Carles Puigdemont ha transmitido a sus colaboradores que el acuerdo alcanzado con los dirigentes del PSOE le convence y que podría cerrarse este mismo jueves.
Fuentes de Junts dieron anoche por sentado que la negociación ha tocado a su fin y que no se alargará más. Las conversaciones han traído de cabeza a los socialistas por el hecho de celebrarse en Bruselas y suponer un trasiego de papeleo con cuestiones técnicas medidas al milímetro.
De confirmarse el anuncio del acuerdo, lo lógico sería que los grupos parlamentarios presentaran la proposición de ley de amnistía mañana viernes. Se tramitaría el lunes, con la calificación de la Mesa del Congreso y el informe de los letrados de la Cámara, para que la Junta de Portavoces pudiera convocar el martes el Pleno de investidura, que tendría lugar el miércoles y jueves. Por tanto, el día 16 Sánchez podría ser investido.
Eso sería así, siempre que los flecos que quedaban pendientes de cerrar con el PNV no obligaran a demorar los plazos. Dirigentes de este partido advertían la semana pasada que aún no habían dicho su última palabra, aunque en ningún caso harán descarrilar la investidura.
Pese a la rotundidad con que desde el entorno de Puigdemont se anunciaba anoche la inminencia del acuerdo, desde las filas socialistas se mostraban cautos. De hecho, fuentes negociadoras se negaban a confirmar la noticia y repetían expresiones similares a las de los últimos días: "Seguimos trabajando, hay acuerdo político pero falta concretar la letra pequeña".
Los negociadores de ambas partes coinciden en que el pronunciamiento del Consejo General del Poder Judicial en contra de la amnistía y el auto del juez Manuel García-Castellón que atribuye a Puigdemont delitos de terrorismo que la UE obliga a perseguir, les ha obligado a afinar todavía más el documento.
De producirse el acuerdo, llega en un momento de gran tensión, con la calle agitada, la Unión Europea pidiendo "información detallada" al Gobierno sobre la ley de amnistía y el Partido Popular dispuesto a usar sus resortes, como el del Senado, para demorar la tramitación de la norma.
Anoche mismo, la Fundación de Felipe González emitía un vídeo en el que el expresidente mostraba sus grandes reparos a la amnistía a Puigdemont. Está convencido de que "una amnistía que no concite el consenso fundamental de las Cámaras nunca funcionará", y reta a Sánchez a "consultar a los españoles" esa medida.
En medio de este clima, Sánchez remitía este miércoles una carta a los militantes del PSOE en el que justificaba el pacto con Puigdemont precisamente en las protestas que el anuncio de esta medida está generando en la calle. "Hay que frenar la ola reaccionaria", asegura en el escrito.