La Secretaría de Estado de Comunicación (SEC) ha seleccionado a dedo a "un reducido grupo de periodistas" para acompañar al presidente del Gobierno a su viaje a Irak, este miércoles 27 y jueves 28 de diciembre.
Como en ocasiones anteriores, Moncloa ha excluido a EL ESPAÑOL de la invitación, a pesar de que este periódico cierra 2023 como líder absoluto de audiencia en España, puesto que ha ocupado, además, en nueve de los 11 meses contabilizados, a falta del cierre de diciembre.
Pero en esta ocasión, los servicios de prensa de la Presidencia del Gobierno han aplicado una política aún más caprichosa.
Aunque Moncloa no ofrece siempre la facilidad de viajar en el avión oficial en cada desplazamiento de Pedro Sánchez al exterior, la práctica establecida había sido siempre la de que los "medios habituales" que cubren la información del Gobierno recibieran una convocatoria abierta a todos.
En esta ocasión, no ha sido así "por la naturaleza de la visita", según fuentes oficiales.
Esta justificación de una portavoz de Presidencia no fue explicada, a pesar de las insistentes preguntas de este periódico para entender de qué naturaleza era la visita para que esto no fuese posible. "Enviamos la nota informativa [consúltela aquí en PDF]. No se pedían datos para acreditación", apuntó esta fuente, para tratar de zafarse de una pregunta de por qué no había llegado convocatoria de prensa, como es habitual.
¿Una decisión "excepcional"?
La nota informativa ya anticipaba que habría "un reducido pool de periodistas que acompañará al presidente en el vuelo oficial, y en el que sus integrantes correrán con los gastos de alojamiento". Por eso, apenas una hora después de ser anunciado el viaje por email (tampoco es normal que la SEC obvie el canal directo del WhatsApp y/o del Telegram en estos casos), este periódico mostró su interés por formar parte de la comitiva.
Efectivamente, no se pidieron datos para acreditar a ningún periodista, porque estaban elegidos a dedo de antemano. Así quedó claro a la siguiente respuesta del portavoz de Moncloa, en la que detallaba que los seleccionados eran "un grupo reducido de medios públicos y de los que viajan habitualmente".
En todo caso, aunque Moncloa admite que ésta ha sido una decisión "excepcional", lo cierto es que ya en la copa de Navidad del martes 19 de diciembre se produjeron vetos inexplicados a algunos de los reporteros habituales que cubren la información del Gobierno.
Además, las dos últimas veces que Pedro Sánchez se desplazó en un viaje internacional y EL ESPAÑOL solicitó ser incluido en el grupo de periodistas a los que se les facilita la cobertura, Moncloa lo denegó: en la primera ocasión, sin más explicación; en la segunda, en su visita a Israel del pasado noviembre, el motivo aducido fue que "no hay más sitio en el avión".
Respecto a aquel último viaje, al regreso, fuentes presentes en los vuelos de ida y vuelta desmintieron que la zona del aparato dedicada a acomodar a la prensa estuviese llena. Y respecto a este viaje a Irak, a la vista del programa de la visita [consúltelo aquí en PDF], nada parece justificar una comitiva tan reducida como para hacer una selección con numerus clausus.
Ventaja y privilegios
No poder viajar en el avión del presidente, por decisión de sus asesores, es una oportunidad perdida para el medio de comunicación que no es seleccionado. Es decisión discrecional de Moncloa ofrecer esta facilidad, pero también es una ventaja para la SEC, porque el presidente mantiene un contacto directo con la prensa, en conversaciones informales.
Normalmente, las seis horas aproximadas de un vuelo Madrid-Bagdad son aprovechadas para esas charlas (en uno o incluso en los dos trayectos). Esa ventaja para Sánchez se convierte en privilegio para los reporteros que son seleccionados para ocupar asientos en su avión oficial. Y más en un viaje a una región como Oriente Próximo, que es epicentro bélico global desde hace dos meses y medio.
Tras los ataques salvajes de Hamás en Israel, el pasado 7 de octubre, el Ejecutivo de Sánchez ha mantenido una postura distinta a la de los socios de España en la UE y a la de sus aliados en la OTAN, lo que le ha valido tres crisis diplomáticas con Jerusalén y el agradecimiento indeseado de los islamistas de Hamás. Y desde hace una semana, una nueva derivada del conflicto, en el mar Rojo, ha causado un desencuentro con EEUU y el agradecimiento de los rebeldes hutíes al Gobierno de España.
Las entrevistas bilaterales que mantendrá Sánchez este jueves con el primer ministro iraquí, Mohammed Shia al Sudani, y con el presidente, Abdul Latif Rashid, dejarán sin duda detalles a los que tendrán acceso esos medios elegidos a dedo, y no EL ESPAÑOL. El diario líder de la prensa española, en todo caso, redoblará esfuerzos para hacer la mejor cobertura posible de la visita del presidente a las tropas españolas en la Base multinacional Union III, y de las entrevistas de Sánchez con los mandatarios del país árabe.