Podemos ya ha hecho público el listado de propuestas que, desde este sábado, debatirá internamente a fin de "fortalecer" el partido.
A lo largo de sus 27 folios, la formación señala, entre otros aspectos, que las futuras coaliciones electorales se formularán "sin vetos", con "respeto mutuo" y mediante primarias abiertas. Se trata de las condiciones que Podemos reclamó a la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante las negociaciones para su integración en la plataforma Sumar. Y las mismas condiciones que Díaz rechazó.
Ahora, la formación encabezada por Ione Belarra señala en este documento interno que "Podemos trabajará para llegar a acuerdos electorales de unidad con todas aquellas fuerzas con las que se compartan determinados objetivos". No obstante, fija tres condiciones para que ello ocurra.
¿Cuáles? Primero: que "resulte útil, conveniente y eficaz desde el punto de vista político y electoral". Segundo: que "exista respeto mutuo a la autonomía de las distintas fuerzas políticas que conformen la correspondiente coalición". Tercero: que "las listas de la candidatura se conformen siempre mediante primarias abiertas, sin restricciones y sin vetos".
Todas estas premisas coinciden con lo ya adelantado por Ione Belarra este sábado por la mañana, durante su discurso en el acto Con vosotras, Podemos.
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, avanzaba desde su atril que el partido iniciaría inmediatamente "un debate" y "una reflexión colectiva" para "redefinir" una "nueva hoja de ruta" que ayude a "fortalecer política y organizativamente" a Podemos durante los próximos cuatro años.
Y esta debilidad Belarra se la achaca, directamente, a Díaz, a quien culpa de cómo se desarrolló el "injusto" proceso de unidad —"que no se puede llamar de unidad"— con el que se produjo la integración de Podemos en Sumar.
A lo largo de las páginas del documento, el partido subraya sus logros. Especialmente, los obtenidos formando parte del Gobierno de coalición: "la nueva generación de derechos feministas, la subida del Salario Mínimo Interprofesional, el tope al gas, el escudo social, el ingreso mínimo vital, la rebaja en el transporte público, los nuevos permisos de cuidados o la primera ley de vivienda de la democracia, entre muchas otras".
En dos ocasiones se menciona, explícitamente, a la vicepresidenta Yolanda Díaz. En una primera, se resalta la "enorme responsabilidad" de Podemos al integrarse en coalición electoral con Sumar. "A pesar de que se nos han impuesto unas condiciones que no se le pedirán nunca a ninguna otra fuerza política", recuerda la página 3.
"Sin embargo, no hemos cumplido los objetivos: ampliar el espacio político y ser la fuerza mayoritaria de Gobierno, para impulsar con más fuerza las transformaciones que nuestro país necesita. Este fue el motivo que nos llevó a proponer a Yolanda Díaz como candidata quien, sin embargo, nos ha llevado en estos años a un proceso de 'unidad electoral' duro y profundamente injusto que no ha cumplido con las expectativas y ha derivado en una pérdida de votos y escaños", critica el documento.
Dada esta situación —relata el partido— "hemos decidido abrir un proceso de reflexión para fijar la nueva hoja de ruta en esta nueva etapa".
La segunda vez que se menciona el nombre de Díaz, el tono es similar. "El bloque de las derechas ha crecido notablemente en escaños respecto a 2019 y el progresista ha retrocedido, perdiendo la mayoría absoluta que tenía en la legislatura pasada. Hoy no hay mayoría de izquierdas en el Congreso de los Diputados", se queja Podemos.
"Hace dos años y medio propusimos a Yolanda Díaz como candidata del conjunto del espacio de Unidas Podemos con el objetivo de ampliar nuestros resultados electorales y aspirar a ser la fuerza mayoritaria del bloque progresista. Lamentablemente, las expectativas no se han cumplido", critica.
El texto, titulado La fuerza para seguir transformando, también recoge la convicción de que Podemos "jamás" retornará a la "vieja cultura política" previa al 15-M, el movimiento ciudadano que supuso la génesis del partido. También critica el bipartidismo y sus dinámicas "de despacho y de dirigentes que llevan 30 años ocupando cargos públicos y orgánicos".
Rechaza, a su vez, una "noción tecnocrática" o "aristocrática" de la política y las "dinámicas antiparticipativas" que, a su juicio, siguen "imperando" en las principales fuerzas políticas, como el PP y el PSOE. Y, de nuevo, se queja de "la guerra judicial y mediática" que ha tenido que enfrentar desde que Podemos se demostró como uno de "los mayores éxitos de la izquierda en décadas".