Puigdemont se reúne junto a la frontera con Aragonès, Pujol y Montilla mientras se negocia la investidura

El líder de Junts, Carles Puigdemont, participa este lunes en un acto cultural en la abadía de Sant Miquel de Cuixà, en Codalet (Francia), junto al actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), José Montilla (PSC), Quim Torra y Jordi Pujol Soley.

El homenaje que la Universitat Catalana d'Estiu (UCE) organiza en memoria del músico Pau Casals, con motivo del 50 aniversario de su muerte, ha logrado reunir al actual presidente de la Generalitat con cinco de sus antecesores en el cargo: todos, salvo Artur Mas. El acto se celebra en esta población del sur de Francia, situada a apenas 20 kilómetros de la frontera con España.

Pese a su carácter cultural, el acto tiene un significado especial, dado que el encuentro se produce mientras el PSOE intenta cerrar el acuerdo para que Junts y ERC apoyen la investidura de Pedro Sánchez. 

La última exigencia de Junts para sellar el pacto es que la mesa del Congreso de los Diputados, presidida por la socialista Francina Armengol, acepte tramitar una Ley de Amnistía para decenas de independentistas encausados, antes de que Pedro Sánchez se someta al debate de investidura.

A pesar de que el Parlamento Europeo le retiró la inmunidad, Carles Puigdemont se ha podido desplazar a esta población francesa, desde Waterloo, porque el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena todavía no ha activado la euroorden de detención contra él.

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Llarena ha decidido posponer la decisión hasta que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) resuelva el recurso presentado por Puigdemont contra la retirada de la inmunidad que gozaba como eurodiputado.

A su llegada en la abadía de Sant Miquel de Cuixà, Pere Aragonès y sus antecesores en el cargo se han hecho la foto de familia junto al presidente de la UCE, Jordi Casassas, y el abad de Montserrat, Manel Gasch, informa Europa Press.

"¡Puigdemont, president!"

Carles Puigdemont, que se ha convertido en el hombre clave de la investidura de Pedro Sánchez, ha sido recibido en la abadía por un grupo de manifestantes independentistas, que han coreado "¡Puigdemont, el nostre president!".

Durante el acto, Puigdemont ha apelado al ejemplo de Pau Casals para reivindicar la lengua como "patrimonio del mundo", ha destacado que el catalán se habla incluso "en la ONU" y ha pedido su reconocimiento oficial en las instituciones europeas.

"Hay una lengua que no se podía usar con normalidad, que merece ser tratada con normalidad", ha dicho el fugitivo de la Justicia, "cuando pedimos que el catalán continúe siendo una lengua de Europa lo hacemos siguiendo aquel mismo hilo que las generaciones que nos han precedido supieron tejer".

El PSOE ya se ha comprometido ante ERC y Junts para que la lengua catalana pueda usarse como lengua oficial en los debates del Congreso de los Diputados, en toda la Administración española (incluyendo la de Justicia) y en los organismos de la Unión Europea.

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También Pere Aragonès ha aludido a las reivindicaciones que su partido, ERC, plantea en la negociación de la investidura de Sánchez. Ahora "más que nunca", ha dicho, la amnistía y la autodeterminación son necesarias para resolver el "conflicto político" causado por la negativa del Estado a reconocer el derecho de Cataluña a decidir libremente su futuro.

El presidente de la Generalitat ha añadido que el homenaje a Pau Casals ha tenido que celebrarse fuera de España "a causa de la represión que todavía dura", ha dicho sobre la orden de detención que pesa sobre Puigdemont en España por el golpe del 1-O.

Una "maniobra tenebrosa"

Por su parte, Jordi Pujol Soley (que se encuentra procesado en la Audiencia Nacional por organización criminal, blanqueo y delito contra la Hacienda pública) ha mostrado su "participar reconocimiento" por Carles Puigdemont y ha advertido de que la identidad y la lengua catalana se encuentran en "en peligro".

"La lengua, la historia, la memoria y la capacidad de proyecto son elementos básicos del ser de un pueblo y esto, ahora —y no querría que se considerara una exageración y alarmismo—, corre riesgos", ha dicho Pujol durante su intervención.

También ha lanzado un mensaje que puede interpretarse en clave política, mientras se negocia el acuerdo de investidura: "La existencia de un pueblo, de una larga continuidad, siempre se ha salvado con tenacidad, con inteligencia, pero también con voluntad de ser", ha recalcado. 

Quim Torra ha recuperado sus teorías conspiranoicas y ha achacado a una "tenebrosa maniobra española" que Pau Casals no recibiera el Premio Nobel de la Paz cuando fue uno de los candidatos finalistas en 1958, año en el que el galardón quedó desierto.

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Por último, José Montilla ha sido interrumpido con algunos silbidos y gritos de "¡Independencia!", cuando ha apelado al "diálogo y a los acuerdos" para garantizar la convivencia en Cataluña.

Como presidente de la Generalitat, el socialista José Montilla encabezó en julio de 2010 la manifestación convocada por todos los partidos del Parlament (salvo PP y Ciudadanos) bajo el lema "Som una nació, nosaltres decidim", para protestar contra la sentencia del Tribunal Constitucional que había recortado algunos de sus artículos.

Los partidos convocantes argumentaron que el Tribunal Constitucional no tenía "ninguna legitimidad" para alterar el texto del Estatut, pues había sido aprobado por el Parlament y ratificado por los catalanes en un referéndum, cuya participación no llegó al 50% del censo.

El PSC ha jugado ahora un papel fundamental en la estrategia seguida por el presidente en funciones Pedro Sánchez, para recabar el apoyo de Junts y ERC a su investidura.