Valencia

El primer ataque de sinceridad lo tuvo Zapatero. Pareció un desliz. "Es mucho mejor ganar por sorpresa", dijo para cerrar la entrevista que concedió este viernes a Antonio Ferreras en La Sexta. Pero este sábado Pedro Sánchez apeló en varias ocasiones a una victoria "contra todo pronóstico". El PSOE ya reconoce su desventaja y apela a la épica para lograr la victoria el 23-J.

Se trata de un giro que se produce a ocho días de la cita con las urnas. La estrategia hasta la fecha era negar la mayor, obviar el grueso de las encuestas y lo ocurrido el pasado 28 de mayo, cuando la derecha ganó con holgura las elecciones municipales y autonómicas.

Este mismo jueves, Sánchez decía creerse los resultados de la última de las polémicas encuestas del CIS, presidido por el socialista José Félix Tezanos. La misma prevé 1,4 puntos de ventaja del PSOE frente al PP. "El resto son ejercicios de fe", llegó a afirmar el presidente del Gobierno. Lo dijo en una entrevista en Cadena Ser con Àngels Barceló, en la que solo dio verosimilitud al sondeo público y al del medio que le acogía.

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Pero este sábado Pedro Sánchez se adhirió a la llamada a la remontada que realizó previamente Zapatero. Desempolvó para ello su célebre Manual de resistencia. "Nunca lo hemos tenido fácil", afirmó Sánchez sobre "la historia del PSOE", un partido fundado en la clandestinidad que ha pervivido hasta ahora "siempre contra pronóstico".

"Mi historia también es esa", dijo Sánchez. "Ganamos unas primarias contra todo pronóstico". Lo hizo en dos ocasiones, la segunda contra el aparato del partido en una trepidante pugna con Susana Díaz.

Se pronunció en los mismos términos sobre la moción que le llevó al poder tras una sentencia del caso Gürtel. "Ganamos una moción de censura para vencer a la corrupción contra todo pronóstico", indicó. "Y ganamos dos elecciones en 2019 para que hubiera progreso contra todo pronóstico", agregó.

Nueva remontada

"¿Y sabéis lo que va a parar el 23 de julio? ¡Que vamos a ganar las elecciones!", exclamó el presidente, que realizó una pausa dramática antes de repetir que ocurrirá "contra todo pronóstico". Sánchez ya no esconde su debilidad, y trata de hacer de ella un trampolín. Se presenta en la semana decisiva como el político de las remontadas, el capaz de lo imposible.

Si lo logra, bien merecería un capítulo extra su Manual de resistencia. Sus alcaldes y presidentes autonómicos le habrían servido de escudo. Serían las víctimas del castigo electoral a su PSOE, que retendría el poder nacional apelando al miedo, fruto de la movilización para evitar que los pactos autonómicos y municipales entre el PP y Vox lleven a la derecha a la Moncloa.

En esta línea, el candidato socialista aprovechó su presencia en Valencia para advertir de los acuerdos de Gobierno entre PP y Vox. "Lo sabéis muy bien aquí en la Comunidad Valenciana", dijo. Recordó que la actual presidenta del Parlamento valenciano, María de los Llanos Massó, "se aparta de las pancartas que condenan la violencia machista".

Pedro Sánchez, durante su mitin en Valencia junto a Diana Morant y Ximo Puig. Efe / Kai Forsterling

Por ello apeló a la movilización. "Una abstención es un retroceso, como votar al PP y a Vox. Solo pedimos eso, ir un día a votar para tener cuatro años más de avances", solicitó Pedro Sánchez.

Ximo Puig, uno de sus barones caídos, fue el encargado de abrir el mitin de este sábado. El ya expresidente valenciano no pudo esconder su pesimismo. "Algún día Pedro Sánchez dejará de ser presidente del Gobierno, esperemos que no el 23 de julio", dijo.

Sánchez, tomando el ejemplo valenciano, subrayó las diferencias entre sus pactos con Bildu y ERC y los del PP con Vox. "Pactamos con quien haga falta para asegurar derechos, y ellos pactan con Vox para recortar libertades", contrapuso.

Voto femenino

El candidato socialista solicitó especialmente el voto femenino. Pidió la movilización de las votantes frente a la "coalición contra las mujeres" que, a su juicio, forman las fuerzas de la derecha. "Que ninguna mujer se quede en casa, todas a votar al PSOE", reclamó.

La candidata socialista por Valencia Diana Morant reivindicó en su intervención la labor de Sánchez. "Ha mejorado la ley del aborto, las leyes para proteger a las mujeres víctimas de violencia de género y además ha mejorado las condiciones materiales con la reforma laboral y de pensiones", enumeró.

"Eso no es derogable, la vida de las mujeres no es derogable", señaló la ministra de Ciencia en referencia a la posible supresión de leyes.