Oriol Junqueras, este jueves, ante el Congreso, en la carrera de San Jerónimo de Madrid.

Oriol Junqueras, este jueves, ante el Congreso, en la carrera de San Jerónimo de Madrid. Europa Press

Política INVESTIDURA

Moncloa mantiene el veto al referéndum pese al órdago de ERC y Junts que encarece la investidura

  • El Gobierno está preocupado por la pugna entre los dos partidos independentistas, a la que atribuye la moción que aprobará hoy el Parlament.
  • Investidura de Feijóo, en directo
29 septiembre, 2023 02:57

Moncloa teme que la pugna entre Junts y ERC afecte fatalmente a la negociación para lograr la investidura de Pedro Sánchez. Esa pugna se reflejaría, según el Gobierno, en la resolución pactada ayer en el Parlament de Cataluña en la que se condiciona el apoyo a la investidura a que se den pasos hacia un referéndum de autodeterminación.

No hay más pronunciamiento público ni versión oficial del Gobierno, salvo un comunicado muy medido y breve emitido anoche por PSOE y PSC en el que sólo había una invocación al "diálogo y la convivencia", sin referencia expresa a la resolución ni al contenido de la negociación.

Sólo hay una frase en ese comunicado que puede entenderse como rechazo a esas posiciones de máximos de los independentistas: "por ese camino, no hay avance posible".

[ERC y Junts pactan en el Parlament que sólo investirán a Sánchez si el PSOE da pasos hacia el referéndum]

Sin embargo, fuentes de Moncloa mantienen que su posición sigue siendo negociar una solución para Cataluña y que han encontrado plena disponibilidad por parte de los dos partidos independentistas. Y que mantienen como línea roja de esta negociación la aceptación de un referéndum de autodeterminación y así se lo han dejado claro a Junts y ERC, siempre según su explicación.

Sánchez y su equipo siempre han considerado fuera de la Constitución peticiones de los independentistas como la amnistía y el referéndum de autodeterminación. Tras las elecciones del 23 de julio y tras comprobar que necesitan los votos de Junts, han girado para aceptar la amnistía y considerar que entra en los límites de la Constitución.

Y hasta ahora mantienen que es imposible un referéndum de autodeterminación, porque es inconstitucional. Lo más que ha aceptado el PSC en ocasiones es someter a consulta un acuerdo amplio que se alcance en una mesa de diálogo.

De hecho, Moncloa celebró con regocijo que Carles Puigdemont aplazara la discusión del referéndum. Sí había declaraciones de dirigentes independentistas hablando del referéndum de autodeterminación como objetivo final de la negociación.

Frente común

Ayer mismo, Junqueras aseguró en Madrid: "No renunciaremos a negociar a la celebración de un referéndum porque no podemos renunciar a la democracia". El Gobierno mantiene que estas referencias son retóricas, aunque el hecho de que se refleje ahora en una moción del Parlament aprobada por los dos partidos supone encarecer la investidura, les lleva a la preocupación y, también, a asumir mucho más riesgo y desgaste en la negociación y el hipotético acuerdo.

Además, hasta ahora ERC y Junts habían rechazado formar un frente común en esa negociación con el Gobierno para la investidura. Hasta este jueves, cuando los dos partidos pactaron la moción que eleva sustancialmente el precio para la investidura, incluyendo claramente la consulta.

Ahora Junts y ERC se vigilarán para que ninguno pueda "bajarse" de ese frente y de esa reivindicación de máximos de la autodeterminación.

Por eso fuentes de Moncloa atribuyen ese paso a la pugna entre ambos partidos para tener la hegemonía del movimiento independentista, pensando en elecciones futuras en Cataluña. Esa situación ya provocó preocupación en los negociadores del Gobierno y se ha incrementado en los últimos días cuando desde Junts alardeaban de haber conseguido más en el último mes que ERC en una legislatura, por ejemplo, sobre el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso y en la Unión Europea.

Hasta las elecciones generales del 23 de julio, Junts había descalificado a ERC por su política de acuerdos con el Gobierno central y además, las urnas castigaron duramente esa posición. Sin embargo, casi desde el cierre de las urnas Puigdemont empezó a girar y aceptó acuerdos como los del uso del catalán. Esa situación había llevado a Moncloa a dar por hechas las opciones de acuerdo y mostrar optimismo sobre la investidura y la no repetición de las elecciones.

Sánchez quiere apretar el acelerador en la negociación una vez que el Congreso rechace este viernes la investidura de Alberto Núñez Feijóo. Tiene previsto iniciar una ofensiva política para "vender" el posible acuerdo de amnistía, pero ahora tendrá también que apartar de la agenda inmediata el contenido de la moción del Parlament, es decir, el referéndum.

Fuentes socialistas ajenas a la negociación se cuestionan sobre la posibilidad de que haya sido un error hacer saber que se acepta la amnistía, porque eso puede haber hecho que los independentistas suban el precio y que quieran ir más allá. De hecho, Oriol Junqueras, líder de ERC, lleva días asegurando públicamente que Sánchez aceptó en agosto la amnistía.