"Presidente Pedro Sánchez, usted pasará a la Historia por haber roto el Estado de derecho en España". La frase, hacia el final del discurso del alemán Manfred Weber, cayó como un aldabonazo. El campanazo final de una intervención durísima en la que, a pesar de no poderse dirigir al primer ministro español, ausente en el debate de Estrasburgo, el líder del Partido Popular Europeo (EPP) levantó la bandera europea, "como los millones de ciudadanos españoles que han tomado las calles estas semanas".
Weber pidió al comisario de Justicia, Didier Reynders, "una respuesta a todas esas banderas europeas que ondean los manifestantes en Madrid". Y lo hizo después de explicar por qué la Ley de Amnistía y los acuerdos políticos del PSOE no son "un asunto interno" sino europeo:
"Cuando la corrupción, la violencia e incluso el terrorismo quedan impunes, se rompe el Estado de Derecho", comenzó. "Cuando en España las personas dejan de ser iguales ante la ley, cuando el mal uso de los fondos públicos no es sancionado, cuando personas que están a sueldo de Vladímir Putin y no respetan la constitución de España tienen en sus manos el Gobierno de España, se rompe el Estado de Derecho".
Pero sobre todo, la quiebra más flagrante y a la vista, como explicó él mismo en su entrevista con EL ESPAÑOL, el pasado domingo, es el juicio a los jueces, es decir, la referencia al lawfare: "Y cuando hay un texto de alianza, firmado por Sánchez, pidiendo una comisión especial del Congreso para comprobar las sentencias de los tribunales independientes, se rompe fundamentalmente el Estado de derecho".
"Así no funciona la democracia"
A pesar de la potencia impugnatoria de su discurso, Weber reservó un espacio para aclarar que "el Gobierno de Sánchez es legítimo, todos respetamos que la mayoría del Parlamento español le ha votado, ¡no hay duda!".
Y anticipó la noticia, aún no oficial, de que el presidente español comparecerá en Estrasburgo en el pleno de diciembre: no lo hizo para presentar las prioridades de la presidencia de turno, no lo hizo esta semana, ante la que se le venía encima, y acabará yendo simplemente a hacer balance de sus seis meses al frente del Consejo.
Pero por muy legítima que fuera la votación en el Congreso español, "lo que está ocurriendo en España no es la formación normal de un Gobierno", proclamó Weber. "¡Así no funciona la democracia!".
Porque "no se puede prometer que no harás una amnistía hasta tres días antes de las elecciones, y luego hacerla. No se puede estar cinco años en el poder diciendo que una amnistía no es constitucional, y luego hacerla".
Y porque "si decides conceder una amnistía", remató, "hazlo por reconciliación, no porque quieras un puesto; hazlo para unir al país, no para dividirlo; hazlo con los que quieren curar las heridas del pasado, no con los que quieren hacerlas más profundas".
Ni partidos, ni territorios
Weber también afeó a sus compatriotas del SPD y los Verdes, que trataron de vetar la celebración del debate. Y citó por sus nombres a Katharina Barley, vicepresidenta de la Eurocámara, y a Daniel Freund, líder ecologista: "Han perdido ustedes toda credibilidad, creen que el Estado de derecho es una cuestión política de partido al servicio de la campaña de la izquierda".
Ambas formaciones forman parte del Gobierno de Olaf Scholz, junto a los Liberales. Aunque éstos, en el debate sobre "el Estado de derecho amenazado en España" se han desmarcado de sus socios. E impulsaron junto al EPP que el Parlamento Europeo entrara en el caso español.
Más allá de las posiciones locales y partidarias que, sin duda, operan en cualquier debate parlamentario, lo que se discutía este miércoles en el pleno de la Eurocámara era sustancial, como demostró Weber trayendo una frase del "estadista socialista que llevó a España a Europa", Felipe González: "Esta amnistía destruye la sociedad, no es constitucional, puede acabar con la Constitución", citó el político bávaro.
La referencia a su región de nacimiento, el lander de Baviera, la hizo él mismo, para desmontar, no sólo el discurso de Sánchez, sino el de los independentistas que le han "vendido" sus votos por la "impunidad". Así, Weber se puso a sí mismo de ejemplo: "Como bávaro, puedo decirles que en ningún lugar de Europa hay más derechos regionales que en Cataluña. Ni siquiera en Baviera o en Tirol del Sur. Así que, por favor, abandonen el separatismo. ¡Necesitamos más unidad en España y más unidad en Europa!".
