La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (Faes), presidida por José María Aznar, ha publicado un editorial con motivo de las elecciones del domingo en el que se refiere a Yolanda Díaz como "un figurín neocomunista confeccionado a toda prisa con retales de Dior y mediocre literatura de autoayuda".
El artículo, que pide "concentrar el voto" en el PP para forjar "un Gobierno fuerte", también es crítico con Vox, al que califica de "derecha populista" con "vocación resistente antes que gubernamental".
Faes analiza la posición de Pedro Sánchez en la campaña presentando como única socia a la líder de Sumar. "No cuela", dice el editorial. "Sánchez seguiría necesitando a Bildu y ERC que, disimulados tras la tabla de planchar, no ocultan su plan de voladura constitucional simultánea", añade.
El texto critica la posibilidad de un Gobierno de coalición: "Es falsa la idea que presenta a otras formaciones como refuerzos en un hipotético Gobierno de coalición. Esa fórmula no obtendría un Ejecutivo más fuerte, sino uno mucho más débil".
En este punto, el documento es crítico con Vox, partido que dice nacido de "la polarización que fabricó el sanchismo". También dice que no existe "un PP auténtico", y que el centroderecha liberal "no necesita avalistas a la hora de defender su crédito en materias tales como la defensa de la unidad nacional".
La fundación de Aznar dice que ninguna legislatura ha pasado "por el bochorno de cosechar desmentidos tan rotundos de la Comisión Europea". Se refiere, por ejemplo, a la propuesta de imposición de peajes en muchas carreteras españolas.
El editorial dice que hay mucho trabajo por delante para el próximo Gobierno, porque "no solo hay que derogar la mentira; también hay que restaurar la confianza; también hay que recuperar la unidad; también hay que fortalecer la convivencia nacional".
Pese a las críticas al resto de formaciones, Faes hace un llamamiento a la unidad y a la concordia ante los retos que tiene planteados España: "Es hora de restaurar el valor de la confianza en la esfera pública, en todas sus dimensiones: confianza de los españoles entre sí, por encima de opciones partidarias; confianza del Gobierno en la sociedad, porque gobernarla es dirigirla, no suplantarla; y confianza de la sociedad en sus instituciones, porque son de todos y permanecen mientras se relevan los que en cada momento las ocupan".
El documento termina con una frase rotunda: "Ha llegado la hora de la unidad y de la libertad (...): las campanadas que la anuncien deben sonar con fuerza inequívoca".