Los acuerdos entre el Gobierno en funciones y los posibles socios de la investidura empiezan a sustentarse. PSOE y Sumar han registrado este miércoles una propuesta conjunta con los grupos independentistas para cambiar el reglamento del Congreso y admitir el uso de las lenguas cooficiales del Estado (catalán, gallego y euskera) en todos los plenos y escritos. La idea, acelerada en las últimas horas y adelantada por EL ESPAÑOL, es calificar la reforma la semana que viene y aplicarla antes del 26 de septiembre, durante la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo.
Así lo aseveran distintas fuentes parlamentarias conocedoras de las negociaciones bilaterales que el Gobierno en funciones mantiene con ERC, cuyo apoyo es necesario para alcanzar la mayoría progresista. Uno de los puntos del acuerdo era, precisamente, habilitar el uso del catalán en la Cámara Baja "cuanto antes" mediante un pleno extraordinario el 20 de septiembre y una declaración de urgencia, un proceso necesario para acortar los tiempos similar a la que se usó para eliminar el delito de sedición.
El Gobierno en funciones espera recuperar ese día la mayoría parlamentaria que hace unas semanas hizo presidenta del Congreso a la socialista Francina Armengol, otra declaración de intenciones del rumbo que iba a tomar la legislatura. De hecho, ese será el tono que PSOE y Sumar quieren imprimir al nuevo hemiciclo, más dependiente que nunca de los votos de Junts y ERC para armar mayorías frente al bloque de la derecha.
Que los grupos independentistas pudieran expresarse en su lengua durante la sesión de investidura de Feijóo era una condición sine qua non, como también lo era anunciar el nuevo reglamento antes de la Diada de Cataluña, el próximo lunes, y poder promocionarla. Sorprende, no obstante, que el nuevo texto tenga las firmas del Grupo Socialista, Sumar, ERC, Bildu, BNG y PNV, pero no las de Junts, que ya han confirmado su apoyo.
Formalmente, el cambio del reglamento tocará varios apartados, entre ellos el artículo 70 que regula el uso de las lenguas, para poder garantizar su uso en todos los ámbitos de la actividad parlamentaria. Además, aunque no aparece en el texto presentado en el registro, la reforma implicará un nuevo plan logístico que aún no se ha producido, pero que se espera ocurra en las próximas dos semanas.
A corto plazo, para que pueda empezar a operar cuanto antes, el Congreso tendrá que ejecutar contratos de urgencia para traductores desde el fondo con el que cuenta la Cámara gracias a los excedentes presupuestarios de los últimos años. Según datos de la institución a marzo del pasado 2022, el montante con el que cuentan actualmente asciende a más de 108 millones de euros, más que suficiente según las fuentes consultadas.
No obstante, el proceso será rápido y el nuevo reglamento echará a andar cuanto antes, como era la intención (y la carta de presentación) de Francina Armengol desde su elección como presidenta del Congreso. Fuentes cercanas a la negociación señalan que gran parte del cuerpo legal del texto fue redactado por el PSOE y Sumar, preocupados por los informes de los letrados que advertían del "riesgo de indefensión" que podían sentir los diputados al no entender las otras lenguas cooficiales.
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Un doble acuerdo
El compromiso al que PSOE y Sumar llegaron con Junts y ERC para lograr su apoyo en el pleno inaugural de la legislatura consta de dos partes, una nominal y otra legislativa. La primera, sencilla, se explicitó con el "bos días, buenos días, egun on, bon dia" que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, esgrimió durante su primer discurso como tercera autoridad del Estado, y vendría a normalizar el uso de las lenguas en la Cámara, que no está explícitamente prohibido, sino sujeto a una interpretación del reglamento.
El segundo compromiso es el materializado este miércoles. La propuesta de reforma pretende dotar al catalán, el gallego y el euskera de seguridad jurídica en el hemiciclo e incluirlos dentro del texto para que puedan ser usados indistintamente del castellano tanto en los plenos como en las comisiones, un extremo —las fuentes hablan de "alcance"— que los grupos estuvieron negociando hasta última hora del lunes.