Puertas cerradas
Esa referencia europea que, evidentemente, sobrevoló toda la intervención, también le sirvió a Weber para dar otra 'noticia', esta vez en negativo: si el presidente español soñaba con una salida en las instituciones de la UE, ya no la tendrá. Todo en la Unión se hace por consenso, y el alemán confirmó lo que una fuente del PP confesó a este periódico hace un par de semanas, que "ya no apoyaremos, de ninguna manera, una candidatura de Sánchez", en contra de lo que anticipaban en junio.
En Bruselas y Estrasburgo era un rumor a gritos que el presidente español se ha labrado contactos y opciones para sustituir a Charles Michel al frente del Consejo, dentro de un año. La caída de António Costa, el elegido oficioso para el puesto, le abría las puertas. Pero la Ley de Amnistía se las ha cerrado de golpe:
"Sánchez tiene todo el derecho a formar Gobierno, pero no a saltarse el Estado de Derecho", insistió Weber. "¿Cómo puede hablar ya en nombre de la presidencia de turno del Consejo? ¡Ha perdido toda credibilidad! Y ya puede olvidarse Sánchez de cualquier ambición de cargo en la UE. Europa necesita constructores de puentes y no políticos que antepongan su ego político y su carrera".
"Feijóo salvará España"
Esas banderas europeas a las que hizo referencia Weber le sirvieron para apuntalar la apelación inicial de su intervención: la declaración institucional del Consejo General del Poder Judicial que, el pasado 6 de noviembre, denunció "la degradación, cuando no abolición, del Estado de derecho en España" que significaba el acuerdo de Sánchez con Carles Puigdemont.
Esa declaración fue también la que animó a Didier Reynders, comisario de Justicia, en su momento, a pedir "información detallada" por carta al Gobierno, en sendas cartas enviadas a la ya exministra Pilar Llop, y a su sucesor en Justicia, antes sólo titular de Presidencia, Félix Bolaños.
[Bolaños dice a Reynders que no puede informarle de la amnistía porque es cosa del Congreso]
Ahora, el presidente español ha celebrado su primer Consejo de Ministros del nuevo Ejecutivo. Un lugar en el que Weber, sin duda, esperaba que hubiera estado su socio español, Alberto Núñez Feijóo, líder del PP. Por eso, con referencias al político gallego terminó su intervención: "Mientras Alberto trató de negociar con Sánchez hasta el final para mantener a España en el centro, y formar un gobierno de unidad nacional, él optó por los votos de los separatistas", recordó.
"Mientras Alberto está firmemente del lado de Israel, Sánchez eligió gobernar con las fuerzas antisemitas de Sumar. Y mientras Alberto quiere unir al país, Sánchez prima su egoísmo personal, eligió dividir España, queda desde ya en manos de los extremistas y se arriesga a un nuevo referéndum en Cataluña".
Y anticipó que su partido, el PP Europeo y, en este caso el español, será el campeón de la democracia, tirando de su currículo como líder del EPP, ya por fin, arremetiendo contra el socialismo en todas sus formas "corruptas".
Así recordó que en la República Checa y en Polonia "Pavel derrotó a Babiš y Tusk derrotó a Kaczyński para defender el Estado de Derecho". Auguró que "el Gobierno socialista corrupto de Portugal perderá las elecciones" de marzo porque "Luís Montenegro devolverá el Estado de derecho a Portugal". Y remató señalando que "los socialistas Fico y Pellegrini en Eslovaquia, han formado un Gobierno pro-Putin con extremistas de derecha".
Y que, por tanto, el EPP será quien "defienda" el Estado de derecho eslovaco, lo mismo que el español. "¡Feijóo derrotará finalmente a Sánchez! ¡Tarde o temprano será presidente del Gobierno de España! Porque la historia está de su lado, ¡el Estado de Derecho siempre gana! Y mientras Sánchez pasará a la historia como el hombre que rompió el Estado de Derecho en España, Feijóo será recordado como el presidente que lo salvó".