A 48 horas de que la Ley de Amnistía a los responsables del procés supere su examen final en el Congreso de los Diputados, el Partido Popular volvió a salir a la calle para entonar un particular ¡Basta ya!. Este domingo, a las 12:00 del mediodía, los populares llenaron la céntrica Plaza de España de Madrid con 70.000 personas, según los organizadores. 45.000 a ojos de la Delegación del Gobierno.
El éxito de la convocatoria reafirma a Alberto Núñez Feijóo en su idea de mantener la movilización en la calle contra las cesiones de Pedro Sánchez al independentismo. En el comité de dirección del PP, hasta ayer, había dudas con la cifra de asistentes. Algunos miembros, directamente, auguraban un pinchazo. No fue así.
Una vez terminado el acto, los principales cuadros del partido celebraron haber superado las expectativas. Esta vez la difusión, más allá de los canales de movilización internos, no había alcanzado el nivel de ocasiones anteriores, en las que se repartieron papeletas el metro. De ahí la grata sorpresa que se llevaron los populares.
"La gente quiere que alguien los lidere de manera cívica, la resistencia no quiere convertirse en resignación, así que seguimos", recalcan desde el sanedrín popular a este periódico. Todavía no está fechada la siguiente convocatoria, pero el PP tiene previsto dar a conocer en los próximos días todos los detalles de su "ruta por la igualdad", que recorrerá España de arriba abajo.
En su estrategia contra el Gobierno de Sánchez, los mandos de la formación han decidido dar prioridad a la "respuesta social" en la calle. Particularmente, después de constatar que la Ley de Amnistía a los responsables del procés ha generado un rechazo en distintas capas de la sociedad que pretenden capitalizar.
Ayer, durante su arenga en la manifestación de Madrid, Feijóo dijo que Sánchez "ha desatado una tormenta de dignidad en España que cada vez es mayor" y que, en algún momento, acabará por fagocitar su mandato. "Pase lo que pase, en esta misma página de la historia estará una sociedad, un pueblo, que resistió, se rebeló y cerró este paréntesis", clamó antes de prometer el "rescate democrático de España".
En primera fila, escucharon atentos el discurso de Feijóo los expresidentes del Gobierno, José María Aznar y Mariano Rajoy; la mayoría de barones territoriales del PP: Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno, Carlos Mazón, Marga Prohens, Jorge Azcón, María Guardiola o Fernando López-Miras; y dirigentes de antaño, como Esperanza Aguirre o Javier Rupérez.
"España no se calla"
Todos ellos, a coro, entonaron las consignas dirigidas por la multitud, como el ya popularizado "¡Puigdemont, a prisión!", "no a la amnistía" o "España unida jamás será vencida". La manifestación fue una prueba de "resistencia" para el presidente del PP, que apeló al pueblo español a rebelarse contra un "Gobierno que no tiene principios, pero sí tendrá final".
Consciente de que el camino para desalojar al actual Ejecutivo "no será cuestión de un día", y que, al final, todo dependerá de lo que "decidan los independentistas"; Feijóo se afanó por convencer al personal de que su partido mantendrá la firmeza: "Se tarde lo que se tarde, aquí estaremos de pie, defendiendo nuestro país, nuestros principios y volviendo a la concordia y a la convivencia".
"Este país no se va a rendir", insistió Feijóo ante las decenas de miles de personas que clamaron contra la amnistía. En ese contexto, ratificó su apuesta de una movilización permanente: "España no se calla, España no se va a dejar engañar y España no se vende, y menos en nombre de aquellos que no les interesa España; vamos a derribar un muro de arrogancia con la verdad, con el sentido común, con la Constitución y unidos todos".
Al Gobierno de Sánchez, "capaz de cualquier cosa", y a sus socios independentistas, el líder popular les lanzó una advertencia: "No van a poder con los que defendemos la igualdad, la Constitución y la democracia".
De lo que está por venir en los próximos meses, auguró: "Querrán hundirnos, pagarán lo que sea necesario; presionarán, nos insultarán, manipularán". Pese a ello, el presidente popular no dejó siquiera un milímetro de espacio a la resignación: "Ni con todas sus malas artes van a evitar lo que merecen que les caiga encima".
Especialmente duro se mostró Feijóo con el último capítulo relacionado con la amnistía, el pacto del PSOE con ERC y Junts para ampliar la medida de gracia a los delitos de terrorismo: "Qué indignidad y qué insulto, decir a los policías que no han sufrido violencia ni actos terroristas; no hay corrupción buena o mala y no hay terrorismo bueno o malo, lo que sí hay es un Gobierno nefasto que no tiene vergüenza".