La huida de Podemos al Grupo Mixto y el desembarco de Marta Lois en las elecciones gallegas sigue provocando movimientos tectónicos en Sumar. La formación de Yolanda Díaz se encuentra más que nunca en un momento de transición: desde dentro, armando a toda prisa una estructura orgánica antes de su asamblea fundacional de marzo; y desde fuera, rellenando el vacío que dejan los morados y la portavoz en el Congreso.

La idea de la vicepresidenta segunda, aseguran distintas fuentes parlamentarias y del partido a EL ESPAÑOL, es cubrir la vacante de Lois con Íñigo Errejón, exdirigente de Podemos y líder de Más País. El diputado no ha dejado de ganar enteros desde su papel "indispensable" en la campaña electoral y ya se sienta a la derecha de Díaz, quien también dará más peso a Izquierda Unida (IU) dentro de la formación.

Con Errejón ascendido a portavoz y Podemos fuera del grupo parlamentario, IU se convertiría en el único partido de Sumar sin voz propia en el Congreso, algo que desde dentro no se entiende. Sobre todo, porque la vicepresidenta ha descartado una y otra vez darle una portavocía adjunta a Enrique Santiago, secretario general del PCE y uno de los diputados con más peso en el trabajo del grupo parlamentario.

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En cambio, las fuentes hablan de que "el pago" a Izquierda Unida consistiría en un asiento en la Diputación Permanente (presumiblemente, el que deja vacante Lois), una voz propia en la Junta de Portavoces, recuperar la firma en las iniciativas parlamentarias y un puesto adicional en la dirección de grupo. En concreto, el que antes ocupaba Lilith Verstrynge como representante de Podemos. 

Fuentes de Izquierda Unida aseguran que "todavía no hay nada cerrado" y deslizan que la dirección de Sumar está actuando con más cautela de lo habitual, dando a entender que se habrían aprendido lecciones después de la abrupta salida de Podemos al Grupo Mixto el pasado diciembre. Todas las fuentes coinciden en que se podría haber evitado con alguna concesión.

Equilibrios

Si alguien tuvo oportunidad de ocupar el puesto de portavoz en lugar de Errejón esa fue Aina Vidal, actual portavoz adjunta primera del grupo y voz de los comuns en el Congreso. La diputada catalana está muy bien considerada en el partido, pero su ascenso por encima de otros habría roto el precario equilibrio en el que se tambalea la coalición electoral.

Los comuns tienen a día de hoy el peso de siete diputados, una portavoz, un puesto en la Mesa del Congreso y un ministerio, Cultura, con buena proyección y contenido político. Ocurre además que el propio ministro, Ernest Urtasun, actúa de portavoz oficioso de Sumar todos los lunes en rueda de prensa.

Ascender a Vidal supondría que las dos voces de Sumar, dentro y fuera de la Cámara Baja, dependiesen de la formación catalana. Básicamente, los portavoces de Sumar no dependerían directamente de Sumar.

Ocurre otra cosa. Tanto Urtasun como Vidal son, además, herederos de la antigua ICV, un partido ecologista ya disuelto que es el más alejado a Catalunya en Comú, de Ada Colau. Todos conviven juntos en otro equilibrio algo más estable, el de los comuns, y beneficiar a un sector por encima de otro podría desbaratar el castillo de naipes de Sumar y su aliado catalán.

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Íñigo Errejón, portavoz

Volviendo a Errejón, el diputado madrileño es sobre el papel el máximo dirigente de Más País, pero en realidad tanto él como el partido ya pertenecen de facto a Sumar. Su partido, de hecho, no era más que un cascarón electoral con el que emanciparse de Podemos y presentarse a los comicios de 2019, pero a día de hoy funciona casi como una delegación territorial de Yolanda Díaz. 

El poco músculo territorial de Más País y sus trabajadores hace tiempo que se cuentan entre las filas de Sumar, una relación que ha ido estrechándose a medida que Errejón se iba ganando la confianza de la vicepresidenta. El plan empezó durante la campaña de las generales y se cerró en octubre, cuando se aprobó su disolución total en la estructura de Yolanda Díaz.

Llegada la época de la investidura de Pedro Sánchez se especuló incluso con la idea de que Errejón llegara a ministro, más allá de su puesto en la Ejecutiva naciente de Sumar. Finalmente, su rol pareció quedar diluido al encargarle solamente la redacción del documento político de la formación, una especie de corpus ideológico para fundar el partido.

En el entorno del exdirigente de Podemos aseguran que, desde las elecciones de julio, Errejón se ha dedicado a "lo de siempre": el trabajo ideológico, la estrategia electoral y la defensa política del partido, ya sea como portavoz en la Comisión Constitucional o en los medios de comunicación.

Su papel como creador de discurso también es muy valorado en las filas de Sumar, que no entendían "el perfil bajo" que tenía hasta ahora. La explicación es doble: que estaba esperando su momento (la ausencia de un portavoz competente) y que no podía medrar más mientras estuviera atado a Más Madrid, donde mantiene un pulso soterrado con Mónica García.

Dicho de otro modo, Errejón necesitaba a Díaz tanto como ella le necesitaba a él.