Malestar en la UE por la ausencia de la presidencia española en Israel con Metsola y Von der Leyen

El Consejo de la UE es el órgano principal de las instituciones europeas, y última instancia decisoria en todas las políticas. Pero a Israel no han viajado Josep Borrell, Alto Representante de la UE, ni Albares, en su nombre y en el del país que ocupa la presidencia de turno del Consejo. "Los dos se han quitado de en medio", lamenta otra fuente europea.

La presidencia de turno de cada uno de los Estados miembros tiene tanta relevancia simbólica. "Y nosotros la estamos malbaratando, haciéndola pasar sin pena ni gloria", opina Tono López Istúriz, presidente de la Delegación para las Relaciones con Israel del Parlamento Europeo. "Lo lamento, porque no es la imagen de Pedro Sánchez la que sufre, sino la de España".

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"Normalmente, el Gobierno del país que la ocupa no desaprovecha una ocasión para figurar en una foto", continúa el eurodiputado del PP. "Y es lo propio, más aún más en esta oportunidad", añade.

¿Por qué esta oportunidad? Son varias las razones. Para empezar, porque cuando se ha visto "una cierta división en la Comisión", es la ocasión en la que el representante del Consejo puede ejercer más influencia. "Pero para eso hay que viajar, estar al pie del cañón... 'sur place', como decimos por aquí".

El enfrentamiento en el Colegio de comisarios fue a inicios de semana, a las pocas horas del ataque salvaje de Hamás en Israel. Ya son más de 1.300 los muertos en Israel y 3.200 los heridos. Los bombardeos ordenados por Benjamin Netanyahu en represalia sobre Gaza se han cobrado hasta ahora, al menos, 1.500 vidas y dejado más de 6.000 heridos, según Naciones Unidas.

Ursula von der Leyen estrecha la mano del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Tel Aviv. Efe

Este lunes, el titular de Vecindad, el húngaro Olivér Várhelyi, anunció la "suspensión" y puesta en "vigilancia" de los fondos de cooperación con las autoridades palestinas. Al poco, el comisario de Cooperación y Desarrollo, el esloveno Janez Lenarcic, contradijo a su compañero: "La ayuda humanitaria se mantendrá", espetó. Y Von der Leyen tuvo que poner paz...

...hasta la reunión extraordinaria del Consejo, el órgano decisorio en política exterior, ya el martes. El Gobierno español había sido el que más rápidamente salió públicamente a rechazar la congelación de las ayudas, y en la cita, Albares logró armar un acuerdo precario entre los Veintisiete para mantener las aportaciones económicas de la UE a las autoridades palestinas, bajo la premisa de que "la población depende de nuestro apoyo".

Albares por Borrell

Y aquí entra la segunda razón. Aquella cita urgente de los ministros de Exteriores de los Veintisiete la presidió Borrell telemáticamente desde Omán, en pleno Oriente Próximo, donde estaba de visita oficial. "Entonces, ¿qué hace ahora en China?", se pregunta otro eurodiputado español, José Ramón Bauzá, de Ciudadanos y miembro de la Delegación para las Relaciones con la Península Arábiga.

El Alto Representante es, a la vez, vicepresidente de la Comisión y presidente del Consejo, en su configuración de Política Exterior y de Seguridad. "Albares tendría que estar en Jerusalén" para cubrir su ausencia, abunda López Istúriz. "Todos los Estados miembros tienen una relación bilateral importantísima con Israel, que colabora con cada uno en cuestiones de seguridad y antiterrorismo. España sabe mucho de eso, por desgracia, y les estamos dejando tirados".

Un miembro de la dirección del PP, en Madrid, señala: "El presidente Sánchez, reunido con Bildu, y Borrell en China, para incredulidad de toda la UE". 

Efectivamente, en Bruselas ya sorprendió la intervención del Alto Representante, el pasado martes, acusando al Gobierno de Jerusalén de "violaciones del derecho internacional humanitario" no sólo en sus bombardeos de represalia sobre Gaza, sino en sus "políticas de los últimos años".

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La forma y el fondo de sus palabras rompían el discurso oficial de la Unión para con la única democracia en Oriente Próximo que, además, es un aliado clave en un contexto geopolítico de enormes preocupaciones. "Esperamos del Alto Representante Borrell un apoyo inequívoco a Israel y a las víctimas del ataque terrorista", advierte Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo (EPP), en declaraciones a EL ESPAÑOL.

El político alemán es también líder de los populares en la Eurocámara, que el próximo miércoles debatirá una resolución para que la UE tome posición en este nuevo conflicto palestino-israelí. "El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ya está en Israel, y ¿dónde está el Alto Representante?".

No sería la primera vez que se acusa a la oposición española de forzar debates nacionales en Bruselas, pero en esta ocasión las críticas nacionales al Gobierno de Sánchez están en perfecta consonancia con las de las instituciones comunitarias. Y Weber amenaza incluso con impulsar la destitución de Borrell, que ha privilegiado el viaje a Pekín sobre esta emergencia e, incluso, sobre el debate para el que ha sido convocado en el pleno de Estrasburgo.

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"Si cree que es más importante ir a China e incluso evitar un debate con los legisladores la próxima semana, entonces sus prioridades están claramente equivocadas y nos preguntamos si todavía está a la altura del cargo", advierte el líder del EPP.

"Alrededor del 20% de los ciudadanos israelíes tienen pasaporte europeo y están viviendo los peores momentos imaginables. La prioridad de Europa debería estar clara: trabajar para liberar a los rehenes y para ayudar a Israel a derrotar a Hamás", concluye Weber. 

País de tres culturas

Y finalmente, encadenada, llega la tercera razón por la que en las instituciones de la UE ha provocado malestar la ausencia de Albares. Tal y como comenta el primer alto dirigente que aparecía en esta información, el conflicto palestino-israelí no sólo es eterno, es que en él España siempre tuvo un peso específico. No en vano, la cumbre de Madrid fue, en 1991, el origen de los acuerdos de Oslo, dos años después.

Felipe González, entre George H. W. Bush, Mijail Gorbachov, delante de Isaac Shamir y el resto de delegaciones, en el Palacio Real de Madrid, el 30 de octubre de 1991. The White House

España, el llamado "país de las tres culturas", y eso era un activo para la Unión, por la capacidad de mantener buenas relaciones tanto con el lado árabe como con el israelí. "Pero eso se ha perdido en los últimos años", apuntan fuentes diplomáticas del Estado judío. "Se le llama equilibrio, pero en realidad es una presunta equidistancia que cojea del lado palestino" que ha erosionado la confianza en nuestro país.

De hecho, de momento, Sánchez no ha llamado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para solidarizarse con sus más de 1.300 compatriotas asesinados y los cientos de heridos, violados y secuestrados. Este periódico no ha logrado una respuesta oficial de Moncloa al porqué de esta decisión.

"El presidente del Gobierno en funciones español es el único primer ministro europeo que ni informa en el Parlamento, porque lo tiene cerrado", denuncia Cuca Gamarra, portavoz del PP, en conversación con este periódico. "Tampoco consta que haya llamado a su homónimo Israelí".

Se podría aducir que, del mismo modo, que Sánchez no se ha puesto en contacto con Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina. "Pero es que el problema es la división interna de su Gobierno, y el proceso de investidura" en el que está inmerso Sánchez, con unos socios que han llegado a justificar los ataques de Hamás a civiles israelíes de esta semana, responsabilizando al Ejecutivo de Netanyahu, concluye la primera fuente citada.