Pedro Sánchez y Pere Aragonès, reunidos en el Palau de la Generalitat.

Pedro Sánchez y Pere Aragonès, reunidos en el Palau de la Generalitat. EP

Política INDEPENDENTISMO

ERC someterá los acuerdos entre Sánchez y Aragonès al control de su verificador internacional en Suiza

La reunión en Ginebra será "preparatoria" de la mesa de gobiernos, pactada por los presidentes. La propuesta de referéndum de autodeterminación deberá recibir "una respuesta del Ejecutivo del Estado" ante el mediador.

22 diciembre, 2023 02:46

"Sabíamos que Pedro Sánchez no podía aceptar que su Gobierno se viera sometido a una verificación internacional en el extranjero. Por eso lo de la mesa de partidos". Así se explica un portavoz de ERC, en conversación con este periódico. Pero tal como está diseñada la mecánica de reuniones, el efecto es el mismo. Esquerra evaluará los acuerdos alcanzados entre el presidente y el president Pere Aragonès bajo el escrutinio de su verificador.

De hecho, la cuarta reunión de la Mesa de Diálogo, Negociación y Acuerdo se celebrará después de la primera cumbre en Suiza entre ERC y el PSOE.

Porque "esa cita, producto de los acuerdos de investidura, servirá simplemente para preparar la mesa de gobiernos", que es la inaugurada en Moncloa, en febrero de 2020. "El verificador revisará los puntos pactados entre los dos presidentes y pedirá pruebas del avance en los mismos a las partes", concluye esta fuente republicana.

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Aunque lo cierto es que la única parte que debe demostrar que se mueve es el Gobierno de España. 

Porque hay un detalle que ha pasado inadvertido en las vísperas de la "visita oficial" de Sánchez a Aragonès en el Palau. Igual que el orden del día fue uno de los caballos de batalla para cerrar el encuentro del líder socialista con el de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, en este caso nadie discutió la agenda. Y eso es porque la marcó sólo una de las partes, la otra parte.

A la vista quedó en los cinco acuerdos publicitados al acabar la entrevista de hora y cuarto en Barcelona, "cordial y de trabajo". Todo eran traspasos (Rodalies e Ingreso Mínimo Vital), nuevas leyes estatales al dictado del Govern (la del plurilingüismo) e inversiones del Gobierno en Cataluña (la fábrica de Chips). Además de la cuarta reunión de la Mesa de Diálogo.

En ella es en la que se negocia "la resolución del conflicto", como se pactó en Pedralbes, en diciembre de 2018, y se selló en Moncloa, en febrero de 2020.

Así pues, que ese punto se haya enredado "en tres mesas con el mismo objetivo", la de Junts, la de Esquerra y la de gobiernos, tiene una explicación: Carles Puigdemont se negaba a rectificar del todo, porque una cosa es investir a un presidente español vía negociación y otra darle la razón a ERC, de modo que exigió su mesa y el verificador extranjero.

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Oriol Junqueras no podía ser menos que el expresident fugado, así que se pidió lo mismo... y ahora aprovecha la ventaja. Utiliza el formato ideado por Junts, primero; recupera la figura del "relator", que en su momento el PSOE no se atrevió a aceptar para la mesa de gobiernos, segundo; y logra, así, someter al Gobierno de Pedro Sánchez al control, siquiera indirecto, de un mediador internacional.

"Nosotros tenemos la mesa de Ginebra, como Junts, pero también tenemos el Govern, que es donde se hacen las cosas", explica otro dirigente del partido de Aragonès. "De inicio, en esta primera cita de presidentes, a Sánchez le hemos sacado los 2.500 millones de la gestión del IMV y los 300 millones de inversión en el Centro Tecnológico". 

Entonces, ¿el verificador internacional de ERC en Suiza dirá que todo avanza? "Bueno, el president no sólo le confirmó oficialmente al presidente que habrá verificador", como ya había adelantado EL ESPAÑOL, "sino que le planteó la negociación del referéndum de autodeterminación" para la siguiente cita.

Y eso significa, explican en ERC, que al mediador de Suiza el PSOE deberá llevar "una propuesta concreta, su alternativa" para el reconocimiento nacional de Cataluña.

Los discursos

Tras la reunión, Sánchez compareció ante los medios, flanqueado por la bandera española y la catalana. Y a este asunto de la consulta explicó que "ésa es la postura de máximos del independentismo, antes de negociar".

Pero fuentes del Govern lo corrigen: la postura de máximos del separatismo fue la Declaración Unilateral de Independencia del 27 de octubre de 2017, afirman, "y ya hemos cedido, bajando a pedir un referéndum pactado".

El presidente español trató de conectar con el público catalán, hablando ante la prensa incluso de asuntos que no se habían tratado en la reunión, como la sequía.

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Y sentenció que para "afrontar lo que nos separa en el ámbito del conflicto político en Cataluña", dijo, hace falta "diálogo y negociación para construir prosperidad compartida", la misma terminología que usa para negociar sobre Gibraltar con Reino Unido.

Los dos primeros puntos de acuerdo que anunció el presidente español fueron los traspasos de los trenes de Cercanías y del Ingreso Mínimo Vital. En ambos casos eligió un verbo muy del gusto de la otra parte: "mejorar el transporte" y "mejorar la gestión" contra la pobreza y la desigualdad.

Esto también tiene explicación. Según el discurso de ERC, la independencia no es un fin en sí mismo, sino "la mejor solución" que ven Junqueras y los suyos para "mejorar la vida de los catalanes". Así que, por un lado, Sánchez parecía tratar de contentar a su interlocutor; y por otro, buscaba apropiarse de ese marco discursivo en su objetivo del "reencuentro".

El otro acuerdo que lleva dinero de por medio es el de la factoría de chips, cuya inversión de 300 millones generará 200 puestos de trabajo directos, pero sobre todo mucho negocio.

Aunque eso sí, no estará terminada, como muy pronto, hasta 2026... lo que se les va de fecha a ambos presidentes: a Aragonès, porque las elecciones catalanas serán como muy tarde en febrero de 2025; y a Sánchez, porque hasta en Moncloa ven la batalla entre Junts y ERC en esos comicios autonómicos como una meta volante casi imposible de cruzar sin que se le caigan los apoyos parlamentarios en el Congreso.

La prueba de ello es la prisa con la que se tramitará "la aprobación" de la Ley Orgánica de Garantía del Plurilingüismo, "en el primer periodo de sesiones de las Cortes Generales en el año 2024". Los republicanos quieren que el verificador apriete al PSOE en Suiza, para que cumpla y poder lucir no sólo que se oficializa el catalán en toda España, sino que sin eso nunca se logrará lo que pide Junts, el catalán en la UE.

Y por supuesto, también, "el blindaje del sistema de inmersión lingüística" de las escuelas catalanas. Que, aunque Sánchez lo firmó en la Mesa de gobiernos de julio de 2022, el acuerdo sigue sin verificarse. Y mientras no sea "ley estatal", el Tribunal Constitucional aún puede imponer el 25% de clases en castellano, y el Parlamento Europeo, sacarle los colores al Govern.