El Partido Aragonés Regionalista (PAR) ha cerrado este martes el acuerdo para apoyar la investidura de Jorge Azcón como nuevo presidente de Aragón, quien se asegura así una amplia mayoría absoluta de 36 escaños en la votación del próximo jueves: recibirá el apoyo de los 28 diputados del PP, siete de Vox y el único representante del PAR, Alberto Izquierdo.
El PAR aspiraba a gestionar una de las diez consejerías que compondrán el nuevo Ejecutivo de Azcón, pero finalmente se ha conformado con puestos de segundo nivel: ocupará cinco direcciones generales en consejerías del PP.
Por su parte, como informó EL ESPAÑOL, Vox se ha hecho con dos consejerías: una de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia (que ocupará Alejandro Nolasco como vicepresidente primero) y otra de Agricultura y Ganadería.
El programa programático que han firmado este martes el presidente del PAR, Alberto Izquierdo, y la portavoz parlamentaria del PP, Ana Alós, se centra en las señas de identidad de la región y elude cuestiones espinosas como el rechazo al trasvase del Ebro (que crea división frente a la dirección nacional del PP).
El acuerdo incluye cuestiones como reclamar al Estado las transferencias pendientes previstas en el Estatuto de Autonomía y un nuevo sistema de financiación autonómica, que tenga en cuenta el coste de la prestación de servicios públicos en las comarcas despobladas de la región.
El PP y el PAR acuerdan mejorar la gestión de la televisión autonómica, "promocionar las modalidades lingüísticas de Aragón", potenciar la figura del Justicia de Aragón (equivalente al Defensor del Pueblo) y el Derecho foral propio, informa Europa Press. Además quieren que el Ejecutivo autonómico participe en la gestión de los fondos europeos y tenga una representación propia en la UE.
En el apartado económico y de infraestructuras, ambos partidos quieren mejorar la conexión de las tres capitales, con la puesta en marcha del servicio de cercanías entre Zaragoza y Huesca, y reclaman el impulso del eje ferroviario entre Zaragoza y Algeciras.
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En otros apartados, el pacto firmado este martes es coincidente con el que PP y Vox suscribieron la semana pasada: quieren mejorar las condiciones retributivas del personal sanitario, reducir las listas de espera hospitalaria, mejorar las prestaciones de los trabajadores autónomos y rebajar la fiscalidad.
El exalcalde de Zaragoza y futuro presidente autonómico Jorge Azcón no ha firmado personalmente el acuerdo con el PAR, sino que lo ha hecho en su lugar la portavoz parlamentaria del PP, Ana Alós (que en los próximos días abandonará su acta para convertirse en diputada nacional), como ocurrió la semana pasada con el acuerdo suscrito con Vox.
El debate de investidura se iniciará este miércoles en las Cortes de Aragón y la votación se celebrará el jueves. Azcón tiene previsto que el próximo sábado tomen posesión del cargo sus diez consejeros (dos de Vox).
Entre los del PP, Mar Vaquero será vicepresidenta segunda y gestionará las áreas de Economía e Industria. Por su parte, Roberto Bermúdez de Castro será consejero de hacienda y Octavio López de Fomento y Vivienda (con competencias en carreteras, transportes e infraestructuras).
Como ha informado EL ESPAÑOL, el pacto firmado entre el PP y Vox la semana pasada prevé, en el apartado fiscal, eliminar los impuestos de Sucesiones y Donaciones (como ya ha hecho el Govern balear de Marga Prohens) y rebajar en medio punto todos los tramos del IRPF para los contribuyentes que ingresan hasta 50.000 euros. También se aplicarán sobre este impuesto deducciones por nacimiento o adopción, para el cuidado de niños de hasta 14 años y por labores del hogar no remuneradas.
El Ejecutivo regional establecerá el cheque bebé para fomentar la natalidad, el cheque escolar para que los padres puedan elegir el centro en el que estudian sus hijos y garantizará la gratuidad de la enseñanza en la etapa de cero a tres años (como ha prometido Feijóo a nivel nacional).
El pacto rubricado entre PP y Vox también incluye el compromiso de defender "la unidad de España y la igualdad entre españoles" y combatir, desde el Ejecutivo regional, "las mentiras y manipulaciones interesadas del nacionalismo catalán excluyente y expansionista".
Esta última cuestión alude al conflicto histórico sobre la llamada Franja de Aragón, medio centenar de municipios situados en las tres provincias (en los que cerca de 30.000 personas hablan ciertas modalidades del catalán), que ERC ha reivindicado de forma cíclica como parte de Cataluña.