Charlando con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, con las manos entrelazadas. Siendo el más solicitado para las reuniones bilaterales con otros líderes. Y con un cambio de protocolo exclusivo para él, Alberto Núñez Feijóo no sólo ha sido este jueves la estrella de la reunión del Partido Popular Europeo (EPP), sino que ha elevado a denuncia lo que hasta ahora no era más que un chascarrillo de campaña: que la cuarta entrega de los fondos europeos está en riesgo "porque el Gobierno no ha cumplido sus compromisos con Bruselas de 2023".
Era evidente que jugaba en casa, entre compañeros del EPP. Pero el político gallego ha sido mejor tratado incluso que Kyriakos Mitsotakis, primer ministro popular griego, que acaba de sacar mayoría absoluta, hace menos de una semana. Y lo cierto es que hasta a Feijóo se le ha escapado el hablar en presidente tras la cita de Bruselas, durante su atención a la prensa.
"No es serio que Pedro Sánchez no me haya llamado ni una vez para compartir las prioridades del semestre a la vista de que vamos a asumir la presidencia de turno del Consejo de la UE en agosto o septiembre", dijo más de una vez... antes de poner la condicional, "si los españoles quieren".
La precampaña del líder del PP lo ha llevado a protagonizar la cumbre del Partido Popular Europeo, previa a la cumbre del Consejo, que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea estos días en Bruselas. Una cita clave, en la que se discutirá el nuevo paquete de ayuda económica masiva a Ucrania, el pacto de migración y asilo, el regreso de las reglas fiscales, la respuesta de la competitividad europea al nuevo proteccionismo estadounidense, el impulso (uno más) de la Europa de la Defensa...
La reunión en Bruselas se celebra en las vísperas de la presidencia de turno que asume España este mismo sábado que, según las encuestas, le tocará pilotar a un Gobierno distinto del que la empieza: Sánchez acude a la capital europea quizá para despedirse, y el líder popular asomaba a la que posiblemente será su última rueda de prensa bruselense como líder de la oposición.
Debate a siete en RTVE
Feijóo ha confesado que en su intervención ante los líderes del PP Europeo ha advertido de que la situación económica española no es como la pinta el Ejecutivo saliente. Fuentes de su entorno señalan que Moncloa no ha pedido el cuarto desembolso de los fondeos de recuperación "porque no ha cumplido los hitos, y no los puede cumplir en plena campaña".
Según los populares, Sánchez le deja al próximo Gobierno un grave problema. Entre los compromisos no cumplidos, según fuentes populares, está la aprobación de la Ley de función pública y la imposición de una tasa de paso a todos los usuarios de las autovías españolas, "más sangrante aún, porque lo ocultan".
El líder del PP ha confirmado también en Bruselas la celebración, el 10 de julio, del cara a cara en Atresmedia. Nada ha dicho del debate a cuatro, planteado por RTVE con Santiago Abascal y Yolanda Díaz, pero sí ha llegado a anunciar que participará en el debate a siete propuesto por RTVE "si Sánchez decide acudir".
Aunque lo cierto es que la televisión pública planteó ese formato para que lo cubrieran los portavoces parlamentarios, el PP trata de utilizarlo en su provecho: "Como esto va de uno o cinco, es decir, del PP solo o del PSOE con sus socios independentistas y radicales", argumentó, "es bueno que todos puedan hacer sus propuestas a la ciudadanía".
Para el PP es clave seguir presionando a los socialistas con el recuerdo de sus alianzas con Podemos, Bildu, ERC, Junts... y en el discurso de Feijóo fue evidente que no citó por su nombre ni a Vox ni al PNV. Cada uno por una razón distinta, pero ambos candidatos a completar las mayorías parlamentarias que precisaría un eventual PP ganador el 23-J.
