El expresidente José María Aznar ha calificado este lunes de "disparate total" e "insoportable vergüenza" la reunión celebrada este fin de semana en Suiza entre emisarios del PSOE y Junts para negociar un referéndum de independencia.
"No se puede arrastrar más a un país por el fango", ha considerado Aznar en una entrevista concedida al programa Espejo Público de Antena 3.
"¿Qué pensaríamos nosotros", se ha preguntado, "si en Francia alguien decide que para estar en el Gobierno pactar con los que exigían acabar con Francia, con antiguos terroristas y un fugado de la Justicia, y se reúnen clandestinamente fuera de Francia? O que los franceses tengan que entenderse en la Asamblea Nacional con pinganillos. Pensaríamos que es un país que no va bien".
El expresidente del Gobierno ha considerado que España vive "uno de los momentos más críticos de los últimos 45 años, si uno deja de lado el 23-F, porque lo que está encima de la mesa es un proyecto de deconstrucción constitucional, de sustitución del régimen del 78".
Lo que está en juego, ha insistido, es "si la continuidad de la nación española es una posibilidad o una quimera". Es decir, "si España, con su Constitución y Estado de derecho, va a prevalecer", o si es sustituida por "una confederación de republiquillas ridículas".
José María Aznar ha sostenido que Pedro Sánchez "no es prisionero ni está sometido a ningún chantaje", sino que ha elegido libremente a sus socios de Gobierno: "comunistas, antiguos terroristas encabezados por Otegi, un antiguo terrorista, Junqueras, condenado por el golpe de Estado, y Puigdemont, que está fugado de la Justicia".
Según Aznar, Pedro Sánchez planteó en su debate de investidura "una declaración de guerra" a la mitad de los españoles, al anunciar que va a levantar "un muro" frente a los votantes del PP y Voz. "Dijo: voy a gobernar contra ustedes, contra media España, contra 11 millones de españoles", ha interpretado el expresidente.
Ante esta amenaza, Aznar ha respaldado las movilizaciones ciudadanas que el PP está convocando en toda España contra la amnistía y contra los pactos de Sánchez con los partidos independentistas.
"Los españoles no pueden derrumbarse", ha señalado en Espejo Público, "tenemos que movilizarnos para decir que queremos mantener nuestra nación, nuestra Constitución que ha servido durante décadas para una transformación política, social, económica sin precedentes".
El exdirigente popular ha reconocido que la UE tiene poco margen de maniobra para frenar la ley de amnistía: "Los europeos no nos van a resolver los problemas que nosotros no seamos capaces de resolver", ha dicho.
No obstante, ha recordado que "la Comisión es garante de los tratados de la UE, que exigen el respeto al Estado de derecho". Por tanto, ha considerado que Bruselas debe actuar "si el Estado de derecho es puesto en cuestión", como ocurre en España.
Y a su juicio no hay dudas de que la ley de amnistía es inconstitucional, porque esta fórmula fue rechaza expresamente en las sesiones en las que se debatió la redacción de la Carta Magna: "Se puede interpretar lo que dice la Constitución, pero uno no se puede inventar lo que no dice", ha argumentado.
Porque la amnistía, ha señalado Aznar, "no sólo es decir: yo perdono los delitos que ustedes han cometido. Es decir: yo les pido perdón a ustedes por la actuación que las fuerzas de seguridad del Estado, los jueces y el Rey tuvieron para contener el golpe de Estado".
"Eso no va a mejorar la convivencia", ha constatado, "se está deteriorando y me preocupa muchísimo". A su juicio, la amnistía tampoco va a contribuir al "reencuentro" entre los españoles, como sostiene Pedro Sánchez. Al respecto, Aznar ha recordado que los socios independentistas de Sánchez no acudieron a la jura de la Constitución de la Princesa Leonor, ni a la ronda de consultas convocada por el Rey Felipe VI, ni al discurso del monarca en el acto solemne de apertura de las Cortes.
José María Aznar ha ironizado sobre el nuevo libro que acaba de publicar el presidente Pedro Sánchez: "Yo mientras era presidente del Gobierno no tuve tiempo de escribir un libro", ha dicho, "enhorabuena, pero no tengo especial interés en seguir sus cambios de opinión, que antes se llamaban mentiras o falsedades".
El 'influencer' Zapatero
También ha rebatido las opiniones de José Luis Rodríguez Zapatero, del que ha dicho que "una cosa es ser expresidente, y otra ser influencer".
Aznar ha considerado especialmente peligroso el concepto del lawfare que Sánchez y sus socios han importado de los países latinoamericanos: "Van a crear comisiones parlamentarias que revisan las sentencias judiciales y cambian las sentencias".
"Si la amnistía es un privilegio a algunos españoles", ha señalado Aznar, "el lawfare es decir a los jueces: me voy a reservar el derecho a decirte que eres un prevaricador, aquí prevalece lo que diga la mayoría del Congreso, y no una sentencia del Supremo. Eso es un ataque directo al ataque de derecho y a la convivencia".
Aznar también ha mostrado su preocupación por los conflictos diplomáticos que Sánchez ha creado con los gobiernos de Israel, Italia y Argentina.
En su visita a Israel, en vez de "pedir la liberación de los rehenes", Sánchez acusó al gobierno de Netanyahu de estar cometiendo "una matanza deliberada" de civiles. "Es un error diplomático garrafal, lo vamos a pagar caro, estas cosas no se olvidan", ha dicho Aznar al respecto.
El expresidente ha recalcado que Israel es la única democracia de Oriente Próximo y "una pieza clave para el mundo occidental. Si como quieren sus enemigos, Israel desapareciera, y Hamás dice que quiere borrar a Israel del mapa, la próxima batalla no sería en Israel, sería mucho más cercana a las costas europeas".
Por último, José María Aznar ha aplaudido que Feijóo haya recuperado a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso: "Cayetana es muy inteligente", ha dicho al respecto, "estar rodeado de personas inteligentes siempre es un acierto".