Alberto Núñez Feijóo sostuvo ayer, durante la Junta Directiva Nacional de su partido, que los dirigentes del PSOE saben que "se les ha ido la mano" con las cesiones a ERC y Junts para la investidura de Pedro Sánchez. Más tarde, miembros de la cúpula popular, en privado, agregaron a EL ESPAÑOL que a ellos también se les podía ir de las manos el rechazo a las alianzas del presidente en funciones con el independentismo.
Ante las protestas de acoso que se están desencadenando estos días por toda España frente a las sedes del PSOE, y que en la tarde-noche de ayer se recrudecieron con episodios de violencia, la dirección del PP pide contención.
"La reacción a la amnistía tiene que ser contundente, pero no desmedida", asegura a este periódico uno de los principales dirigentes del PP, que toma distancia con acciones como la de Esperanza Aguirre, que este sábado acudió a una concentración en Ferraz pidiendo cortar el tráfico.
En Génova son conscientes de que cualquier movilización, si se produce con agresividad, sólo sirve para reforzar a Sánchez en su camino hacia la reelección. Porque alimenta el discurso del miedo que trata de infundir el PSOE con la "ultraderecha". Además, reprocha el PP, desvía el foco de lo importante: el borrado de los delitos a los responsables del procés y a personas del entorno de Carles Puigdemont, además de la quita de la deuda catalana o el traspaso del servicio de rodalíes.
La ejecutiva socialista exigió ayer al PP "y a sus aliados de la ultraderecha neofascista" que condenaran los "ataques a sus sedes". Del mismo modo, también pidió censurar "los gritos contra el presidente del Gobierno y a favor del dictador Franco que se repiten en concentraciones convocadas por grupos de ultraderecha, y cuentan con la presencia, incluso, de expresidentas autonómicas del PP".
[Cargas policiales y gases lacrimógenos en Ferraz: protestas en las sedes del PSOE en toda España]
Por la noche, mientras se sucedían las protestas ante sedes del PSOE de toda España, la número dos del partido, María Jesús Montero, ponía un tuit en el que culpaba a Vox y al PP de "romper España" con estas movilizaciones. "La ultraderecha quiere ganar a gritos frente a nuestras sedes lo que no ganaron en las urnas. ¿Esta es la hoja de ruta de Vox y el PP? Esto sí que es romper España y amenazar la Democracia. Si piensan que van a amedrentarnos, no conocen al PSOE, su historia ni su militancia".
Desde Sevilla hasta Valencia, pasando por Madrid, Barcelona, Badajoz o León, este lunes se produjeron multitud de protestas, respaldadas todas ellas por Vox y sus principales cargos. El propio Santiago Abascal acudió a la calle Ferraz a una marcha no autorizada por la Delegación del Gobierno que acabó con detenidos y gases lacrimógenos tras los continuos intentos de los manifestantes de sobrepasar el perímetro policial.
El PP, de manera oficial, no se pronunció en ningún momento, pese a que la presión del PSOE fue en aumento, con el mensaje de Sánchez en redes sociales incluido. No obstante, algunos mandos del partido intercambiaron impresiones en privado, reconociendo su preocupación por una escalada de tensión que puede ir en aumento, hasta el punto de fagocitar todo un movimiento social que se está generando en torno al rechazo a la amnistía.
Desde el principio, el PP ha buscado ofrecer una respuesta "transversal" a esta medida de gracia, con el claro objetivo de ensanchar su base electoral por el centroderecha pero, sobre todo, por la izquierda. Los populares consideran que cada vez hay "más desafección" entre el electorado socialista, nicho al que aspiran conquistar para las próximas citas electorales en España.
Anuncia manifestaciones
En la Junta Directiva de este lunes, Feijóo arengó a los suyos: "Pretenden que nos callemos, insultarnos y decir que los radicales somos los que defendemos al Estado, a la Justicia y a los servidores públicos. Les advierto que nos vamos a callar y que la sociedad española está más unida que nunca. Vamos a responder con más unión".
En ese sentido, el líder del PP anunció que su partido convocará concentraciones el próximo domingo, 12 de noviembre, en las plazas de las 52 capitales de provincias de España para denunciar "la mayor amenaza de retroceso democrático". También recordó que acudirá a la manifestación que está gestando la sociedad civil en Madrid el fin de semana siguiente.
Después de la Junta Directiva, máximo órgano del PP entre congresos, Feijóo sentó en una misma mesa a todo su núcleo duro y a los barones que acudieron a Génova. Según desvelan fuentes presentes en el encuentro, el líder de la formación, sobre todo, pidió "coordinar la respuesta de todas las comunidades autónomas" y unificar el mensaje, para que no se abran grietas que acaben beneficiando al PSOE.