Felipe González ha vuelto a mostrar su desacuerdo con la amnistía para los implicados en el procés que exigen los partidos independentistas, ERC y Junts, a cambio de apoyar la investidura de Pedro Sánchez. "Piden que reconozcamos que lo que ellos hicieron fue lo correcto y que lo hizo el Estado fue represivo e incorrecto", ha manifestado el expresidente del Gobierno e histórico líder socialista sobre la medida de gracia.
Para González, la amnistía es un paso que sobrepasa los límites de cesiones a los independentistas. "Yo estuve de acuerdo con los indultos y de la misma manera ahora digo que estoy en contra de la amnistía", ha afirmado este martes en Espejo Público.
Además se ha mostrado convencido de que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no la aprobaría de no necesitar los votos de Junts para seguir en La Moncloa, al tiempo que habló de "interés personal".
González ha respondido al también expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que en la víspera se mostró abiertamente favor de la amnistía, defendió su encaje en el ordenamiento jurídico y justificó que Sánchez solo se había mostrado en contra del tipo de amnistía propuesto por los independentistas.
Así, González ha indicado que no entendió "nada" de lo que dijo Zapatero, a pesar de que le escuchó con atención. Además, ante lo que el propio Sánchez denominó "cambios de opinión" respecto a su política en Cataluña González ha señalado: "Rectificar es de sabios y de necios hacerlo a diario".
[Zapatero apoya una amnistía a Puigdemont y la equipara con la de Azaña a Lluís Companys en 1936]
El expresidente recuerda que el PSOE se oponía a la amnistía incluso el día después de las elecciones del 23 de julio. En esa línea ha recordado que en ese momento, el líder del PSC, Salvador Illa, rechazó tanto la amnistía como la autodeterminación.
En la misma línea ha advertido del problema que puede generar la concesión de una amnistía al delito de "malversación" por razones políticas. Si esto ocurre también tendría que extenderse a otros casos donde se haya producido este mismo delito. Por tanto ha insistido que esta medida supondría la "ruptura de la igualdad" entre los ciudadanos así como una quiebra de la convivencia.
Por otro lado, al ser cuestionado por su propios cambios de opinión mientras estaba en el cargo del presidente del Gobierno, en concreto la posición sobre la entrada de España en la OTAN, González ha admitido que cambió de parecer pero ha dejado claro que no tomó una decisión "por interés personal".