Feijóo acometerá una "profunda renovación" en la dirección del PP cuando Sánchez sea investido

Desde su llegada a Génova, el líder popular asumió que tendría que lidiar temporalmente con un equipo de "transición" entre la etapa de Pablo Casado y la suya propia. Hasta que pudiera acometer una "profunda renovación", de arriba abajo. Los cambios, finalmente, llegarán si Pedro Sánchez es reelegido presidente, según confirman a EL ESPAÑOL fuentes populares.  

La hoja de ruta que trazó el presidente del PP cuando aterrizó en Madrid era sencilla: primero actualizar el partido a nivel territorial, para las municipales y autonómicas del 28-M; luego dar su impronta a las listas al Congreso y el Senado para las generales y, finalmente, renovar la cúpula de Génova y la dirección de los grupos parlamentarios.

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Con una salvedad: Feijóo contaba con culminar la parte final de su plan ya desde la Moncloa. Su amarga victoria el pasado 23-J le ha obligado a cambiar el guion. En su cabeza, ahora mismo, sólo hay una pantalla: la sesión de investidura a la que se someterá el día 26, dentro de una semana. 

Pero, una vez concluya la votación, el siguiente capítulo será el de diseñar una nueva estructura, un nuevo PP para hacer oposición al Gobierno. Siempre y cuando no se repitan las elecciones en enero. En ese caso, puntualizan desde Génova, apenas se harían ciertos "retoques".

La "tricefalia"

Fiel a su estilo, el presidente popular no ha transmitido "ni al cuello de su camisa" quiénes serán los elegidos para la nueva etapa del partido, y evitará a toda costa que se produzcan filtraciones. Pero todos los miembros del comité de dirección corren el riesgo de perder la silla. 

Para empezar, hay una "tricefalia" en Génova que levanta suspicacias dentro del partido y que podría tener los días contados. Es la de Cuca Gamarra, secretaria general; Elías Bendodo, coordinador general, y Miguel Tellado, responsable de Organización.

A nivel orgánico, los tres comparten funciones muy similares, que a veces se llegan a solapar. Aunque a Feijóo no parece importale. Según su entorno, es partidario de que haya "cierta competencia" entre ellos. Aun así, uno de los principales dirigentes del PP reconoce la confusión: "La gente tiene claro quién es el presidente de la empresa, sin embargo hay dudas de quién es el consejero delegado".

En este tiempo, Gamarra ha compaginado el cargo de número dos con la portavocía en el Congreso. Ahora está por ver si Feijóo decide mantenerla en alguno de los dos puestos. Por otro lado, la función de coordinador general, reconocen en el entorno del propio Bendodo, "está pensada para un partido de Gobierno", como sucedía con Fernando Martínez Maíllo en la era de Rajoy. 

La permanencia de Bendodo en la dirección del partido se da por seguro. Desde Andalucía, su principal valedor, Juanma Moreno, maniobra para que siga teniendo ese peso. Sobre todo, tras los rumores que han surgido en los últimos días de que podía quedar relegado a una vicesecretaría con menos mando en plaza. 

No son pocos los que dicen que hay fricciones entre Bendodo y Tellado, el más próximo a Feijóo de toda la dirección. Ambos desmienten tal extremo. A su vez, fuentes de Génova niegan que el número tres esté cuestionado, pese a de que varios cargos del PP le imputan a él los errores de la campaña del 23-J que frustraron la llegada de Feijóo a la Moncloa.

"La victoria tiene muchos padrinos y la derrota es huérfana, cuando pasan estas cosas siempre hay una necesidad de buscar culpables", resume un miembro de la cúpula para exculpar a Bendodo, un dirigente que despierta filias y fobias en el PP.

Quien ya no forma parte del comité de dirección es Javier Maroto. Hasta la constitución de las Cortes era portavoz en el Senado, institución en la que ahora es vicepresidente. Le sucede como portavoz, en un interludio, Javier Arenas. Hasta que se designe a un nuevo portavoz. También está de salida Pedro Rollán, presidente de la Cámara Alta. Su responsabilidad es incompatible con la vicesecretaría de coordinación local que dirige. 

Los cambios que se acometarán próximamente tienen especial trascendencia para Feijóo, ya que busca tener el partido lo más "ordenado" y engrasado posible, para hacer frente a una legislatura convulsa y que, además, vaticinan "corta". En el PP nadie tiene duda de que si Sánchez reedita el poder con el concurso de Puigdemont, "al mismo día siguiente de ser investido ya le pueden hacer caer".

La estrategia política de los populares en el Congreso y el Senado, que controlan con mayoría absoluta, será crucial para poder asaltar la Moncloa en unas próximas elecciones. Por lo que Feijóo pondrá especial ahínco en colocar a peones de su máxima confianza encabezando los grupos parlamentarios de ambas cámaras. 

En el caso concreto de la Cámara Baja, el PP redoblará su acción legislativa, señalan desde el partido. Porque sucede una paradoja: aun no consiguiendo los votos para la investidura, Feijóo podría tener más fácil que Sánchez el voto favorable de una mayoría absoluta para sacar adelante iniciativas legislativas en materias como economía, en las que el PP tiene más puntos en común con Junts y PNV que el PSOE.