Juan Carlos I ha aterrizado esta mañana -sobre las 14:00- en el aeropuerto de Vigo en la que es su tercera visita a España desde que se marchó a vivir a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) en agosto de 2020 por la controversia sobre su patrimonio en el extranjero.
A pie de pista le esperaba su amigo Pedro Campos, que va a trasladarle en coche hasta su domicilio, donde volverá a alojarse. Campos había salido de su casa a las 12:50 horas acompañado por su mujer y sin hacer ningún tipo de declaraciones. En el entorno de la vivienda, en Nanín, el ambiente está tranquilo.
El rey emérito tiene planeado salir a navegar en el "Bribón" y tomar parte en la regata que se celebra el sábado y el domingo, con el fin de poder prepararse para el campeonato mundial de la categoría 6m que tendrá lugar a finales de agosto en el Reino Unido.
Como en su última visita, se espera que el rey emérito adopte un perfil bajo durante su estancia en Sanxenxo con el fin de no incomodar al Gobierno y a la Casa del Rey.
La intención inicial del padre de Felipe VI era haber viajado los días 10 y 11 de junio, coincidiendo con la precampaña electoral, pero la regata que estaba programada esos días se suspendió por la previsión de mal tiempo, informa Efe.
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Su llegada atrajo a numerosos medios de comunicación al aeropuerto y algunos curiosos que no quisieron perderse el aterrizaje de la aeronave en las inmediaciones del recinto.
Antes de que Juan Carlos I aterrizase en España, su pescadera favorita, "Piliña, muy conocida en Sanxenxo (Pontevedra) y alrededores por su fama de contar con los mejores productos del mar, había acudido a hacer una entrega en casa de Pedro Campos.
El contenido es "bueno", ha sido la sucinta declaración de esta comerciante, que continúa un oficio al que ya se dedicaba su tatarabuela y de la que todos los que la conocen dicen que tiene muy buen ojo para elegir.