Pedro Sánchez publicó en el año 2019 un libro que, a la larga, se ha convertido en el mejor resumen de su carrera. Su título era Manual de resistencia. Ahora, lo ha vuelto a hacer. El líder del PSOE y candidato de los socialistas a las elecciones generales de este domingo 23 de julio ha resurgido de sus cenizas como el 'Ave Fénix' una vez más. El político madrileño del conocido barrio de Tetuán ha salvado una situación crítica en unos comicios que ya son historia viva de la democracia española. 

Cuando todos le daban por muerto, cuando nadie creía en este PSOE que ha vivido durante toda la campaña electoral a la sombra del 'que te vote Txapote', la formación socialista y su figura más representativa han aguantado el ataque de un PP que se ha ido apagando y que no ha cumplido con las expectativas generadas. 

A pesar de que Alberto Núñez Feijóo ha sido el candidato más votado y de que el PP se podría declarar como ganador de las elecciones generales, la gobernabilidad en España en estos momentos pende de un hilo. De hecho, podría estar a tiro de un pacto entre el PSOE y Junts, lo que podría dar a Pedro Sánchez la posibilidad de retener su puesto de privilegio en la Moncloa y la presidencia del Gobierno de un país que se encuentra más dividido que nunca.

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Contra todo pronóstico, Pedro Sánchez ha vuelto a salir de una situación límite, ha vuelto a firmar una de sus históricas remontadas y ha vuelto a ver la luz al final del túnel. "No haremos presidente a Sánchez a cambio de nada", ha sido el mensaje que Junts le ha lanzado al PSOE sabiendo que tienen la llave de la gobernabilidad y de la supervivencia de un Sánchez que, a pesar de perder las elecciones, vuelve a tener en su mano otros cuatro años de gobierno socialista. 

Míriam Nogueras, portavoz de la formación catalana, ha sido la encargada de hacer público lo que muchos españoles tienen en su cabeza. Son la llave de un gran pacto de gobierno que va camino de conformar la enésima remontada de un Pedro Sánchez que ha dado la vuelta a las encuestas en un domingo que quedará para el recuerdo. Ahora repasamos las grandes 'remontadas' que cimentan el 'manual de resistencia' de un Sánchez que, como El Cid, vuelve a ganar su última batalla cuando muchos le creían sin vida. 

La victoria sobre Susana Díaz, el principio de todo

Pedro Sánchez siempre podrá decir que con Susana Díaz empezó todo. O mejor dicho, con su victoria sobre la política que impulsó su carrera en unas primarias del PSOE que le convirtieron en el líder único del partido. Eso sí, Pedro Sánchez se había acostumbrado a dar la sorpresa y a hacer remontadas desde mucho antes. 

La primera llegó en el año 2004, cuando obtuvo su primer cargo público. Después de no lograr su puesto como concejal en las municipales de un año antes, obtuvo este rango tras la renuncia de Elena Arnedo. Fue la primera vez que consiguió dar la vuelta a una situación adversa después de una derrota. 

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Unos años después, el actual presidente del Gobierno consiguió su escaño en el Congreso de una forma similar, después de las renuncias de Pedro Solbes y Cristina Narbona. Así fue como inició su camino en la política, el cual obtuvo su segundo gran impulso tras la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba, sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero, tras varias debacles electorales. 

Unos meses después de esta situación, Pedro fue nombrado secretario general aupado por una Susana Díaz que poco después se convertiría en su máxima rival interna. Antes, Sánchez cosechó varias derrotas políticas importantes contra Rajoy, recurrió a alianzas con Albert Rivera y Pablo Iglesias y se convirtió en el líder que reformó el PSOE desde dentro, trabajándose un perfil propio, enfrentándose a las altas esferas y ganándose el cariño de su pueblo, los militantes, mientras recorría España en su Peugeot 507.

Pedro Sánchez y Susana Díaz en Marbella Daniel Pérez Agencia EFE

 

Fue a través de esa táctica como consiguió, por sorpresa y después de que muchos le dieran por acabado, vencer a Susana Díaz y a Patxi López en unas primarias que son historia del partido. A partir de ese año 2017 arrancó el 'Sanchismo', un PSOE de las bases y no del aparato, ni de la vieja guardia ni de los barones. Un PSOE que consiguió llegar a la Moncloa donde aún hoy continúa.

La moción de censura sobre Rajoy, otro punto clave

Pedro Sánchez ha construido su carrera y su legado político en base a duras derrotas que han precedido a grandes recuperaciones. Una de las más importantes fue la que se produjo a mediados del año 2018, cuando el PSOE de Pedro Sánchez propuso la cuarta moción de censura de la historia de la democracia. Sin embargo, la del político madrileño pasó a la historia por ser la primera que prosperaba. 

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El actual presiente del Gobierno venía de sustituir al frente del partido a Alfredo Pérez Rubalcaba, quien en el año 2011 se presentó a las generales como reemplazo del saliente José Luis Rodríguez Zapatero. El cántabro cayó en los comicios con estrépito y, poco después Pedro Sánchez se postuló como la savia nueva que necesitaba para resurgir un PSOE en horas bajas. 

Sin embargo, Sánchez cedió en las elecciones generales del 2015 y también en las del 2016. Esas dos derrotas habían supuesto, para muchos, el fin de su carrera política. No obstante, para él solo fueron el impulso que necesitaba para llegar a la Moncloa, salto que se produjo a través de la famosa moción de censura. 

