha en Navarra se aglutina en torno a UPN", dijo este jueves Esparza.
Desde 1989
UPN y PP llevan más de 30 años concurriendo juntos a las elecciones generales. Sin embargo, en esta cita con las urnas la sintonía entre foralistas y conservadores se desinflaba, hasta el punto en el que ha habido cruce de declaraciones y reproches en el sentido de no querer alcanzar un acuerdo. Esta semana las dos formaciones se acusaban mutuamente de romper un matrimonio político que ambos contrajeron en 1989.
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Según UPN, el PP quería "encabezar la plancha al Congreso", una "imposición inasumible" para los foralistas. "Hace cuatro días ha habido unas elecciones forales en las que UPN ha sacado 92.000 votos y el PP 23.000, 70.000 votos de diferencia. Pretender, en ese escenario, encabezar la lista al Congreso es no entender nada de lo que ha ocurrido en Navarra", explicaba Javier Esparza. Según el PP, los culpables de volar todos los puentes eran los regionalistas. Una guerra de relatos en toda regla.
Ruptura UPN-PP
Los puentes entre PP y UPN empezaron a romperse el año pasado, con la votación de la reforma laboral en el Congreso. Los dos diputados de la coalición Navarra Suma, formada por PP, UPN y Ciudadanos, Sergio Sayas y Carlos García Adanero (cuota UPN), decidieron romper la disciplina de voto impuesta por la dirección del partido navarro.
Esto derivó en su expulsión de UPN. Meses más tarde, y de cara a las elecciones del 28-M, los dos anunciaron su fichaje por el PP, una cuestión que indignó al partido foralista. En las recientes municipales y autonómicas, síntoma de la división, ambas formaciones se presentaron por separado.
Sin embargo, el escenario es diferente en unas elecciones generales, ya que de no ir en coalición, están en jaque los dos escaños que, tradicionalmente, suele sacar el centro derecha en Navarra. La decisión de ir separados, con Vox como tercer actor en la derecha, eleva las expectativas para fuerzas de la izquierda como EH Bildu.
La circunscripción de Navarra aporta cinco diputados al Congreso. De esas cinco actas, UPN-PP se hacía normalmente con dos. Así ocurrió en 2004, 2008 y 2011, 2015 y 2016. También obtuvieron dos asientos cuando se presentó bajo la coalición Navarra Suma junto a Ciudadanos en 2019.
En conjunto, no representan una gran fuerza, pero que Feijóo sume dos diputados más a su causa para su investidura puede marcar la diferencia en estas elecciones con bloques tan divididos.
Extrapolando los datos de las forales del pasado 28-M, si se confeccionara una candidatura que englobara a UPN y PP, se preservarían los dos diputados logrados hace cuatro años. Los otros tres representantes navarros se los disputarían entre los socialistas, Podemos y EH Bildu. Si UPN concurre en solitario, en el mejor de los escenarios conseguiría dos asientos, pero asumiría muchos riesgos, ya que el voto de centro-derecha se diluiría, y más aún con la irrupción de Vox, lo que al final daría más cabida a las fuerzas de izquierda y nacionalistas.
Para quien pinta peor es para el PP, que, si no va acompañado, tendría complicado obtener representación desde Navarra.