Roma

El papa Francisco recibió este lunes en el Vaticano al presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, en medio de la negociación para lograr un acuerdo que permita la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

Durante la reunión, que se alargó durante 40 minutos, ambos mandatarios conversaron sobre "actualidad política" y "la situación política entre Cataluña y España".

"Hemos hablado de la necesidad del diálogo y la negociación. Y en todo caso, el Papa ha expresado que el camino siempre es hablar entre diferentes para poder llegar a acuerdos. Todo el mundo puede suscribir esta opinión, piense lo que piense", aseguró el presidente catalán tras finalizar el encuentro con el Santo Padre.

Encuentro entre Pere Aragonès y el Papa Francisco en el Vaticano

Aragonés dijo que no había notado "ninguna incomodidad" en el Pontífice por el hecho de que la audiencia haya coincidido con los días claves de las negociaciones para la investidura, aunque no es habitual que el Pontífice reciba a un mandatario extranjero durante elecciones legislativas o negociaciones políticas.

"La conversación con el Papa ha sido muy amable. Hemos tratado la situación general política, pero no seré yo quien explique la posición o la opinión ni del Papa ni del Vaticano", ha asegurado.

De hecho, la audiencia fue solicitada por el presidente de la Generalitat a finales de junio de ese año, por carta. En esta carta también se hacía referencia a las relaciones entre las instituciones catalanas y el Vaticano, y a la proximidad de dos eventos relevantes en Cataluña, como la celebración del Milenario de la Abadía de Montserrat y la culminación de las obras de la Sagrada Familia.

A principios de julio el Vaticano respondió, también por carta, comunicando que el Papa Francisco recibiría al presidente en una audiencia privada, y posteriormente se ultimó la fecha, que fue fijada por el Vaticano antes del verano.

El presidente catalán ha explicado que durante la reunión han abordado otras cuestiones como la guerra en Gaza y que ambos han coincidido en que hay que "avanzar hacia soluciones diplomáticas" para resolver el conflicto.

"Y, finalmente, también he tenido la oportunidad de comentar la situación política de Cataluña y de España y en este sentido reafirmo mi apuesta por el diálogo, la negociación y la necesidad de llegar a acuerdos que permitan resolver todos los conflictos", subrayó Aragonés.

Al final de la audiencia, el presidente de Cataluña le ha regado al Papa Francisco un Sant Jordi de plata, reproducción de la escultura articulada que se ubica en la capilla del Palau de la Generalitat, junto con obras de los poetas Jacint Verdaguer y Joan Maragall, y del fotógrafo Joan Guerrero, dentro de una bolsa made in CIRE, realizada en un centro penitenciario por el proyecto del Centre d’Iniciatives per la Reinserció (CIRE).

Tras entregarle los obsequios institucionales, Aragonés también le ha hecho entrega al Papa de una camiseta de su equipo, el San Lorenzo de Almagro, firmada por sus jugadores, por encargo de la comunidad argentina de Cataluña.

Aragonés no es el primer presidente de la Generalitat que es recibido por un Pontífice. En 2002 Juan Pablo II recibió a Artur Mas cuando era conseller en cap del Govern, justo diez años después de reunirse con Jordi Pujol durante su visita a Cataluña. José Montilla, en su etapa como presidente catalán, también fue recibido por Benedicto XVI cuando el pontífice alemán visitó Barcelona en 2010.