El PP activará en el Senado las sesiones de control al Gobierno ante la 'parálisis fiscalizadora' del Congreso

El próximo paso, según ha podido saber EL ESPAÑOL por fuentes de Génova, será activar las sesiones de control al Gobierno. De esta manera, la Cámara Alta hará de contrapunto a la "parálisis fiscalizadora" del Congreso de los Diputados, prácticamente inactivo desde la constitución de las Cortes el pasado 17 de agosto.

Los populares condicionan esta ofensiva a que "se dilate todavía más" la negociación de Sánchez con ERC y Junts para su reelección. Porque, de haber un acuerdo inminente, automáticamente se convocaría el pleno de investidura y, posteriormente, la Cámara Baja volvería a funcionar con plena normalidad. 

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Este martes, Alberto Núñez Feijóo abordará esta cuestión con su comité de dirección, en una reunión ordinaria en Génova. Desde hace semanas, el PP viene denunciando que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, se ha plegado a los intereses de Pedro Sánchez echando un cerrojazo a la actividad parlamentaria. 

En su momento, el Tribunal Constitucional se pronunció sobre la falta de control parlamentario en un periodo similar al actual: los diez meses de gobierno en funciones de Mariano Rajoy. El órgano de garantías falló que un Gobierno en funciones puede ser controlado por el Parlamento. 

Una de las principales funciones de las Cortes Generales es la de poner lupa a la acción del Ejecutivo. Desde que se adelantaron las elecciones generales, tras el hundimiento del PSOE en el 28-M, ni el presidente en funciones ni ninguno de sus ministros han rendido cuentas ante el Congreso o el Senado. Y el PP está dispuesto a poner fin a esta situación que se prolonga cinco meses. 

En el equipo de Feijóo arguyen: "Que Sánchez no tenga el Gobierno constituido no quiere decir que el Gobierno no esté en sus puestos. Con funciones restringidas sí, pero no tiene restringida la necesidad de someterse al control parlamentario. El Congreso está constituido como para convocar un Pleno ordinario la semana que viene, no lo hace porque Sánchez no deja a Armengol". 

El temor del PP en el Senado

Por eso será Pedro Rollán, presidente del Senado, el que convoque al Ejecutivo a la primera sesión de control de la legislatura si la Cámara Baja no hace lo propio en las próximas semanas. Para el PP es crucial que "las Cortes Generales puedan fiscalizar al Gobierno en funciones". Porque "sigue ejerciendo como Gobierno, sigue cobrando como Gobierno". 

Eso sí, en la cúpula popular temen una cosa: la incomparecencia de Sánchez y sus ministros en una sesión de control, como ocurrió la semana pasada con la ausencia del Gobierno en la Comisión a la que asistieron doce presidentes autonómicos, "los máximos representantes del Estado" en sus territorios. "En el sentido común de la institucionalidad no hay que establecer límites que existen en la cabeza del resto pero no en la de Pedro Sánchez", opinan con ironía en la cúpula popular. 

Lo cierto es que el Gobierno no está obligado a acudir al Senado, pero existe una tradición y un respeto institucional que obliga, al menos, a mandar una mínima representación. Por norma general, en la pasada legislatura, un nutrido grupo de ministros siempre asistía a las sesiones de control, incluso el propio Sánchez participó de forma periódica. 

Toda vez que esta Cámara ha cambiado de manos, el PP recela de que Sánchez la mande al ostracismo: "El Gobierno y el PSOE, en caso de conseguir la investidura, quieren hacer unas Cortes Generales hemipléjicas, en las cuales sólo el Congreso tenga atribuciones y el Senado oscurezca porque no lo gobiernan". 

Al margen de la sesión de control, el PP dará continuidad al debate sobre la amnistía en el Senado con nuevas iniciativas, manteniendo activa la Comisión General de Comunidades Autónomas. Según trasladan a EL ESPAÑOL fuentes populares, fruto de los discursos de los presidentes autonómicos, se formularán una serie de mociones que se llevarán al Pleno, para que se aprueben por mayoría absoluta.