Abascal compara "colgar de los pies" con "correr a gorrazos", "mantear" y "echar a la hoguera"

El líder de Vox, Santiago Abascal, teme que la cultura de la cancelación se haya llevado por delante expresiones como "correr a gorrazos", "mantear" y "echar a la hoguera", las cuales ha comparado con las palabras que le dedicó a Pedro Sánchez en Argentina. "Habrá un momento en el que el pueblo [le] quiera colgar de los pies", dijo sobre el presidente del Gobierno.

Ahora, Abascal resta importancia a la frase y la atribuye a una "expresión coloquial" como cualquier otra, aunque sigue reafirmándose. Esta huida hacia delante por parte del líder de Vox le ha ocasionado la reprimenda del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que condenó sus declaraciones.

"¿Qué es lo que condena exactamente?", se ha preguntado Abascal este martes en la tribuna del Congreso de los Diputados, a pesar de que el Pleno iba sobre la recién tramitada Ley de Amnistía. "¿Que diga que los políticos sin escrúpulos tienen ventaja frente a los que sí los tenemos? ¿Que diga que las mentiras y la traición acaba cansando al pueblo? ¿Que los que pactan con prófugos y excarcelan violadores acabarán pagándolo?", ha continuado el líder de Vox.

[Feijóo "condena" que Abascal haya dicho que "el pueblo querrá colgar de los pies a Sánchez"]

Abascal atribuye esta corrección de Feijóo a "la corriente woke", un término originado en las universidades de Estados Unidos vinculadas al Partido Demócrata para referirse a las nuevas sociedades que despiertan contra las injusticias culturales y políticas. Vox, normalmente, lo suele vincular a una vertiente muy concreta que persigue modificar el lenguaje para acomodarlo a los nuevos tiempos y sensibilidades.

Ahí entran, según Abascal, los "correr a gorrazos", los "mantear" y los "colgar de los pies" que le dedicó a Sánchez. También ha criticado, en estos términos, que el PP sí tolere que "nos gusta la fruta", en referencia a las palabras que Isabel Díaz Ayuso dedicó al presidente del Gobierno durante la última sesión de investidura, cuando pareció mascullar "hijo de puta".

Vox intentó la semana pasada elevar la presión sobre el PP anunciando que rompía relaciones con la formación, eso sí, sin desmantelar ninguno de los gobiernos autonómicos y municipales que comparten. Para los populares, este movimiento responde exclusivamente a una estrategia política para buscar una marca propia y desdeñan el calado de la ruptura.

"No va a afectar en nada, sólo rompen en los sitios donde no tienen salarios públicos", ironizaban entonces desde Génova. Apenas unas horas antes, la dirección popular acababa de pactar con el PSOE y Sumar un reparto equitativo de las comisiones en el Congreso... dejando fuera al partido de ultraderecha.

[El PP no romperá con Abascal tras sus palabras: "Nuestra estrategia es con los ciudadanos"]

"Hemos negociado con el PSOE porque, en caso contrario, si el PSOE pacta con sus socios de investidura y no con nosotros, tendríamos sólo dos comisiones, como marca el Reglamento", aseguran fuentes parlamentarias del PP. "Así, tendremos 12, junto a las comisiones mixtas, Congreso y Senado en total", añaden.

Se trata de un movimiento muy parecido al que ya se dio con la Mesa del Congreso, donde los del PP priorizaron ubicar a sus diputados en vez de "regalarle" los puestos a Vox. Y, como sucedió entonces, a la formación de Santiago Abascal no le ha sentado bien.