Hubo unas declaraciones del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que pasaron desapercibidas debido a la fecha en que se produjeron: el 30 de diciembre. En una conversación con la Cadena Ser, comparó la actuación del Imperio Español en América con la del rey belga Leopoldo II en el Congo.
Sus palabras sorprendieron a algunos historiadores: existe cierto consenso alrededor de la idea que sitúa a Leopoldo II como el más salvaje de los colonos. Véase –por no elegir informaciones sospechosas de derechismo– el reportaje de El País titulado "El colonialismo belga: historia de una depredación salvaje".
Por otra parte, la realidad española de varios siglos atrás en lo que se llamaba "ultramar" nada tenía que ver con el yugo de los belgas en África. El mestizaje y las relaciones mantenidas entre españoles y americanos no se daban en el Congo. Se pretendió exportar un modo de vida. Las leyes hablaban de "provincias". Con los excesos característicos de la época, pero nada comparable a lo de Leopoldo II.
Además, España sólo tuvo una colonia, el Sáhara. Los territorios americanos formaban parte del propio imperio. La Constitución liberal de Cádiz, de hecho, hablaba de los españoles de ambos hemisferios.
Urtasun, que es economista y diplomático, vivía en Bruselas –trabajaba como eurodiputado– cuando fue elegido ministro por Yolanda Díaz. Entonces puso el ejemplo de la colonización del Congo y lo empleó como paralelismo: "Yo he vivido estos años en Bélgica, donde hay un museo sobre África que era terrorífico. Racista, colonialista, espantoso. Y Bélgica ha cambiado radicalmente su museo. Hay toda una revisión de lo que fue su responsabilidad colonial en el Congo".
Acto seguido, añadía: "Yo creo que es algo que nosotros, poco a poco, tenemos que empezar a hacer". Y lo más importante, el ministro de Cultura añadía que esa revisión se hará desde el Gobierno: "Lo estamos acabando de ver. La voluntad es ir poco a poco, pero nosotros hemos heredado esa cultura colonial que, de alguna manera, tenemos que ver y gestionar".
En un nuevo capítulo de lo que podríamos llamar "políticas de memoria", el Gobierno se ha mostrado dispuesto a que ese pasado se revise desde el poder político. Se trata de un modelo de proceder que comparten PSOE y Sumar; y que ya se ha puesto en marcha referido a la Guerra Civil y el franquismo.
"Caricatura ridícula"
Pero, ¿qué piensa la oposición? ¿Cuál es la alternativa política a esa visión? Este diario se ha puesto en contacto con Borja Sémper, responsable de Cultura del PP, para pedirle la visión de su partido al respecto.
"Urtasun está importando debates de otros países porque desconoce la Historia de España. Repite mantras anacrónicos, como 'cultura colonial', y dibuja una España que sólo existe y ha existido en su imaginación", introduce.
Cuando habla de la "importación", menciona indirectamente a los líderes mexicanos y venezolanos por extender la "leyenda negra" sobre la conquista americana. Tanto López Obrador como Maduro exigieron a España que pidiese "perdón" por su pasado.
Llaman la atención las palabras de Urtasun porque, cuando el Gobierno de Sánchez rechazó emitir esas disculpas, el comunicado rezó así:
La llegada, hace quinientos años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas. Nuestros pueblos hermanos han sabido siempre leer nuestro pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva, como pueblos libres con una herencia común y una proyección extraordinaria.
"España no tiene nada que ver con la caricatura ridícula que el ministro se empeña en describir. Nuestra cultura se disfruta en el mundo entero, es heredera de nuestra Historia y tiene lazos únicos con el mundo hispanohablante; desde el respeto y la admiración mutua", continúa Sémper.
Luego añade: "Las instituciones culturales a ambos lados del Atlántico llevan décadas creando una cultura de igualdad y fraternidad. Tampoco sabe el ministro que no hace falta crear lo que ya está funcionando en el Museo del Prado o el museo de la Hispanic Society en Nueva York".
Sémper, al tanto de la entrevista con la que Urtasun expuso las líneas maestras de su programa, incide: "Me sorprende que desconozca nuestra historia, nuestra producción cultural y nuestra posición en el mundo. Creo que su visión no se corresponde con la España actual. Sus palabras son cemento para el muro que el Gobierno quiere construir contra los que no piensan como ellos".
¿Y cómo lo ve la vicesecretaría de Cultura del PP? "De manera totalmente distinta. Creemos en la cultura como la mejor embajadora de nuestro país, y no la concebimos como un arma política para dividir. Estamos orgullosos del legado cultural de España en el mundo. Miramos adelante, no hacia atrás".