Los cinco diputados de Podemos han tumbado la reforma del subsidio de desempleo del Gobierno, una de las medidas más promocionadas por Yolanda Díaz y el Ministerio de Trabajo para arrancar la legislatura. Telemáticamente, en una jornada de infarto con multitud de negociaciones cruzadas hasta el último minuto, el partido morado ha sido el primero en confirmar su voto en contra de su antigua aliada electoral.
Fuentes de la dirección del partido justifican esta decisión con que la reforma suponía "un recorte" para las personas de más de 52 años, una consideración que Trabajo y Sumar niegan tajantemente. Finalmente, ninguna de las dos partes se movió de su posición inicial y no ha sido necesario el voto de Junts para hacer caer el decreto.
Sí dependerán de los catalanes los otros dos macrodecretos que se debatían este miércoles en el Senado (el Congreso está en obras): el decreto ómnibus y la reedición del llamado escudo social, también conocido como el "decreto anticrisis". A cambio, Ione Belarra ha negociado con el PSOE la suspensión de los desahucios hipotecarios a familias vulnerables hasta el 2028.
En un principio, Podemos también había planteado al Gobierno limitar al 2% el incremento anual de los alquileres, tanto para los contratos en vigor como para los nuevos, y topar el margen comercial de los grandes supermercados para controlar el precio de los alimentos. Fuentes del partido aseguran que mantendrán estas demandas durante el trámite parlamentario del decreto, que podría extenderse hasta seis meses.
Con los cinco votos de Podemos, el bloque de Gobierno cuenta con 172 escaños, menos que la derecha, por lo que su convalidación dependerá del apoyo de Junts.
Los morados llevaban semanas advirtiendo que, si el Ministerio de Trabajo mantenía el recorte de la cotización de pensiones para los mayores de 52 años, ninguno de sus diputados apoyaría el decreto ley de la reforma del subsidio de desempleo. Volvieron a repetirlo el lunes en su sede y el martes en el Congreso, pero Yolanda Díaz hizo oídos sordos.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, aseguran fuentes de su entorno, nunca creyó que Podemos fuera "capaz de votar con PP y Vox" en contra de una medida del Gobierno al que pertenecía hace apenas unos meses. En contraparte, Podemos no cambió su discurso: "No asumimos con nuestros votos ningún recorte, venga de donde venga", repetían.