Entrada la madrugada salieron los primeros autobuses con destino Madrid. A las ocho, antes de despuntar la mañana, empezaba a llenarse de gente la plaza de Felipe II, donde el Partido Popular, en el preludio de la investidura de Alberto Núñez Feijóo, ha protagonizado este domingo su mayor mitin en tres décadas; clamando contra la amnistía y por la "igualdad de los españoles".
Pasado el mediodía, según fuentes populares, las expectativas quedaban más que cumplidas: "Es el acto convocado por un solo partido político más multitudinario de los últimos años, con más de 65.000 asistentes". Unos 40.000 según Delegación del Gobierno. En el recuerdo, aquella foto de Aznar en el Mestalla, en 1996, antes de su primera victoria. Con el ya octogenario Julio Iglesias.
Prácticamente todos los mandos del partido, del presente y del pasado, se han reunido en un mismo punto para mostrar una foto de unidad sin precedentes. José María Aznar, Mariano Rajoy, el actual líder de la formación, la totalidad de los barones autonómicos, tanto los que gobiernan como los que no; alcaldes, presidentes de diputación, exministros, parlamentarios, concejales, militantes y simpatizantes. Además de decenas de miles de ciudadanos sin carné que se han sumado a la causa.
Todos ellos han recordado a Pedro Sánchez que perdió las elecciones y le han advertido de que si está dispuesto a seguir en el poder a costa de socavar una "nación de ciudadanos libres e iguales", tendrá enfrente toda la fuerza de los populares. En palabras de Feijóo: "Costándome lo que me cueste, aunque me cueste la presidencia del Gobierno, voy a defender que España es un conjunto de ciudadanos libres e iguales".
Después de unos meses con los ánimos a cuestas por la amarga victoria del 23-J, el PP ha conseguido levantar la moral a 48 horas de que Feijóo se someta a una investidura que, salvo sorpresa, será fallida. Desde el principio se admitió la práctica imposibilidad de conseguir la mayoría absoluta del Congreso, pero la estrategia política está orientada a ganar el relato.
De ahí que la convocatoria de este domingo haya sido un primer punto a favor. Todos los temores que se barruntaban en la dirección popular han quedado disipados. Incluso antes de que comenzara el acto. La previsión de Génova de diez mil asistentes se ha visto sobrepasada por cuatro. Y los vítores a Ayuso han estado parejos con los de Feijóo, "¡presidente, presidente!". Ni rastro del cuestionamiento interno.
El protagonista del acto ha reivindicado a sus antecesores allí presentes, en contraposición con la ruptura del PSOE de hogaño con sus gerifaltes de antaño: "Cuando un partido no respeta a sus mayores, ni tiene presente ni tendrá futuro". Mientras que Felipe González y Alfonso Guerra son repudiados por los suyos, Aznar y Rajoy reciben aclamaciones de Feijóo: "Son la guía para ordenar el futuro de nuestro país".
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Ha continuado Feijóo su arenga ahondando en la historia de España. Hasta llegar a la Constitución de 1812, que se empezó a gestar tal día como hoy hace más de dos siglos y que promulgó "soberanía, libertades y derecho a las mismas oportunidades". Lo mismo por lo que se han movilizado este domingo los populares.
"Se han inventado una nueva matraca con esto de la mayoría progresista. No son progresistas, ni son socialistas, ni son mayoría", ha afeado el candidato popular, que ha denunciado los eufemismos a los que recurre Sánchez para justificar sus cambios de opinión. "Lo que digo es que no nos llamen tontos a los españoles, no somos tontos", le ha reprochado.
Al presidente del Gobierno en funciones le ha responsabilizado de "todo lo que está pasando en nuestro país". Porque, después de quedar segundo en las elecciones, pretende hacer descansar la gobernabilidad en "aquellos que dicen que se quieren ir de España". Y porque es "una falacia" que el independentismo tenga que ser decisivo en sus horas más bajas: "Nunca ha tenido menos votos".
La principal idea-fuerza del mensaje de Feijóo es que no puede haber ciudadanos de primera y de segunda. Y, menos aún, privilegios para algunos políticos por el mero hecho de tener su mano los siete votos que necesita Sánchez para ser reelegido presidente.
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"En una España de ciudadanos libres e iguales no se puede dar más valor al voto de uno frente al voto de otro. La ley y la Justicia han de ser iguales para todos, empezando por los políticos, porque si los políticos no son iguales ante la ley es una cacicada incalificable en un Estado Derecho", ha enfatizado.
Según el líder popular, "si en España hay un gobierno sustentado en la amnistía y la desigualdad será" responsabilidad de Sánchez. "Por demostrar una absoluta falta de integridad moral y política. España no votó que vivamos en esta tesitura". El borrón de los delitos del procés, ha insistido: "Es un fraude agravado y reiterado por la misma persona".
A Vox, Coalición Canaria y UPN, Feijóo les ha agradecido que vayan a votar a favor de su investidura. De la misma manera que ha elogiado a "aquellos miembros del PSOE que no están haciendo más que defender lo que han defendido siempre". "Podrán ser expulsados, señalados por un PSOE que no es un partido de Estado; pero serán señalados por la mayoría de españoles como hombres y mujeres de Estado".
Finalmente, Feijóo ha compartido una reflexión: "Los políticos pasan y lo queda es lo que hicimos y defendimos. Allá Sánchez y cómo quiere ser recordado en la Historia de nuestro país. Yo lo tengo claro: me debo exclusivamente a los españoles, para ellos estoy, para nada más".
Como teloneros, actuaron el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso; y los expresidentes: Aznar y Rajoy. El primero, en apenas tres minutos, ha aseverado que los independentistas "jamás podrán estar por encima de España y los españoles".
Algo más extensa ha sido Ayuso, que ha entonado un nuevo estribillo, "¡De ninguna manera!", para dar respuesta a los ataques que profieren los independentistas contra "la Constitución, la Corona, la independencia judicial, el castellano y por supuesto, Madrid". "¿Vamos a permitir que acaben con España? ¡De ninguna manera!".
Aznar ha calificado la amnistía como la condena del orden constitucional y ha denunciado que cuando Sánchez habla de "desjudicializar una intentona golpista" lo que quiere decir es: "No os preocupéis, porque si me votáis os daré la impunidad. No sólo vais a quedar impunes, os van a pagar el golpe que intentasteis".
Su sucesor y "amigo" Rajoy, por su parte, ha reivindicado su gestión en Cataluña en aquel aciago 2017, cuando Puigdemont proclamó de forma unilateral la independencia. Y se ha preguntado qué hay de progresista en la amnistía, una medida que crea "una casta política con bula para delinquir".