El PSOE y Sumar centrarán la conversación política de las próximas semanas en el objetivo de conseguir una investidura satisfactoria para que Pedro Sánchez pueda ser presidente del Gobierno y, a falta del recuento del voto CERA --el voto de los residentes en el extranjero--, la reelección pasa por el apoyo de Junts. La formación de Puigdemont, sigue insistiendo en negociar a partir de dos puntos: amnistía y referéndum de independencia.
En esto, el Gobierno es implacable. La negociación con el partido del expresidente de la Generalitat "solo cabe dentro del marco constitucional". La línea roja no se ha movido desde que Sánchez, en campaña, dijese que un referéndum es implanteable porque no lo permite la Constitución.
Sobre esto, se han pronunciado hoy varias partes del Gobierno, desde María Jesús Montero a Isabel Rodríguez, pasando por Yolanda Díaz. Las tres ministras, las dos socialistas han mantenido la versión del "no". La primera en hacerlo ha sido Montero en una entrevista en Hoy por Hoy donde ha asegurado que "el PSOE siempre ha sido muy claro con esta cuestión. Somos un partido constitucionalista, cualquier cuestión que abordemos tiene que estar en ese marco constitucional".
[Feijóo no tira la toalla y avisa de que España "no puede estar sometida a prófugos" de la Justicia]
"Sobre la petición de algunos grupos, si algo ha quedado demostrado en estos años de Gobierno del presidente Pedro Sánchez es que en Cataluña como en el conjunto de España solo cabe el marco constitucional, y también a tenor de la expresión de la ciudadanía catalana parece claro que eso ha gustado también en Cataluña", ha asegurado Rodríguez en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
El PSOE va a mantener la misma línea roja que en su día planteó a ERC. "Más mesa de diálogo con todos los grupos", decía Yolanda Díaz a mediodía en una entrevista en LaSexta, pero avanzaba que en todas las negociaciones se parten con peticiones de partida, "legítimas", pero que no se deben tener "líneas rojas" y al final las posiciones van convergiendo hasta dar con un acuerdo, como ha ocurrido desde su experiencia en el diálogo social.
Lo que sí es evidente, según dicen desde el Gobierno, es que el independentismo ha sufrido un verdadero golpe ya que los partidos más votados en Cataluña han sido el PSC y Sumar. En ningún caso ERC o Junts, por lo que esperan que ambos partidos interioricen este resultado.
También Salvador Illa avisó ayer de que las exigencias de Junts "no son factibles" y rechazó que la negociación con el partido de Puigdemont se llevase a cabo con él asegurando que se llevarán a cabo con los "interlocutores habituales" de los partidos.
Bildu apoyará al PSOE
Por su parte, Arnaldo Otegi ha afirmado que en el caso de una investidura del líder del PSOE "si hiciera falta votar a favor, lo haríamos". Además, ha confirmado que su formación ya ha hablado "con alguien" del PSOE, que necesita los seis escaños de Bildu para poder gobernar.
En EH Bildu tienen "predisposición" a hablar con el PSOE para "entablar y articular en las próximas semanas una solución" para que haya un Gobierno sin la presencia de "la derecha reaccionaria" formada por el PP y Vox.
"Si hay algo que ha decidido el pueblo vasco este domingo, por encima de siglas políticas, es que no quiere un Gobierno del PP y Vox en el Estado español, porque nosotros somos independentistas y, mientras no seamos independientes, seguiremos formando parte del estado español", ha añadido.
Sin prisa
Las dos ministras recalcaron que ahora mismo no hay prisas para la investidura de Sánchez. La democracia, recordó la portavoz en funciones, "tiene sus plazos e hitos". Así, este viernes se empezará a computar el voto CERA --momento tras el cual se reunirán Sánchez y Feijóo-- luego los diputados y senadores recogerán sus actas y después, el 17 de agosto, se constituirán las Cortes de la XV Legislatura. Los socialistas, confirmó Montero, aspiran a continuar presidiendo la Cámara baja.
Mientras tanto el PSOE esperará. Porque la idea de Sánchez es que sea Alberto Núñez Feijóo quien asuma la presión de los primeros contactos y con toda seguridad un intento de investidura fallida más después de que tanto PNV como Coalición Canaria hayan adelantado ya al líder popular de que no van a negociar una investidura "fantasma", como dijo ayer Oramas.