Una de cal y otra de arena. El Partido Popular se ha encontrado hoy con la negativa reiterada del PNV de apoyar la investidura de Alberto Núñez Feijóo, limitando mucho sus opciones de alcanzar la presidencia del Gobierno. En el lado de las buenas noticias para los populares, Coalición Canaria (CC) ha abierto en la tarde del lunes la puerta a apoyar una hipotética investidura.

El cambio de postura de los nacionalistas canarios está vinculado a que Vox anunció ayer que también respaldaría la candidatura de Feijóo sin exigir formar parte de su Ejecutivo. CC había marcado como una "línea roja" que no apoyaría ningún Ejecutivo integrado por la extrema derecha o la extrema izquierda. 

El partido nacionalista ofrece su apoyo a los populares siempre que se someta a que "el nuevo Gobierno dé plenas garantías para el cumplimiento de la agenda canaria".

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En un comunicado, la formación política enumera alguna de las demandas a las que debería comprometerse Feijóo si quiere el apoyo en caso de que Felipe VI le proponga para una votación de investidura en el Congreso de los Diputados. 

Entre sus exigencias se encuentra la recuperación de los convenios de infraestructuras hidráulicas o educativas, que Canarias quede exenta de las tasas aeroportuarias que implantará Aena desde el 1 de marzo o la participación de la comunidad autónoma en la política migratoria y en las reuniones bilaterales con Marruecos al respecto o sobre la delimitación de las aguas.

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A ello suman agregan la demanda de que se les transfiera de forma total las competencias de Costas, la actualización de los costes tipo del transporte de mercancías, la cogestión de los aeropuertos, la transferencia de las partidas incluidas en los Presupuestos del Estado para 2023 y la reforma de la financiación autonómica

Coalición Canaria consiguió su única representante en el Congreso en las elecciones del pasado 23 de julio en la circunscripción de Santa Cruz de Tenerife, donde se alzó con 81.391 votos. PP y PSOE lograron allí 3 escaños cada uno. De esta forma, la coalición lograba un escaño en una provincia donde no lo tenía en la pasada legislatura, pero perdía el que tuvo en Las Palmas.

El PNV se niega

Con la declaración de Coalición Canaria, y suponiendo que finalmente los populares se plegasen a sus demandas, Feijóo contaría con 172 apoyos en una hipotética votación de investidura: los 137 del PP, el diputado de UPN, la diputada de Coalición Canaria y los 33 representantes de Vox.

Esto le resultaría insuficiente para lograr la investidura en primera vuelta, cuando se precisan de 176 apoyos. En la segunda votación, donde solo es necesario lograr más síes que noes, tampoco sería suficiente con estas cuatro formaciones políticas. El PP precisaría, además, la abstención de siete diputados, algo que parece prácticamente imposible después de la negativa del PNV y del resto de organizaciones presentes en la Cámara Baja. 

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Ya desde el día siguiente a las elecciones generales, el presidente de la formación vasca, Andoni Ortuzar, dejó claro que rechazaría cualquier tipo de negociación con el PP para investir a Feijóo, algo que ha reiterado el PNV desde su cuenta oficial de Twitter este mismo lunes: "Hay algunos aquí y allá tratando de confundir las esquinas. Por si acaso, refrescaremos la memoria de los de allá y de los de aquí". Enlaza a continuación la negativa de Ortuzar a facilitar su llegada a la Moncloa.

De esta forma, el PNV solo se plantea ayudar a la investidura de Pedro Sánchez. Desde la formación vasca consideran que sus demandas principales, como la transferencia de la gestión de la Seguridad Social o el desarrollo de la alta velocidad, pueden extraerse de una negociación con el PSOE.

No hay que perder de vista que el País Vasco celebrará comicios autonómicos en 2024, previsiblemente en el primer semestre -salvo adelanto electoral-, y que la formación conservadora se ha llevado sendos varapalos en las dos últimas citas en las urnas: las municipales de mayo y las generales de julio. Apoyar un gobierno de la derecha respaldada por la extrema derecha podría ahuyentar al votante moderado vasco, y poner la lehendakaritza en peligro. 

En las generales, Bildu superó al PNV en 57.500 votos y le 'robó' un escaño. En las municipales, los peneuvistas fueron la primera fuerza con 322.347 sufragios, 25.000 más que Bildu, pero la formación de extrema izquierda fue la que más concejales logró, con 1.050 frente a los 981 del PNV. De hecho, en los comicios de mayo, EH Bildu recortó a 2,5 puntos porcentuales la diferencia porcentual en votos, frente a los más de 11 puntos de diferencia en las municipales de 2019.

El PNV ya necesitó el apoyo de los socialistas vascos para lograr que Iñigo Urkullu fuese designado lehendakari tras los comicios autonómicos de 2020, algo que podría repetirse en las elecciones regionales que se celebrarán en unos meses.