El PP advierte al PSOE de que su campaña con los 'pellets' le pasará factura: "Sólo beneficia al BNG"
"Con todo esto, gana el BNG. Moviliza a los suyos y, como no gestiona, critica tanto al Gobierno como a la Xunta", razonan dirigentes del PP gallego a EL ESPAÑOL.
15 enero, 2024 02:51El inicio de la precampaña para las elecciones gallegas del 18 de febrero ha estado enturbiada por unas bolitas de plástico que han llegado de forma masiva a las costas de Galicia, Asturias y el País Vasco. El PSOE, a priori, creyó hallar en orillas del Cantábrico el chapapote de un Prestige con el que derribar a la Xunta, gobernada desde hace 15 años por el PP.
No obstante, la teoría que tienen en el entorno de Alfonso Rueda, presidente gallego y candidato popular a la cita con las urnas, es que la campaña auspiciada por el PSOE -y secundada por Sumar- para desestabilizar al PP no tiene más que un beneficiario: el BNG, que puede mejorar sustancialmente sus expectativas gracias a un trasvase de electores de izquierda.
"Con todo esto, gana el BNG. Moviliza a los suyos y, como no gestiona, critica tanto al Gobierno como a la Xunta", razonan dirigentes del PP gallego a este periódico, convencidos de que la crisis de los pellets "sólo beneficia al bloque nacionalista", que crece a costa de los partidos de izquierdas. En ningún caso del PP.
El punto álgido de la polémica tuvo lugar a inicios de la semana pasada, cuando los partidos de la oposición en Galicia, en coordinación con el Gobierno central, centraron toda la atención sobre los pellets, dando pie a un incendio que la Xunta trató de sofocar con la decisión de elevar el nivel de alerta, para que así el Ejecutivo pasase de las palabras a los hechos.
A pesar de que los residuos plásticos llevaban deambulando por el océano desde el 8 de diciembre, día en que cayeron en aguas de Portugal como consecuencia de un naufragio, y de que alcanzaron la costa gallega poco antes de Navidad; ningún actor político -salvo el BNG- había decidido prestarles atención hasta la primera semana ordinaria del año, con las urnas oteando en un horizonte más próximo.
El PP hace autocrítica
En las filas populares hay quienes hacen autocrítica por la gestión fútil de la Xunta. "Hemos estado torpes, quizás tendríamos que haber reaccionado antes", reconoce una persona próxima al presidente gallego. Inicialmente, Alfonso Rueda mostró cierta pasividad, minimizando lo ocurrido por la falta de información del Gobierno. En su entorno, no ocultan que fallaron los reflejos.
Durante la semana pasada, los populares llegaron a vivir momentos de tensión. Especialmente cuando ministros del Ejecutivo, como el beligerante Óscar Puente, entraron en acción con retahílas de duros ataques hacia la Xunta y el PP. "Son contumaces en la mentira", escribió en Twitter el titular de Transportes.
El diapasón bajó el miércoles cuando aterrizaron en el Pleno del Congreso de los Diputados los tres primeros decretos de la legislatura, con una votación inédita que puso contra las cuerdas al Gobierno. En el PP, además, dicen que la polémica se ha suavizado después de que Rueda haya remitido a Moncloa su hoja de reclamaciones para poner coto a los pellets.
Según narran desde el ejecutivo gallego, en las reuniones de coordinación que mantuvieron con los representantes del Gobierno en la región a finales de la semana pasada el tono fue conciliador: "Estuvieron suavecitos, suavecitos". Toda vez que la responsabilidad recae en el Ejecutivo, los populares creen que los socialistas han decidido pasar de pantalla.
Prueba de que el suflé ha bajado, teorizan las fuentes consultadas por este periódico, es que Pedro Sánchez no ha acudido a las playas gallegas. La semana pasada, se rumoreó que habría foto del presidente del Gobierno. No fue así. Quien si estuvo, sujetando uno de los coladores que usan los operarios que tratan de retirar los pellets, fue la vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz.
Si Feijóo suele decir que el PP es el partido que más se parece a Galicia, los dirigentes populares exhiben estos días cierta calma sobre la crisis de los pellets. En su opinión, el "histrionismo" que ha empleado la izquierda no casa con el carácter templado de los gallegos. Eso sí, los populares tampoco lanzan campanas al vuelo. "Es bueno que esto pase ya y se hable de otra cosa", zanjan.