Más de 10.000 palabras, 90 minutos de intervención y una idea-fuerza: recuperar el "mismo impulso" de la Transición española para iniciar una nueva era de diálogo que desemboque en seis pactos de Estado y que neutralice a los independentistas. Así ha sido el primer discurso de Alberto Núñez Feijóo como orador en el Congreso de los Diputados, en el pleno de su investidura.
El candidato popular, tras evocar "el mismo método" que alumbró la "mejor Historia" de España, "el que hizo posible el abrazo de Fraga y Carrillo"; ha planteado a Pedro Sánchez dos opciones: "Preservar lo que nos es común o seguir cavando en un frentismo motivado por los intereses personales que acabará por no beneficiar absolutamente a nadie". Por ello, le ha tendido la mano para que los españoles no paguen lo que exige Carles Puigdemont.
Feijóo ha subido a la Tribuna entre la ovación unánime de su bancada, repleta de diputados y senadores, y con el aliento de los principales mandos territoriales de su formación y de su propia mujer, presentes en el Hemiciclo. Lejos de dar rodeos, el gallego ha decido ir con todo desde el arranque, una vez entonados los agradecimientos de rigor.
En el primer compás y "sin más preámbulos", ha recordado las exigencias del independentismo: "La amnistía o cualquier fórmula equivalente o análoga es un instrumento adecuado para superar el conflicto catalán. Igualmente, ese conflicto no se resolverá de manera definitiva si no contemplamos el derecho a decidir del pueblo de Cataluña, mediante un referéndum o cualquier fórmula equivalente o análoga".
A renglón seguido, se ha preguntado: "¿Con esto bastaría, ¿no?". A lo que ha añadido: "Pues no. Tengo principios, límites y palabra. Y sobre todo tengo un deber que no voy a eludir".
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Consciente de que, a falta de cuatro votos para ganar la votación, el pleno de investidura está orientado a vencer el relato, ha insistido en que para ser elegido presidente sólo tendría que recorrer el camino que están señalando las formaciones secesionistas.
Pero, en base a sus principios, ha insistido todo el tiempo, no lo hará: "Tengo a mi alcance los votos para ser presidente del Gobierno. Pero no acepto pagar el precio que me piden para serlo. La honestidad con uno mismo y la responsabilidad con los demás son un valor, aunque haya muchos que lo subestimen. Agradezco que me vean incapaz de pactar lo que ustedes van a pactar".
Feijóo defiende su investidura
En concreto, Feijóo ha adquirido un compromiso con los ocho millones de votantes que recibió en las urnas el pasado 23-J, también con los electores de Vox, UPN y Coalición Canaria, que darán el voto a favor de su investidura; y, finalmente, con aquellos que votaron a partidos que no llevaban en sus programas "ni amnistía ni autodeterminación".
"Ni siquiera la Presidencia del Gobierno justifica los medios. Por eso, por donde otros ya han pasado y parecen dispuestos a pasar, yo no. No paso por renunciar a la igualdad de los españoles y a todo lo que no compartimos, no paso por ningún aro que me impongan en contra del interés general y no paso por traicionar la confianza de los españoles que me votaron", ha recalcado.
Después de semanas de escuchar las críticas de la izquierda por presentarse a la investidura, Feijóo ha defendido que el debate de esta semana refleja "la normalidad democrática", porque su formación ganó las elecciones y Felipe VI le propuso como candidato: "El debate de hoy es la lógica del resultado electoral, para que la legislatura arranque y el contador se active".
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En ese punto, ha reprochado al PSOE: "Si tan satisfechos se muestran ahora por lo que suponen que será el resultado de esta sesión, por qué han estado tan empeñados en que no se celebrase". A su juicio, las críticas del Gobierno sólo obedecen a un motivo: "Trunca su relato, les recuerda el resultado del que han renegado y nos retrata a todos".
"Se retrata a quien acude al debate como un candidato libre para cumplir su palabra con los electores y a quien no lo hizo ni lo hará; a quien ha llegado a acuerdos con diferentes partidos sin renunciar a sus compromisos y a quien no lo hizo ni lo hará; a quien antepone el interés general a la ambición personal, y a quien ni lo hizo ni lo hará. Me retrata a mí y le retrata a usted, señor Sánchez", ha apostillado.
Otra alternativa
En todo momento, Feijóo ha denunciado que "es una falacia" que la gobernabilidad de España tenga que pasar, sí o sí, por aceptar las reivindicaciones que demandan Junts y ERC. "Porque los españoles no votaron que fuesen decisivos y porque para lo que exigen ni se pidió consentimiento a los españoles ni estos se lo concedieron".
El candidato popular ha manifestado que "es mentira que no exista otra alternativa" al independentismo y también que "es mentira el 'somos más' que proclamó Sánchez la noche electoral", en referencia al bloque Frankestein. Según ha remarcado, "hay otro camino". El del entendimiento entre las principales dos fuerzas políticas de la Cámara.
Al respecto, ha pedido el apoyo a toda la Cámara para "un Ejecutivo del PP" en solitario que de inicio a "una nueva etapa de grandes pactos de Estado tomando como ejemplo la Transición y sus objetivos".
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A partir de ahí, ha defendido "garantizar la estabilidad de la Nación" y "asegurar la igualdad de todos los españoles mediante el impulso de seis grandes áreas de trabajo en común: Institucional, por la Economía, por las Familias, por el Estado de bienestar, el Pacto del Agua y un Pacto Territorial".
La primera propuesta que ha planteado Feijóo ha sido la de "proteger la dignidad del Estado incorporando al Código Penal un delito de deslealtad constitucional y volviendo a castigar el delito de malversación de fondos públicos".
Luego, ha ofrecido al PSOE la renovación del CGPJ basándose en unos criterios concretos de independencia. Y, ya a mitad del discurso, Feijóo se ha explayado con una veintena de medidas económicas, por el Estado del bienestar, en materia de agua y en el ámbito territorial.
Todo para rematar con una retahíla de apelaciones finales. Primero, a PNV y Junts: "A mí no me han votado para entregarles la autodeterminación o la amnistía. ¿Les han votado a ustedes para que se aplique la política económica de Podemos? ¿En serio?"
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Y, una vez más, al PSOE: "Me parece una anomalía la incomunicación entre PP y PSOE. Lo digo abiertamente. Es lo que ha pasado siempre. Sería lo lógico en democracia para los grandes acuerdos que los dos partidos que han alternado en el Gobierno de España se entiendan".
Especialmente, ha reconocido Feijóo, por "un profundo error o de una profunda mentira": "El independentismo, pese a tener menos votos, se arroga la mayor influencia de la historia porque los constitucionalistas hemos estado más desunidos que nunca. Sí, es verdad que hay menos protestas, pero ¿para qué se va a movilizar si obtiene de ustedes todo lo que quiere sin levantarse del sofá? ¿Para qué va a salir a la calle si hasta, vicepresidenta mediante, van a buscarlas a su casa, por lejos que esté, a rendirles honores?".
Situándose en el centro político, el líder popula ha reivindicado: "El momento en que volvamos a entendernos en lo mollar, como quieren la inmensísima mayoría de los españoles, llegará. Porque, señor Sánchez, su actitud nunca cambiará la mía. Ni sus desprecios. Ni los desprecios de los suyos. Jamás. Los españoles no esperan de nosotros enfrentamiento, insultos, egocentrismos. Esperan acuerdos y ejemplaridad, en lo que a mí respecta, lo tendrán".