Feijóo tendrá su propia caravana en la campaña gallega para dar alcance nacional al resultado

El líder del PP se volcará en la campaña. Hasta el punto de que, en los quince días previos a la cita con las urnas, tendrá su propia caravana electoral. En todo momento, henebrará un discurso trufado entre las cuestiones más domésticas y también los principales asuntos políticos que copan la agenda en el ámbito nacional. 

La intención de Feijóo es darle alcance nacional al resultado, que trascienda de las fronteras gallegas. De forma que la previsible derrota del PSOE se pueda interpretar como el primer fracaso de Pedro Sánchez después de la amnistía a los responsables del procés y el resto de cuestiones que ha firmado con los partidos independentistas para garantizar su permanencia en el poder. 

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En el entorno de Feijóo reconocen que en Galicia la impunidad de Carles Puigdemont y el resto de encausados por el referéndum ilegal del 1-O no es un asunto que mueva especialmente el voto. Aún así, los populares plantearán las gallegas en términos plebiscitarios sobre el presidente del Gobierno y sus alianzas. "Los gallegos también tendrán que decidir si les parece bien o mal lo que está haciendo Sánchez", aseguran en la cúpula popular. 

En el ecosistema gallego, recalcan los populares, la cuestión que más pesa sobre el electorado es la financiación autonómica. En ese sentido, el PP intensificará su crítica por los privilegios del Gobierno a Cataluña y los agravios al resto de territorios. En clave económica, Feijóo también denunciará que Galicia es uno de los pocos territorios a los que el Gobierno no ha beneficiado con un proyecto de los fondos europeos de recuperación. 

Calma tensa con las gallegas

En la sede popular hay calma tensa con las gallegas. Nadie duda de que el PP conseguirá revalidar la Xunta por quinta vez consecutiva. No obstante, Feijóo se echará la campaña a las espaldas porque para él estas elecciones tienen mucha trascendencia, más allá del plano emocional, pues ha sido presidente de la comunidad durante 13 años. 

Después de la amarga victoria en las generales del 23-J, en las que consiguió ganar pero se quedó a las puertas de la Moncloa, Feijóo necesita un chute de moral. Aunque no revista de especial novedad un triunfo del PP gallego por mayoría absoluta, no deja de ser una gesta que ensancha la cartera de servicios del presidente popular. Le refuerza en su condición de ganador y le ayuda a quitarse el lastre de julio. 

En la campaña, Feijóo tendrá un protagonismo que tampoco será excesivo. Si cuando era él quien se presentaba como candidato pedía a la dirección nacional de su partido que no hubiera interferencias, esta vez hará lo propio: se limitará a ponerse a disposición de Rueda, sin opacarle ni restarle protagonismo. 

De hecho, según desvelan las personas de su confianza, Feijóo no ha influido en la decisión del presidente gallego de adelantar a febrero los comicios (tenía margen para llevar la cita al mes de julio). Ambos, que mantienen una comunicación muy fluida, apenas compartieron un par de impresiones y el líder del PP se limitó a decirle: "Una vez que apruebes los presupuestos, siéntete libre para hacer lo que mejor consideres".

Así ha sucedido. Después de dar luz verde a las cuentas públicas, todo un mensaje de estabilidad, Rueda pulsó este jueves el botón electoral. "Pedro Sánchez inició su legislatura con la Ley de Amnistía, Alfonso Rueda convoca elecciones después de aprobar los presupuestos. Es la única forma de gobernar: con la verdad, con los ciudadanos como prioridad y aportando confianza", escribió Feijóo en su cuenta de Twitter. 

La convocatoria pilla con el pie cambiado a la mayoría de partidos. Como publica este viernes EL ESPAÑOL, sin ir más lejos, Sumar y Vox no tienen candidato. Hay malestar en el PP con la decisión del partido de verde de presentarse a las gallegas, cuando es prácticamente imposible que saquen un escaño en la Cámara autonómica y la pérdida de votos sólo puede influir al bloque de la izquierda. 

Dada la circunstancia de que la única alternativa al PP en Galicia es una amalgama de partidos de izquierda liderados por el BNG, formación independentista, Rueda y Feijóo apelarán al tradicional voto útil para mantener la hegemonía.