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El texto parlamentario fue debatido en dos sesiones plenarias del Congreso de los Diputados, las cuales se celebraron el 31 de mayo y el 1 de junio. Su aprobación provocó la dimisión de Mariano Rajoy ante el rey Felipe VI y trajo consigo la investidura de un Pedro Sánchez que se convertía en el séptimo presidente de la democracia en España a pesar de haber cedido en dos visitas a las urnas casi consecutivas. Rajoy consiguió resistir su primera moción de censura, la planteada por Unidas Podemos, pero no pudo hacerlo con la de Pedro Sánchez y sus eternas remontadas. 

La doble vuelta electoral del año 2019

Tras la moción de censura contra Mariano Rajoy, Pedro Sánchez se convirtió en presidente del Gobierno de España de manera oficial el 2 de junio del año 2018. Una victoria muy importante en su carrera, ya que el líder del PSOE había sido propuesto para su investidura en febrero el año 2016, pero solo consiguió reunir el apoyo de Ciudadanos y de Coalición Canaria. Votos insuficientes que provocaron que el 4 de marzo, y tras segunda votación, Pedro Sánchez fuera el primer candidato a la presidencia del Gobierno que fracasaba y que no lograba la confianza del Congreso para su investidura.

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Sin embargo, en el año 2019, uno de los más convulsos en la historia de la democracia española, Pedro Sánchez obtuvo una doble victoria clave en su carrera. Siendo ya presidente, el líder del PSOE se vio obligado a convocar elecciones en el mes de abril después de que el Congreso de los Diputados rechazara los presupuestos generales propuestos. 

Así pues, el 28 de abril de dicho año se celebraron las decimocuartas elecciones desde la transición democrática. En ellas, el Partido Socialista se llevó la victoria gracias a sus 123 diputados por delante de un PP que se quedó en 66De esta forma, Pedro Sánchez, que unos años antes había sido derrocado como líder del PSOE, puesto que recuperó tras las primarias vencidas sobre Susana Díaz, ganó sus primeras generales por delante de un Pablo Casado que no pudo contener la debacle de su partido, en crisis tras la marcha de Mariano Rajoy y tras el estallido del 'caso Gürtel' y de la tensión separatista en Cataluña. 

Pedro Sánchez y Pablo Casado, a las puertas de Moncloa.

A pesar de su victoria, Pedro Sánchez no consiguió los apoyos necesarios para ser investido como presidente del Gobierno, por lo que Felipe VI se vio obligado a disolver las Cortes Generales con el visto bueno de la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, y a convocar una nuevas elecciones generales. Estas celebrarían el día 10 de noviembre.

En esta segunda vuelta, los resultados cambiaron notablemente. El PSOE se mantuvo estable con 120 diputados, pero el PP creció hasta los 89. Vox irrumpió con fuerza gracias a sus 52 escaños y Podemos y Ciudadanos se desplomaron en lo que fue su principio del fin. Con estos números, Pedro Sánchez fue nuevamente propuesto por Felipe VI como candidato a la presidencia. 

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La primera sesión de investidura, que comenzó el 4 de enero de 2020, resultó nuevamente fracasada al no lograr el voto a favor de la mayoría absoluta de los diputados del Congreso. Sin embargo, unos días después, su candidatura obtuvo la mayoría simple necesaria en segunda votación con 167 síes por 165 noes (y 18 abstenciones), logrando así la confianza de la Cámara para ser investido presidente del Gobierno. De esta forma, comenzó su segundo mandato al frente del país. Sánchez hizo de nuevo historia al ser primer presidente de un gobierno de coalición desde la Segunda República.

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Como tras cada gran derrota, Pedro Sánchez siempre ha tenido después una enorme victoria. Y estas recientes elecciones del año 2023 no han sido para menos. Pedro Sánchez registró en el mes de mayo un duro golpe electoral. El PP, y Vox, se consagraron como los partidos ganadores de unos comicios autonómicos y municipales en los que brillaron nombres como Isabel Díaz Ayuso, José Luis Martínez-Almeida o María Guardiola. 

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Ante la debacle, Pedro Sánchez se vio obligado a tomar una decisión drástica que, a la larga, le ha terminado dando unos resultados que muchos no esperaban: adelantar las elecciones. El presidente del Gobierno inició una campaña política dura e ingrata en la que ha tenido que hacer frente al peaje de sus tratos con partidos como ERC o Bildu, a los efectos de la 'Ley del Sólo Sí es Sí' y las proclamas populares que se han extendido entre la sociedad lideradas por el famoso 'que te vote Txapote'. Unos cánticos que, como se ha terminado demostrando, han sido más ruido que votos. 

Pedro Sánchez quedó tocado tras el intenso cara a cara con Alberto Núñez Feijóo en Atresmedia. Un momento en el que muchos volvieron a pensar que el presidente había quedado visto para sentencia. Sin embargo, desde aquel momento, Sánchez cambió el paso e inició el camino hacia su enésima remontada, esa que ha terminado certificando este domingo con unos resultados que, unas horas antes, nadie hubiera imaginado. Una campaña más polarizada, un acercamiento a Sumar y Yolanda Díaz y dibujar a Feijóo como el socio inseparable de Abascal han sido sus grandes proclamas. 

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El PSOE y Pedro Sánchez han obtenido 122 escaños, el 31,73% de votos y un total de 7.682.377 papeletas a su favor. Unos números que no le acreditan como el ganador de las elecciones, pero que sí amortiguan el golpe del 28-M y que le abren la puerta de la gobernabilidad previa formación de un Gobierno de coalición a gran escala y tras negociar con Junts los escaños que tienen la llave de la no repetición de unas nuevas elecciones. 

"El 29 de mayo convoqué las elecciones porque teníamos que decidir qué rumbo tomar. Creo que España ha sido bien clara. El bloque involucionista y del retroceso ha fracasado. Somos más los que queremos que España siga avanzando". Quien sigue avanzando cuando nadie lo esperaba es, una vez más, Pedro Sánchez