Michavila hace bueno a Tezanos: arrastró al PP creando unas expectativas que condicionaron el 23-J
- Convenció a Génova, con sus trackings internos y los publicados en medios, de que estarían en torno a los 150 escaños y gobernarían con seguridad.
- Sigue los resultados de las elecciones generales en directo y todas las reacciones políticas
Se convirtió en uno de los encuestadores más solicitados por los medios de comunicación. En ese sistema binario tan característico de las tertulias, Narciso Michavila recorrió platós convertido en la némesis de José Félix Tezanos.
La empresa que preside, GAD3, publicó sus sondeos en los medios de comunicación, pero también fue la encargada de realizar los llamados "trackings internos" para el Partido Popular.
En esa doble vertiente desplegada por Michavila siempre hubo una conclusión: el PP estaría en torno a los 150 escaños y sumaría, con Vox, una mayoría suficiente para gobernar. Sí o sí.
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Erró sus pronósticos, pero eso no es el factor que lo convierte en noticia; eso sucede con una gran cantidad de encuestadoras en cada elección. Lo que hace de Michavila una de las claves del análisis poselectoral es su hilo directo con Feijóo; su papel protagonista en las falsas expectativas que arrastraron al PP a una realidad que no existía.
En la planta noble de Génova, el grueso de dirigentes asumió que este doctor en Sociología y Ciencias Políticas –misma titulación que Tezanos– era el gurú oficial del proyecto de Feijóo. La estrategia de campaña del candidato gallego siempre tuvo en cuenta las pistas que facilitaba Michavila.
Las fuentes consultadas por este diario reseñan esas "muy frecuentes conversaciones" que mantenía el sociólogo con el núcleo duro de Feijóo. Michavila llegó a la agenda de Génova con una hoja de servicios impecable, ya que fue la encuestadora que mejor previó los resultados de las autonómicas y municipales.
El asesoramiento de Michavila alcanzó su punto álgido en la última semana de campaña, cuando la ley, como es tradición, prohibió la publicación de los sondeos. Sin embargo, como también es tradición, los partidos recabaron de sus gurús –GAD3 en el caso del PP– trackings prácticamente diarios.
La "gran sorpresa" inversa
Michavila dejó de publicar en medios con una conclusión así titulada: "Derecha blindada". Paralelamente, vaticinó en las entrevistas que concedía que Pedro Sánchez no llegaría a septiembre; y que Ferraz se llevaría "una gran sorpresa" con sus resultados. "Sabemos seguro que tienen mayoría absoluta [PP y Vox], lo venimos viendo desde principios de año", concluía.
Tres días antes de las elecciones, fue entrevistado por esRadio. Deslizó una duda, cosa que no había hecho antes de ese día y que no volvería a hacer después. Afirmó: "Hay partido". Tanto había "blindado" al PP antes que la conversación fue replicada por varios medios de comunicación.
Pero, internamente, en los trackings que facilitaba a Feijóo, la derecha seguía sumando una holgada mayoría para gobernar. Lo único que no garantizaba Michavila al candidato del PP era la posibilidad de mandar en solitario.
Cuando concluyó el escrutinio, muchos en Génova miraron a Narciso Michavila y a GAD3. El sociólogo, con una trayectoria de más de veinte años en el Ejército, se hallaba en el plató de Telecinco, con Pedro Piqueras, haciendo análisis de las elecciones.
Casi como si le pitaran los oídos, dijo: "Si alguien puede quejarse de las encuestas de GAD3, es el Partido Popular". Feijóo había sacado 136 diputados, 14 por debajo de los que auguró Michavila. El PSOE sobrevivió en los 122, 10 por encima. Vox (33) y Sumar (31) sí estuvieron cerca de los 31 y 27, respectivamente, que dibujó GAD3.
Los trackings privados para Génova, aquellos que la ley impedía publicar, eran muy similares a la encuesta que la casa encuestadora publicó a través de Telecinco a las 20:00 horas del domingo.
Michavila mostró anoche una diferencia de talante con Tezanos. En directo, asumió su equivocación y dio la enhorabuena a sus compañeros de gremio que más se habían acercado con sus pronósticos. Defendió la demoscopia y reconoció que su labor, en campaña, no había cumplido con las expectativas.
Sánchez no sólo no dimitirá, como predijo. Ferraz no se llevó ninguna sorpresa, como vaticinó. Los números de Michavila provocaron que la mayor incredulidad se trasladara hasta el despacho de Alberto Núñez Feijóo en Génova.