El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asegura que al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, "le tiemblan las piernas" porque no acepta un debate cara a cara con él en plena campaña de las elecciones generales del 23 de julio. A dos semanas de empezar la campaña electoral, el socialista intenta acortar distancias bajo el argumento de que la ciudadanía exige ese formato para "clarificar" qué rumbo va a tomar España a partir de esa fecha.
"Insto al PP a dar fecha y lugar para los debates electorales. Dejen de dar largas y buscar excusas para decir que no a los debates", ha dicho Sánchez este miércoles en una conversación organizada por el PSOE entre él y el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. Se trata del nuevo formato que ha inaugurado el PSOE, en el que el presidente se reunirá con personalidades del partido y el Gobierno sobre una temática específica.
"Hay gente que me dice que la razón que está detrás de estas excusas es que a Feijóo le tiemblan las piernas. Yo al principio pensaba que no, pero ahora tiendo a pensarlo", ha añadido Sánchez en la charla. Hace unas semanas, el presidente llegó a retar a Feijóo a un total de seis debates sobre temas diversos y que no necesariamente tendrían que estar representados por los dos candidatos.
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En contraparte, el líder del PP asegura que se enfrentará a un cara a cara con Pedro Sánchez en televisión sólo si la vicepresidenta Yolanda Díaz renuncia a participar en el debate, para que sea el presidente del Gobierno quien represente a "las dos listas del Gobierno", en referencia a las de PSOE y las de Sumar.
En caso contrario, el líder del PP se muestra dispuesto a participar en un "debate a tres", frente a Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en el que intentaría explotar todas las contradicciones del pacto de coalición. Desde Sumar no ven mal esta propuesta.
La propuesta remitida este jueves por el vicesecretario de Acción Institucional del PP, Esteban González Pons, al número 3 del PSOE, Santos Cerdán, también incluye la celebración de un debate a siete, en el que el presidente de Vox, Santiago Abascal, quedaría desactivado y diluido entre el resto de líderes políticos: participarían los representantes de PP, PSOE, Vox, Sumar, ERC, Bildu y PNV.
Para Sánchez es muy importante que se clarifiquen los planes de cada partido político; algo que, a su juicio, sólo se puede hacer a través de los debates. "La ciudadanía necesita tener información, necesita contrastar proyectos, propuestas, dejar atrás el ruido, los insultos que copan la conversación política", ha reclamado.
El presidente, que tiene prácticamente todas las encuestas en contra, se ha mostrado convencido de que el PSOE tendrá un respaldo en las urnas el 23-J que le permita revalidar el Gobierno de coalición y refrendar sus leyes. En cambio, acusa al PP y Vox de "querer derogar eso que llaman sanchismo" sin entrar en detalles de su proyecto de país.
Ferraz ha diseñado una precampaña y campaña electoral con menos mítines, en espacios cerrados para evitar el acceso de espontáneos. Quiere suplir estos actos con una mayor presencia de Sánchez en televisión. Por un lado, convertido en showman en espacios de máxima audiencia como El Intermedio (este martes), El Hormiguero y el programa de Jordi Évole. El objetivo: mostrar su faceta más humana y desenfadada.