González Pons exigirá ante Reynders una mayoría de vocales en el CGPJ por ser el PP el más votado el 23-J

Esteban González Pons y Félix Bolaños, los negociadores del PP y del Gobierno que hace año y medio estuvieron a punto de alcanzar un pacto para poner fin al bloqueo sobre el órgano de gobierno de los jueces, que se prolonga desde hace un lustro, volverán a darse una oportunidad. "Desde cero", recalcan en el PP. 

Aunque en el Gobierno consideran que lo que entonces quedó por escrito sería ahora un buen punto de partida, en Génova insisten en volver al principio; porque en los últimos meses han sucedido una serie de acontecimientos que lo alteran todo. Entre otros, las elecciones del 23-J, en las que quedaron en primera posición. 

[Bruselas acepta supervisar la negociación para la reforma y renovación del CGPJ entre el PSOE y el PP]

Por esta razón, González Pons exigirá a Bolaños, ante el comisario de Justicia Europeo, Didier Reynders, que su formación tenga una representación mayor de vocales en el nuevo Consejo. Así lo avanzan fuentes populares a EL ESPAÑOL. 

Además, el vicesecretario de Institucional del PP defenderá que sean los miembros del CGPJ los que decidan, sin interferencias políticas, quién presidirá el órgano. 

Sobre la base del actual sistema de elección parlamentaria, que deja en manos del Congreso el nombramiento de diez vocales y en manos del Senado los diez restantes, los populares defienden que les corresponde elegir a más consejeros. Porque son el grupo mayoritario en la Cámara Baja, con 137 diputados frente a 121 del PSOE, y tienen mayoría absoluta en la Cámara Alta. 

En Génova descartan volver a poner sobre la mesa la mayoría de perfiles que se barajaron en la última negociación. Porque, además de las elecciones, en este tiempo el Gobierno ha suprimido el delito de sedición, ha rebajado el delito de malversación y ha promovido una amnistía a los responsables del procés. Con estos mimbres, en el PP inciden en que no aceptarán nada que no pase por "reforzar la independencia de los jueces". 

Cambiar la ley

Cuestión aparte de los nombres, es el cambio de la ley del Poder Judicial, otra de las reivindicaciones del PP que el Gobierno desecha. En la dirección popular dicen que Europa, en sus recomendaciones a España, exige cambiar el modelo para que los jueces elijan a sus pares. En Moncloa, no obstante, dicen que Reynders pide renovar y, después, iniciar una conversación para "avanzar en una nueva ley". 

Núñez Feijóo celebró ayer, en una visita a Fitur, que la negociación de la renovación del CGPJ se hará de forma simultánea a la de la reforma para la elección directa de los vocales judiciales por la carrera. Otro asunto que el PP volverá a plantear y que, según los dirigentes del partido Bruselas avala, es que se ponga fin a las puertas giratorias entre la política y la justicia. 

"Espero que quede claro que los ministros del Gobierno no pueden ser magistrados del TC y que el pacto que se derive del CGPJ se extienda a los demás órganos jurisdiccionales", apostilló este viernes el presidente popular en declaraciones a la prensa. 

En la cúpula del PP se muestran "satisfechos" con que Reynders haya dado su visto bueno a supervisar las negociaciones. Por varias razones: era la única salida posible para desencallar el CGPJ, ya que el PP ni se plantea sentarse a solas con el Gobierno por desconfianza; y porque Bolaños prefería de mediadora a la socialista Věra Jourová, vicepresidenta del Ejecutivo comunitario. 

El método de negociación que empleará la Comisión con el PP y el PSOE será un "diálogo estructurado". Se trata de una fórmula basada en los "trílogos". Es decir, que el que hace de "mediador", a fuerza de preguntar a las dos partes, acaba encontrando elementos en común que faciliten el entendimiento. 

El tiempo apremia: Reynders abandonará sus puesto en dos meses. En el PP aseguran que todo depende de la voluntad del Gobierno. Si Bolaños acepta profundizar en la independencia de la Justicia, remachan los populares, el pacto podría llegar "el mismo 31 de enero".