El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha anunciado este miércoles su vuelta a su profesión de científico tras cuatro años en el Congreso de los Diputados. En los últimos nueve años el físico teórico llegó a serlo todo en Podemos: fundó el partido en Zaragoza, fue en sus listas al Parlamento Europeo, plantó cara a Pablo Iglesias en el primer Vistalegre, fue perdonado, lideró la Secretaría de Organización durante las purgas y representó al grupo parlamentario en su legislatura más complicada. Todo para caer a manos de Sumar.
Hay cuestiones simbólicas que trascienden a los momentos históricos, y ese primer Podemos nacido del 15M y desembarcado en las instituciones tiene varias de ellas. La coleta, las gafas redondas, las rastas, el bebé y, claro, la silla de ruedas eléctrica, el colofón de una fauna morada y ruidosa en la que el científico se llevaba la palma, sobre todo por Twitter. Todos esperan que lo siga haciendo, aunque ya no como representante público.
"Hoy es mi última intervención aquí y aquí se acaba mi viaje. En unos días, solicitaré volver al servicio activo en el CSIC para continuar con mis trabajos como científico", ha declarado durante su intervención en la diputación permanente que convalida último decreto ley de ayudas destinadas a paliar los efectos económicos de la guerra en Ucrania.
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Aunque no ha aclarado si seguirá en la Ejecutiva de Podemos, el todavía diputado volverá a trabajar como científico titular y ya no será liberado del partido, como lleva desde 2014. La decisión llega en medio de un proceso complicado para Podemos, que tras la tortuosa negociación para integrarse en Sumar ha pasado de 23 diputados en el Congreso a los cinco que tendrá a partir de la constitución de las Cortes el próximo agosto.
"Me despido de esta Cámara pero lo hago sin tristeza a pesar de que soy consciente de que quedan más cosas por conseguir. Me despido con orgullo, con el modesto orgullo de haber contribuido a conseguir un importante número de avances sociales que habríamos pensado que era imposible", ha defendido.
Echenique, que sigue siendo uno de los referentes más reconocibles de Podemos, ha reivindicado los logros del Gobierno de coalición y el trabajo de su grupo parlamentario en la última legislatura, sobre todo el de la ministra de Igualdad, Irene Montero, que tampoco repite en las listas.
"Hace cuatro años Iglesias pidió a la gente una oportunidad para gobernar y dijo que si no conseguíamos cambiar algunas cosas, no nos votaran más. Me despido con el orgullo de saber que hemos hecho algo vital para esta Cámara, cumplir con nuestra palabra", ha defendido el portavoz. "He conseguido no dejarme seducir por los oropeles de la Corte. No dejarme engatusar por sus señorías y no dejar que se me pegue la moqueta a los pies, aunque es verdad que como no la piso tengo menos problemas", ha bromeado a continuación.
El dirigente de Podemos ha afirmado que entró a la sede de la soberanía popular "como un intruso", como uno más de "los nadie", en referencia al escritor uruguayo Eduardo Galeano. "Pienso que en el fondo nunca he dejado de ser un intruso y a todas las personas con las que he tenido el gusto de trabajar durante todos estos años, a todas las personas hasta pronto, ha sido un placer y no dejéis que nadie os diga que no se puede", ha cerrado.