En su comparecencia ante la prensa, el presidente del PP reveló que "hace ya semanas" que formó un grupo de trabajo interno en el PP "para estar preparados" en el caso de que a su nuevo Gobierno le toque heredar esa presidencia de turno europea. El equipo está formado por cuatro exministros, un excomisario, cuatro exembajadores, un profesor de Derecho Internacional, y varios eurodiputados actuales "de entre los más destacados de la delegación española" del PP en Bruselas.
A este respecto, Feijóo ha avisado de que "Moncloa está todavía a tiempo de rectificar". Es decir, de proponerle al PP un grupo conjunto para dialogar, informar y proponer actuaciones dentro de las prioridades de la presidencia española del Consejo: "Nosotros estamos preparados para asumir la presidencia del próximo gobierno de España", ha sentenciado, "y pese a las dificultades que nos pone Sánchez, le he dado garantías a la Comisión y al Europarlamento de que en esto también lo estaremos".
Lo cierto es que las prioridades desgranadas por Feijóo son prácticamente las mismas que las que ya ha expuesto Sánchez: pacto de migración y asilo, competitividad y reglas fiscales -"eso es clave para poder hacer el Presupuesto de 2024"-, y una reconexión con Latinoamérica: "Queremos terminar el año con acuerdos de libre comercio firmados con México y Chile y, al menos, con un pacto político para avanzar en el de Mercosur".
Si acaso, el líder gallego ha añadido como prioritaria una de las obsesiones de su programa electoral: "Queremos introducir el problema del agua en la agenda europea, es decir, que la Unión contemple las infraestructuras hidráulicas como una parte clave de la lucha contra la desertificación". Es decir, se avecina un Plan Hidrológico Nacional si Feijóo es presidente... una prioridad para el PP ya desde los tiempos de Pablo Casado.
Sánchez "cambiará de opinión"
Según Feijóo, el triunfalismo que está exhibiendo el actual Ejecutivo no se corresponde con la realidad. "Si la economía española va como una moto, como dice Sánchez, ésta será otra cosa en la que va a cambiar de opinión en pocas semanas... porque no es verdad".
Para el líder del PP, decir eso es "una falta de respeto a la realidad y a los españoles" a la vista de que "duplicamos el paro medio de la UE, duplicamos el aumento de deuda, somos el tercer país con más déficit de la eurozona y, todo eso, porque somos la segunda economía que menos ha crecido desde la pandemia".
Como todo en política, la economía es opinable según el cristal con el que se mire. Y por eso, Feijóo aseguró que su Gobierno "respetará" la reforma laboral -de la que siempre ha dicho que es la del PP de 2012 con "pequeños ajustes"- y que, sólo propondrá "alguna mejora" a los agentes sociales. Pero remarcando que la clave está "en el pacto de patronal y sindicatos", y que su Ejecutivo no impondrá cambio alguno.
También, por ejemplo, ha tenido que posicionarse respecto al dato de inflación. Ante el IPC adelantado de junio -en el que España se ha convertido en el primer país de la Unión en rebajarla del 2%-, Feijóo se ha "felicitado".
Eso sí, sin dejar de advertir que "la que cuenta es la subyacente, que es la que persistentemente está reduciendo el poder adquisitivo de los españoles más que a ningún otro en Europa". Y que además, la subida de las hipotecas por el alza de los tipos de interés "está sustituyendo" esa ralentización de la inflación: "La subida de los pagos es de 300 euros al mes" para el español medio, ha advertido, "y eso junto a los precios de los alimentos está terminando de tensionar a las familias".
El presidente popular, de hecho, anticipó un nuevo "cambio de opinión de Sánchez en las próximas semanas". Según Feijóo -que lo dijo casi guiñando un ojo para remarcar su referencia a lo que sostiene el presidente sobre sus "mentiras" o "cambios de opinión"-, en este caso será sobre la situación económica española. El augurio se cumplirá, dijo, cuando ocurra el cambio de Gobierno tras el 23-J, para criticar al nuevo inquilino de la Moncloa, "y sobre todo, porque no es verdad que la economía española vaya bien".