Oriol Junqueras, presidente de ERC, y Félix Bolaños, ministro de la Presidencia en funciones y jefe negociador del PSOE, este jueves en Barcelona.

Oriol Junqueras, presidente de ERC, y Félix Bolaños, ministro de la Presidencia en funciones y jefe negociador del PSOE, este jueves en Barcelona. Gerard Magrinya ERC

Política ACUERDO PSOE-ERC

El pacto entre PSOE y ERC admite un "conflicto de legitimidades" entre Constitución y Parlament

Oriol Junqueras interpreta que la existencia de la mesa de negociación justificaría la legalidad del 'procés' independentista.

2 noviembre, 2023 18:23

Política contra derecho. Con el acuerdo entre PSOE y ERC cerrado, el Gobierno está admitiendo un conflicto entre la Constitución Española y el Parlament de Cataluña. Así lo señala el texto firmado por el presidente del partido republicano, Oriol Junqueras, y el ministro de Presidencia en funciones, Félix Bolaños, al dar cuenta de su alianza para la investidura a cambio de, entre otros, de una mesa de diálogo entre administraciones. 

"El hecho de que haya una mesa de negociación es una demostración de que el Gobierno reconoce la existencia de un conflicto político entre el Estado y la sociedad catalana", ha recalcado el líder independentista sobre la base del texto. A sus ojos, existe "una legitimidad del marco legal —que sería la Constitución— y otra del democrático", en referencia al resultado de las elecciones autonómicas. 

Con esta premisa en mente, el argumento de Junqueras es el siguiente: la legitimidad de cada acción, por ejemplo el procés, puede derivar tanto del marco legal como de la voluntad de las urnas. Por tanto, al producirse el procés en un momento en que el independentismo era mayoritario en el Parlament de Cataluña, existiría un "conflicto de legitimidades" en torno a él.

[Bolaños y Junqueras firman un acuerdo de investidura que condona 15.000 M a Cataluña]

El acuerdo definitivo entre PSOE y ERC viene a confirmar esta idea, pero de una manera mucho más vaga e imprecisa. La fórmula utilizada por ambos partidos habla de que existen "una legitimidad parlamentaria y popular [...] y una legitimidad
institucional y constitucional" que convivan "en una situación de conflicto". Esta redacción permite cualquiera de las dos interpretaciones.

No hay que olvidar que, mientras se firma el acuerdo, el partido de Junqueras gobierna en la Generalitat de Cataluña gracias a los votos del PSC de Salvador Illa, quien aspira a la Presidencia dentro de poco más de un año. A cambio de su apoyo en la investidura, ERC brindó a los socialistas la posibilidad de firmar los Presupuestos Generales del Estado de 2023. 

Ahora, la situación se replica en Madrid y, por segunda vez consecutiva, los votos de Esquerra Republicana de Catalunya servirán para hacer presidente a Pedro Sánchez. Hicieron falta cuatro años de acuerdos constantes, desde las últimas elecciones generales de 2019, una Mesa de Diálogo constante entre el Gobierno y el Govern y la amenaza de un Ejecutivo de derechas en la Moncloa, pero ocurrió.

Hacia la investidura

El sí definitivo no ha llegado hasta la tarde de este jueves, con la comparecencia y confirmación de Oriol Junqueras, y será a cambio de cuatro grandes pilares: la amnistía, la Mesa de Diálogo, el traspaso de la empresa ferroviaria Rodalies a la Generalitat y la mejora de la financiación autonómica. Paradójicamente, las dos últimas (las que tenían que ver con el dinero) fueron más complicadas de cerrar que las relativas al derecho o a la pura voluntad política.

Este jueves llevaba sonando desde mediados de la semana pasada como el día definitivo de las negociaciones de investidura y los pronósticos quedaron confirmados desde bien entrada la mañana. Primero, porque el president de la Generalitat, Pere Aragonès canceló y liberó su agenda; después, porque a la misma hora anunciaron comparecencias Salvador Illa y Félix Bolaños, Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, en señales distintas. Esta última quedó finalmente anulada para no coincidir con el presidente de ERC. 

La cúpula de los republicanos tomó la decisión final en una reunión telemática en la que se dio por hecho el veredicto por asentimiento. Es decir, que no se votó formalmente ni entre los miembros de la Ejecutiva ni entre las bases, que han sido convocadas este viernes para validar el acuerdo. La militancia de ERC nunca ha votado en contra de la voluntad de sus líderes.

No obstante, y en contra de algunas voces socialistas que sugerían una alianza prolongada, Junqueras se ha esforzado en poner tierra de por medio para diferenciar el pacto de investidura de un acuerdo más amplio de legislatura. A sus ojos, la continuidad de la relación entre ambos dependerá de que sus acuerdos actuales "se mantengan a lo largo de la legislatura".