El Partido Popular quiere marcar los tiempos. Habrá reunión entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Pero la batuta, deslizan en Génova, la quiere llevar el que ganó las últimas elecciones del 23-J. No aquel que ha dejado de ser "un hombre de Estado" y está dispuesto a verse con un "prófugo de la justicia" o entregar a Bildu la alcaldía de Pamplona.
Pese a la presión que está trasladando el Gobierno sobre Feijóo, y la última arremetida de la vicepresidenta saliente Nadia Calviño, que ayer dijo: "Si el presidente te llama, se va. Es de primero de educación"; en la dirección del PP insisten en tener por escrito un orden del día de los asuntos que van a abordar ambos dirigentes. Hasta entonces, Feijóo no pondrá fecha y hora a su visita a la Moncloa.
Este lunes, en una entrevista en el programa La mirada crítica, de Telecinco, el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, ha redundado en esta idea: "Sánchez quiere sacarse una foto con Feijóo para tapar la indignidad de las fotos que le han hecho presidente (...). No vamos a ser títeres ni comparsas, si Sánchez quiere reunirse con Feijóo, tiene que decirnos para qué".
Una vez más, Tellado ha reprochado a Sánchez que ya ha elegido a sus compañeros de viaje para esta legislatura. "Los partidos independentistas y antisistema que quieren debilitar al Estado". Con estos mimbres, cree que el presidente del Gobierno no tiene intención de sellar pactos de Estado con el PP, ya que es un líder que "sólo piensa en su propia supervivencia" y que España y sus "instituciones le importan muy poco".
Sobre las palabras "lamentables" de Calviño, Tellado ha replicado: "De primero de democracia es saber que no se puede ser presidente pactando con un prófugo, de primero de democracia es entender que no todo vale". De la número dos de Sánchez, el portavoz popular ha destacado que es "la primera que quiere saltar del barco y se escapa de España para no hacerse corresponsable" de las alianzas con los independentistas.
En ese sentido, Tellado ha reprochado a la vicepresidenta que sea "muy durita" en sus formas con la primera fuerza política de España y "muy condescendiente con los partidos independentistas que lo que quieren es tener a un presidente del Gobierno rehén".
Hace unos días, el Gobierno trasladó por la prensa que Sánchez tenía intención de verse con Feijóo antes de terminar el año, para abordar la renovación del Poder Judicial, la financiación autonómica y la reforma del artículo 49 de la Constitución. Después, el gabinete del presidente contactó con el del líder del PP para agendar la reunión.
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Desde entonces, las dos partes se han tirado los tratos a la cabeza y no han conseguido alumbrar una fecha para la cita. En el Ejecutivo denuncian la falta de Estado del PP, y en el PP insisten en que quieren dejar todo cerrado antes de acudir a la sede de la Presidencia. "Esta vez, será el PP el que diga de qué se va a hablar en un encuentro entre el presidente y el líder de la oposición", zanjan en el entorno de Feijóo.
Una vez iniciada la legislatura, Sánchez ha puesto el foco sobre su oponente. El Gobierno dice que quiere iniciar una etapa de entendimiento con el principal partido de la oposición. Pero los recelos en Génova son mayúsculos. Según consideran en el entorno de Feijóo, Sánchez, en realidad, no tiene ninguna intención de acordar nada con el PP: tan sólo necesita "blanquear" sus alianzas con Junts, ERC o Bildu.
De ahí que los populares estén jugando al despiste. La teoría que quiere trasladar el PP es que Sánchez y Feijóo no son compatibles mientras estén de por medio Puigdemont, Junqueras, los verificadores, y hasta Otegi. No obstante, como avanzó este periódico, el líder popular acabará yendo a la Moncloa.