Podemos tuvo una época gloriosa cuando, en 2019, obtuvo 35 escaños, de los cuales solo han conservado cinco tras el 23-J. Estos resultados dicen mucho del ocaso del partido, pero no significa que esté muerto. Los de Ione Belarra continúan alborotando, pero esta vez contra una enemiga de su mismo espectro ideológico: Yolanda Díaz.
La estrategia de ataque a Sumar, al comienzo, fue discreta. Simplemente, se adhirieron al partido de Yolanda Díaz y dejaron hacer. Pero ya no callan y han explotado con una voz más desvergonzada, según informan fuentes de Podemos.
Este giro lo ha retomado Pablo Echenique, el exportavoz —teóricamente retirado de la política del partido— en el Congreso, pero que sigue activo en su papel de vocero oficioso de Podemos. En el partido de Belarra, lo que necesitaban era una figura más fuerte, sin pelos en la lengua, que dijera todo lo ya no pueden agitar desde el Congreso. En resumen, un "macarra".
[PSOE y Sumar cederán sus diputados a Junts y ERC para que tengan grupo propio en el Congreso]
Personalista
Yolanda Díaz, en las últimas semanas, ha ido quitando competencias a Podemos, apartando la voz cantante de Irene Montero y vetando a otros dirigentes, hasta el punto de que sólo cinco diputados de todo el Congreso están adscritos al partido morado.
La líder de Sumar, a juicio de Podemos, es una figura más bien "personalista". Hace pocos días acudió ella sola la cita con el Rey, y así se lo afeó Juan Carlos Monedero, fundador e ideólogo de Podemos, desde sus redes sociales: "Es una marcha atrás e incongruente con la plurinacionalidad y la pluralidad que con Podemos todos los partidos integrantes de la coalición se reunieran con el Rey y ahora sólo lo haya hecho Yolanda Díaz". Y añadía: "¿Ya no somos republicanos o es por no molestar?".
Todo está cuidadosamente planeado para que las personas que rodean a Díaz sean más afines a su figura que a ningún otro partido de la coalición. Es por ello que abundan perfiles sin especial experiencia en política nacional, lo que facilita que no haya tantas voces discordantes con su discurso.
Centrista
Fue el mismo Echenique quien también acusó a Yolanda Díaz, en un artículo publicado hace algo más de dos semanas, de "centrista". A su juicio, tiene una "una praxis política mucho más cercana a la de la socialdemocracia del PSOE" que a la de Podemos, y opinaba que ese ha sido el "principal error" de su partido.
El exportavoz también reprochaba a Díaz no tener el "alma partisana" que se necesita en el partido, sino una más "centrista y transaccional". Echenique no desaprovechó la situación para echarle en cara su facilidad para pactar con el PSOE: "La izquierda centrista se diferencia de la partisana en que esta última es la que pone pie en pared cuando el PSOE insiste en mirar hacia su derecha".
[Bolaños ve "inaceptable" que el PP promueva "el transfuguismo" dentro del PSOE para votar a Feijóo]
Y concluía: "¿Y dónde acaba el alma más partisana de la izquierda —dónde acaba Podemos— si le roban su capacidad de transformar? Pues, obviamente, en el cementerio de la política". Belarra también recomendó estas palabras como "lectura obligatoria" en sus redes sociales.
Matar a Podemos
La tesis del artículo, a fin de cuentas, era que esa llamada "unidad de la izquierda" de Sumar con el PSOE, se trata en realidad de una "fachada" comunicativa para "matar a Podemos". Es decir, según el partido morado, no existe un proyecto común real, sino que solo sacan provecho de su discurso inicial para luego ir por otros derroteros.
En esta misma línea, Ione Belarra publicó al día siguiente de las elecciones generales un vídeo en el que acusaba a Sumar de la pérdida de votos que provocó el peor resultado de Podemos. Y añadía: "La estrategia de renunciar al feminismo e invisibilizar a Podemos no ha funcionado electoralmente".
Así es cómo Pablo Iglesias, siempre activo desde su televisión, Canal Red, ha activado a sus esbirros Echenique, Monedero, Belarra e, incluso, Irene Montero, que se ha unido al fenómeno articulista al empezar a publicar en el medio de comunicación de Iglesias.
[Podemos usa la elección de Feijóo para deslegitimar al Rey y alentar la sospecha de un 'Tamayazo']
Todos atacan a Yolanda Díaz con un mismo propósito, reclamar su lugar dentro de la coalición. Para hacer valer sus cinco diputados, recordando que pesan lo mismo que los del PNV y que, por tanto, deberían tener autonomía de voto.
Así lo explicaba Pablo Iglesias, bajo el titular: Los cinco diputados de Podemos son tan cruciales, cada uno de ellos, como los de ERC, Bildu o el PNV. Y, en otra ocasión, pedía "humildad" a Yolanda Díaz por la pobreza de sus resultados. Podemos ya ha pedido contar con un ministerio en un hipotético nuevo Gobierno de izquierdas.
En definitiva, lo que pretende este (no tan) nuevo grupo de "macarras", en términos del propio partido, es que no muera el alma partisana de Podemos y que sobreviva la marca y su identidad. En otras palabras y, parafraseando el título de la famosa película, lo que buscan demostrar es que este muerto está muy vivo.