El portavoz del Consell de la República que preside Carles Puigdemont desde Waterloo, Toni Castellà, ha advertido este lunes de que habrá nuevas elecciones generales, si el candidato Pedro Sánchez no acepta conceder la amnistía y reconocer la "soberanía de Cataluña como nación".
"Yo solo veo dos resultados posibles", indica Toni Castellà sobre las negociaciones entabladas por el PSOE con Junts: "O bien hay una amnistía y un reconocimiento de que la soberanía radica en el pueblo de Cataluña. Y, después, la habilidad de cada uno de desarrollar eso. Por lo tanto, eso rompe, es un modelo diferente al de la Transición española, la Constitución. Y si no pasa eso, yo veo un proceso electoral. No veo una opción intermedia. Y sé que es duro".
El portavoz de Puigdemont admite que "la madre del cordero" de la negociación para la investidura de Pedro Sánchez es el reconocimiento de la "soberanía" de Cataluña, con el fin de que pueda ejercer su derecho a la autodeterminación.
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"En el momento que un Estado te reconoce que eres sujeto político, nación, reconoce tu soberanía y, por lo tanto, tienes derecho a ejercerla", explica Castellà en una entrevista concedida a ElNacional.cat, "y es aquí donde puedes empezar a negociar de qué manera hacerlo".
Porque en su opinión el origen del "conflicto" que desembocó en el referéndum del 1-O reside en que "el Estado no reconoce que Cataluña sea un sujeto político donde la soberanía radica en sus ciudadanos".
El portavoz del Consell de la República expone que la posible inconstitucionalidad de la amnistía y el referéndum no ha de suponer un obstáculo en la negociación abierta ahora por el PSOE con los partidos independentistas.
"La Constitución es interpretable cómo les dé la gana", afirma preguntado sobre la posición del PSOE, "si su corsé es la Constitución Española, mi corsé es el resultado del 1-O. Reinterprete, si quiere ser presidente y, si no, la alternativa es darle una segunda oportunidad a Vox y PP.
Toni Castellà también recalca que la amnistía implicará que el Estado tiene que "pedir perdón" a todos los procesados por el procés y reconocer que el referéndum de independencia del 1-O "no fue delito".
Castellá lo explica gráficamente, al distinguir entre las dos figuras que se han puesto sobre la mesa desde la pasada legislatura para reparar los hechos del 1-O: "Indulto quiere decir que te perdonan; amnistía quiere decir que el Estado pide perdón". Y apunta al respecto: "A los nacionalistas españoles eso les destroza, no quieren ni oír hablar".
Más adelante, el portavoz del Consell de la República insiste en la misma idea: "La amnistía en sí misma es hacer justicia con respecto a toda una parte de ciudadanía que el Estado español les reprime por lo que hicimos el 1 de Octubre. Nosotros consideramos que el 1-O no es un delito".
Por lo tanto, señala, "la amnistía es un avance, en el sentido de que el Estado español pida perdón y reconozca que el 1-O no es un delito, pero es no suficiente. Es decir, la amnistía sitúa el debate en la política (...) La amnistía tiene que venir acompañada del reconocimiento de Cataluña como sujeto político".
En una entrevista a la Agencia Efe el pasado verano, Castellà ya animaba al PSOE a "cambiar el marco mental". Decía que Pedro Sánchez tenía que entender que la soberanía de Cataluña "recae en el pueblo de Cataluña", y que eso no era negociable.
"La gran discusión de fondo es: ¿usted está dispuesto a negociar el Brexit catalán? Nosotros sí, pero debe situarse en este marco mental. Cualquier otro marco no es aceptable, porque nos sitúa antes del 1-O, y esto no tendría sentido", aseguraba entonces Castellà.
Para el portavoz de Puigdemont, los independentistas no organizaron el 1-O para negociar "más competencias o un concierto económico" y "hay un antes y un después" de 2017: lo único que hay que negociar ahora son "las condiciones, los plazos" y "qué temporalidad de cosoberanía puede haber" antes de lograr la independencia de Cataluña.